Selecci¨®n natural de la especie

Un gran porcentaje de los abortos precoces est¨¢ probablemente relacionado tambi¨¦n con la trisom¨ªa gen¨¦tica (mongolismo) del embri¨®n, seg¨²n apunta Guerra Flecha."Podemos hablar incluso de un proceso natural de selecci¨®n de la especie, que impide que lleguen a t¨¦rmino la mayor¨ªa de los embarazos que presentan malformaciones gen¨¦ticas. Sabemos, por ejemplo, que el 29% de las fecundaciones in vitro, que se supone que se realizan en las mejores condiciones posibles, presentan malformaciones de este tipo".

En algunos casos, la raz¨®n es una reacci¨®n de rechazo del organismo femenino, de tipo inmunol¨®gico, que se produce al alojar por primera vez la carga gen¨¦tica masculina. "En algunos casos existe una incompatibilidad listem¨¢t¨ªca con la pareja", prosigue Cabero Roura. "Puede ocurrir que una mujer no haya tenido nunca problemas y empiece a tenerlos, al cambiar de pareja, con otros embrarazos".

La terapia habitual es la desensibilizaci¨®n de la mujer hacia la carga gen¨¦tica del semen. En ocasiones no queda m¨¢s remedio que recurrir a la inseminaci¨®n artificial, cuando se demuestra, tras varios abortos, una incompatibilidad sistem¨¢tica. "Este rechazo del embarazo puede deberse tambi¨¦n a una incapacidad del organismo de la mujer, que no est¨¢ lo suficientemente preparado, por un problema de incompatibilidad antig¨¦nica con la carga que representa la propia gestaci¨®n", explica Guerra Flecha.

Otra causa frecuente radica en una mala irrigaci¨®n del ¨²tero, no acostumbrado a la Presencia de un embri¨®n. "De alguna forma, el aborto predispone a una mejor gestaci¨®n posterior", se?ala Guerra Flecha.

"En los casos de huevo huero normalmente es necesario hacer un legrado, a menos que se trate de un proceso de aborto muy avanzado, y entonces se intenta que la mujer expulse ella sola el contenido del ¨²tero", explica Cabero Roura.

Sin embargo, Guefra Flecha se muestra partidario de no realizar sistem¨¢ticamante una intervenci¨®n de la paciente en todos los casos de aborto precoz. "Si el embarazo se interrumpe en la octava semana o antes, un legrado puede producir m¨¢s traumatismo en la mujer que el propio aborto".

Se puede causar, por ejemplo, una insuficiencia cervical o unas adherencias intrauterinas.