Una escuela internacional de educaci¨®n ambiental

El Centro de Educaci¨®n Ambiental de Villardeciervos (Zamora) acaba de concluir su segundo a?o de funcionamiento. Por ¨¦l han pasado m¨¢s de 2.000 alumnos de educaci¨®n secundaria, procedentes de toda la geograf¨ªa nacional y de algunos colegios de Portugal. Su experiencia ha sido altamente satisfactoria, seg¨²n los responsables del programa.Concebido dentro del desarrollo curricular del medio ambiente, como tema trasversal de la LOGSE, el objetivo b¨¢sico es que los alumnos tomen contacto y conciencia de los valores naturales, en un marco id¨®neo. Pero el Centro de Educaci¨®n Ambiental de Villardeciervos se ha convertido en m¨¢s que eso. Se inculcan, se palpan y se aprenden los principios para un medio ambiente mejor, m¨¢s respetado y m¨¢s cuidado, al mismo tiempo que los j¨®venes estudiantes aprenden un valor para muchos de ellos nuevo: la convivencia.

Junto al centro de Vi¨¦rnoles (Cantabria), el de Villardeciervos se puso en marcha en la primavera de 1993 y fue dotado de car¨¢cter internacional para acoger a estudiantes del vecino Portugal. Villardeciervos est¨¢ situado cerca de la frontera portuguesa, a unos 80 kil¨®metros al noroeste de Zamora.

En su entorno se dan todas las caracter¨ªsticas necesarias para el objetivo de concienciaci¨®n medioambiental: est¨¢ en medio de un espacio natural protegido (la sierra de la Culebra), cercano a otro (el parque natural del Lago de Sanabria), tiene contraste de especies de fauna y flora, cuenta con elementos positivos y negativos en la evoluci¨®n ecol¨®gica (zonas arboladas con espacios quemados), presenta rasgos etnogr¨¢ficos y ambientes rurales en estado casi puro (Villardeciervos est¨¢ declarado conjunto monumental) e incluso el centro de control forestal de la zona est¨¢ justo. al lado del espacio educativo.

Al centro acuden 50 alumnos por semana, en dos campanas anuales. El MEC convocar¨¢ en estas fechas la apertura del plazo de solicitudes para las estancias del pr¨®ximo a?o. No hay que olvidar que el Centro de Educaci¨®n Ambiental, se sostiene con poco m¨¢s de 35 millones de pesetas anuales.

Experiencia inolvidable

La estancia en Villadeciervos es para muchos alumnos una experiencia inolvidable. Las huellas de su contacto con la naturaleza han quedado en las paredes y las estanter¨ªas del centro. Multitud de dibujos con motivos alusivos a la defensa del medio ambiente y los m¨¢s variados y sorprendentes objetos adornan pasillos y salas.Los estudiantes han recogido de todo: piedras, restos arqueol¨®gicos, f¨®siles, cr¨¢neos y huesos de m¨²ltiples animales, la cornamenta de un gran ciervo, la piel mudada de una serpiente, un par de ofidios conservados en tarros, alguna rana disecada, palos de madera de formas caprichosas, y hasta un viejo zapato que alguien encontr¨® tirado en cualquier parte. Todo un rosario de peque?os "tesoros" que, como tal, guarda el centro.

?C¨®mo transcurre la vida de los alumnos durante su semana de estancia? El director, Ricardo G¨®mez Jambrina, recuerda que los alumnos, el lunes, llegan algo despistados. Se encuentran con un lugar, un entorno y una fisonom¨ªa geogr¨¢fica que no casa con la idea que se hab¨ªan hecho de su destino: ni se parece a la meseta castellana, ni hay grandes extensiones de praderas verdes.

Pronto entran en ambiente. Chicos y chicas de los dos centros que acuden cada semana (25 alumnos por colegio, m¨¢s un profesor) son mezclados en dos grupos diferentes.

Su jornada comienza a las ocho de la ma?ana. En cinco d¨ªas van a llevar a cabo visitas a embalses, al parque natural del lago de Sanabria, varias rutas por la sierra de La Culebra y sus correspondientes trabajos de campo, adem¨¢s de talleres sobre cuestiones como deforestaci¨®n, reciclaje y otros y, siempre que el tiempo no lo impida, tambi¨¦n har¨¢n una salida nocturna para que los estudiantes descubran y sientan algunas capacidades sensoriales que nunca hab¨ªan usado.

Por la noche, los chavales reciben la visita de un guarda forestal o escuchan las historias que les cuentan otros personajes del entorno, o simplemente ponen en com¨²n sus experiencias del d¨ªa.

Durante su estancia, tambi¨¦n aprenden que la comunicaci¨®n humana no depende del grado de conocimiento de las personas. Al principio, se sorprenden y no comprenden muy bien la costumbre de las gentes del pueblo de saludarles sin conocerles de nada. Luego, ser¨¢n un elemento activo de ayuda en el desarrollo de sus trabajos del campo. Los habitantes de Villardeciervos se convierten en los primeros colaboradores del proyecto, asegura Ricardo G¨®mez.

Y llega la despedida. M¨²sica y baile en la noche del viernes, bakalao incluido. Algunos han hecho una buena amistad en apenas cinco d¨ªas, y adem¨¢s de los recuerdos del entorno, el s¨¢bado por la ma?ana tambi¨¦n se llevan la direcci¨®n del amigo o la amiga del otro colegio.

Los alumnos de un centro de Murcia se fueron asombrados de la cantidad de agua embalsada en la zona, frente a la carest¨ªa que ellos padecen. Otros, como un colegio de Ceuta, no olvidar¨¢n nunca el proceso de los glaciares, despu¨¦s de pisar las morreras que form¨® el glaciar del lago de Sanabria. Todos se van aprendiendo que el medio ambiente es mucho m¨¢s que la destrucci¨®n de la capa de ozono, las especies en peligro de extinci¨®n o los residuos incontrolados.