Entre un 12% y un 14% de primeros embarazos normales terminan en abortos espont¨¢neos

Una mujer joven y sana decide quedarse embarazada de su primer hijo. Todo es normal y, sin embargo, la gestaci¨®n se interrumpe a las pocas semanas sin raz¨®n aparente. Este hecho, traum¨¢tico para muchas mujeres, es, sin embargo, mucho m¨¢s frecuente de lo que puede pensarse: entre un 12% y 14% de los primeros embarazos terminan en aborto. Muchos se producen incluso de forma tan precoz que pasan desapercibidos: se manifiestan como una regla alterada, con retraso o muy abundante, antes de que haya existido un an¨¢lisis de embarazo o de que la propia mujer lo sospeche. Se calcula que entre un 3% y un 5% de este tipo de trastornos menstruales en las mujeres j¨®venes son, en realidad, anidaciones fetales fracasadas.

Las malformaciones uterinas, la presencia de miomas y tumores o de infecciones genitales no detectadas antes del embarazo son algunas de las razones m¨¢s frecuentes de aborto, aunque en la mitad de los casos de abortos primerizos no es posible determinar con exactitud la causa.

"La mayor¨ªa de estos abortos se producen por causas gen¨¦ticas", explica Jos¨¦ Mar¨ªa Guerra Flecha, jefe del servicio de Obstetricia y Ginecolog¨ªa del hospital Gregorio Mara?on de Madrid. "Se trata, por lo general, de una alteraci¨®n cromos¨®mica en el desarrollo embrionario que hace inviable la gestaci¨®n. Pero es exclusivamente una mala divisi¨®n celular, no una alteraci¨®n de un miembro de la pareja". Seg¨²n los datos de este hospital madrile?o, el 44% de los abortos primerizos se producen entre la quinta y la octava semana de embarazo. Un 11% m¨¢s ocurren en la novena semana. Dif¨ªcilmente pasa en estos casos la gestaci¨®n al segundo mes de embarazo.

Ligeras hemorragias

Peque?as molestias y una ligera hemorragia, son las caracter¨ªsticas de estos abortos, muy distintos de aquellos en gestaciones m¨¢s avanzadas -a partir de la d¨¦cima semana de embarazo- que presentan s¨ªntomas propios del parto, con fuertes dolores y contracciones uterinas."Hay que tener en cuenta que el propio embri¨®n no es capaz de defenderse por s¨ª mismo hasta la sexta semana de embarazo. Todas las lesiones que puedan ocurrir en el momento de la implantaci¨®n del huevo, en la primera semana de la gestaci¨®n, hasta un simple fallo hormonal en el mecanismo de la reproducci¨®n, pueden alterar irremediablemente ese embri¨®n, provocando su deterioro y la interrupci¨®n de la gestaci¨®n", se?ala Guerra Flecha. Una fecundaci¨®n en los ¨²ltimos d¨ªas de la ovulaci¨®n puede afectar a la calidad del propio ¨®vulo, entonces demasiado viejo.

Un alto porcentaje de este tipo de gestaciones fracasadas -hasta el 80% seg¨²n los datos de algunos especialistas- se debe a lo que se denomina huevos hueros: se desarrolla el saco placentario, pero en realidad no hay embri¨®n. El embarazo presenta todas sus caracter¨ªsticas, con aparici¨®n de hormona placentaria, pero el ¨²tero crece menos de lo normal. "Cuando se produce un embarazo y comienza todo el proceso de separaci¨®n y multiplicaci¨®n celular del cigoto, algunas c¨¦lulas deben desarrollarse hacia el embri¨®n y otras hacia la placenta. Por alguna raz¨®n, sin embargo, no se produce este normal desarrollo celular hacia el embri¨®n", explica Luis Cabero Roura, jefe del servicio de Ginecolog¨ªa y Obstetricia del hospital Vall d'Hebron, en Barcelona.