Los centros de ense?anza privados absorben a la mayor¨ªa de los futuros actores
Cinco de estas academias triplican el n¨²mero de alumnos de la escuela oficial
En la Real Escuela Superior de Arte Dram¨¢tico -la escuela oficial- est¨¢n matriculados unos 225 alumnos. En Madrid existen otras de titularidad municipal, pero donde se concentra el grueso de los futuros actores madrile?os es en los centros privados: s¨®lo cinco de ellos agrupan un total de 635 alumnos. De ellos van saliendo muchos de los actores que est¨¢n en cartelera.Conseguir una plaza en alguna de ellas ser¨¢ el primer ¨¦xito del futuro actor, que no siempre es un rebotado de la escuela oficial. La solera de muchos de ellos los convierte en objetivos de los j¨®venes c¨®micos.
Arsenio Luna es un gaditano de 25 a?os que hace cuatro lleg¨® a Madrid para hacerse actor. "Vine directo al Laboratorio", dice. Arsenio se refiere al Laboratorio de William Layton, la m¨¢s antigua de todas las escuelas de teatro. Existe desde que hace 30 a?os Miguel Narros y William Layton, un polifac¨¦tico hombre de teatro que proced¨ªa de Estados Unidos, decidieron poner fin a "la falta de formaci¨®n de que adolec¨ªan los actores en Espa?a". Alumnos que aprendieron en ¨¦l son hoy premios nacionales de teatro como Jos¨¦ Carlos Plaza y Jos¨¦ Pedro Carri¨®n."?Laboratorio? Porque ¨²nicamente se imparte un m¨¦todo de trabajo dirigido a la interpretaci¨®n. Investigamos la carencias del alumno y tratamos de potenciar las virtudes", explica Bego?a Valle, directora del Laboraitorio, en el que estudian 80 alumnos.
Las horas que no se dedican a las clases -cinco diarias en el Laboratorio- o a ensayos y es tudios se aprovechan para trabajar. Arsenio, que a los 15 a?os ya era bailar¨ªn de danza contempor¨¢nea, trabaja en un restaurante, en un bar "y hago todo lo que puedo", dice, "aplaudiendo en televisi¨®n". Juan Carlos C¨¢ceres, que asiste a la Escuela de la Cuarta Pared, tambi¨¦n tiene que compaginar sus estudios de interpretaci¨®n con el trabajo en una hamburgueser¨ªa. De 21 a?os, lleg¨® el a?o pasado a Madrid para hacer teatro. Es de Badajoz. "Lo dej¨¦ todo: mi casa, mis estudios de delineante y mi propio pub", cuenta.
La Escuela de Teatro de la Cuarta Pared se fund¨® en el a?o 1986. "Hace ocho a?os nos planteamos nutrimos de gente para llevar a cabo nuestro proyecto teatral. No Ve¨ªamos mucha dedicaci¨®n al actor", explica su director, Luis Castilla. En este centro hay 115 alumnos bajo la tutela de cinco profesores. Hay grupos para ni?os desde los cuatro a?os y otros para personas que no tienen ninguna intenci¨®n de convertirse en actores, pero la mayor¨ªa son j¨®venes que tienen como meta las tablas.
Total dedicaci¨®n
En la Escuela de Actores Ensayo 100 tambi¨¦n se exige a los alumnos total dedicaci¨®n. "Esto no son clases de yoga o un pasatiempo, se trata de formar actores", afirma Carmen Valls, profesora de este centro que dirige Jorge Eines desde hace 12 a?os. El a?o pasado se traslad¨® a la sala Ensayo 100 y tom¨® su nombre. Hay 40 alumnos divididos en dos niveles.
Valls, que dej¨® de ser maestra para convertirse en actriz, insiste mucho en la rigurosidad. "Nunca se han puesto peros a la formaci¨®n de los actores, pero hay que saber nadar para tirarse a la piscina", dice. Por algo se han bautizado as¨ª: "Hacer 100 ensayos, 100 sesiones de traba o antes de que la obra salga a escena". En Ensayo 100 tambi¨¦n hay una compa?¨ªa de teatro que se nutre ¨²nicamente de alumnos de esta escuela. Lo fundamental aqu¨ª tambi¨¦n es la t¨¦cnica de interpretaci¨®n.
Al estudio de Juan Carlos Corazza van, sobre todo, muchos profesionales que quieren perfeccionar, aunque tambi¨¦n acuden j¨®venes que se inician en el teatro. All¨ª van o han ido a los cursos de seis horas semanales Javier Bardem, Pastora Vega o Toni Cant¨®, entre otros. La intenci¨®n de Corazza cuando lleg¨® de Argentina hace tres a?os era dirigir un montaje y dar un seminario. La insistencia de varios de sus alumnos ha levantado este centro que consta de tres cursos.
Corazza insiste sobre todo en la preparaci¨®n para aplicar una t¨¦cnica. Seg¨²n cuenta, "se puede tener un m¨¦todo para llorar, pero si, el actor est¨¢ nervioso ese m¨¦todo no da resultado". En estos tres a?os Corazza tambi¨¦n ha formado a j¨®venes que hoy son profesionales. Adem¨¢s tiene una compa?¨ªa, Pez Luna, en la que trabajan algunos de sus alumnos. En la escuela de Cristina Rota estudian 198 alumnos, que en tres a?os aprenden desde interpretaci¨®n, t¨¦cnica vocal o music-hall a t¨¦cnica de play-back o gimnasia r¨ªtmica y expresi¨®n corporal. Hay tambi¨¦n cursos de dramaturg¨ªa y direcci¨®n.
Laboratorio de William Layton, Carretas, 14, 2o izquierda. Tel¨¦fono 522 32 70. Escuela de Interpretaci¨®n Cristina Rota, Sala El Mirador, Doctor Fourquet, 31. Tel¨¦fonos 53150 76-539 57 67. Escuela de Teatro Cuarta Pared, Ercilla, 17, Tel¨¦fono 473 96 66. Escuela de Actores Ensayo 100, Gravina, 11. Tel¨¦fono 53122 79. Estudio de interpretaci¨®n Juan Carlos Corazza, Bravo Murillo 310. Tel¨¦fono 57154 89.
La catarsis del tomatazo
Desde el pasado mes de septiembre, la sala Mirador ha dejado de, ser un teatro al uso. Cristina Rota, una profesora de teatro que lleva 15 a?os formando actores en Espa?a a Gabino Diego, Pen¨¦lope Cruz, Ana Torrent, Juan Diego Botto y todo el reparto de Historias de Kronen, Pastora Vega, Imanol Arias...- se plante¨® dar salida a los alumnos-que formaba en su centro. "Creo muchos alumnos, pero hay pocas salidas para ellos". Por eso alquil¨® ese teatro que ahora abre sus puertas a las diez de la ma?ana y las cierra a las once de la noche. Durante todo el d¨ªa, los estudiantes cuentan all¨ª con dos aulas y dos escenarios para clases de interpretaci¨®n, danza, canto, music-hall o t¨¦cnica vocal. Adem¨¢s, los del ¨²ltimo curso y otros que ya han terminado sus estudios han formado el grupo de teatro Nuevo Repertorio, que tiene en cartelera dos piezas que todas las noches ofrece al p¨²blico.La sala Mirador est¨¢ abierta tambi¨¦n a alumnos y actores de otras escuelas. Los s¨¢bados, por ejemplo, se celebran all¨ª las Noches del Mirador: se cede la sala a cualquiera que quiera ponerse delante del p¨²blico a realizar un mon¨®logo, un n¨²mero de canto, de baile, dar un concierto o representar una. pieza de teatro. Pero, eso s¨ª, deber¨¢ enfrentarse a la catarsis del tomatazo. "Al p¨²blico, cuando entra, se le reparten tomates. Si aprueba lo que ha visto, aplaude. Si no, lanza los tomates al escenario", explica Rota. Al principio, la mayor parte de los que acud¨ªan a esta cita eran profesionales enterados de la iniciativa. Ahora la Sala siempre se llena.
Todos tienen que poner de su parte -los actores no cobran- para sacar adelante este proyecto, que de momento durar¨¢ cinco a?os.
Las tareas de escenograf¨ªa, luces, direcci¨®n, producci¨®n, relaciones con la prensa y todas las labores necesarias en la gesti¨®n de un teatro rotan por los 10 miembros de este grupo.
"Pretendemos que los j¨®venes aprendan a gestionar y mantener por s¨ª mismos un proyecto", explica Rota.
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