El Atl¨¦tico vuelve a las andadas
El Racing gana en el Calder¨®n y pone de nuevo a los rojiblancos con cuatro negativos
JOS? MIGU?LEZ El Atl¨¦tico recuper¨® la molesta compa?¨ªa de los cuatro negativos. Volvi¨® a los pelda?os bajos de la tabla. Despu¨¦s de un mes reparador que le hab¨ªa edificado un estado de esperanza, el Racing le oblig¨® a retroceder en seco. Le tir¨® un partido limpio y f¨¢cil de leer (cerrar por atr¨¢s, romper su presi¨®n con triangulaciones y morder a la contra), pero el Atl¨¦tico no supo c¨®mo contestar. Los de casa no se encontraron nunca en el partido. Lograron colgarse de la porter¨ªa c¨¢ntabra durante 20 minutos, ya con el resultado adverso, pero no les sirvi¨® de nada. El Racing jug¨® a su conveniencia y se apoder¨® de los puntos con merecimiento.
Los de casa aparecieron por el Calder¨®n con la estampa en¨¦rgica de sus ¨²ltimas citas. Mas su salida explosiva le dur¨® diez minutos. El Racing respondi¨® con oficio. Lejos de arrugarse, quitarse de l¨ªos al pelotazo y esconderse en su cocina, contesto f¨²tbol. Sac¨® el bal¨®n por abajo (hasta Pablo se gui¨® por tan sana costumbre), esquiv¨® la poderosa presi¨®n rojiblanca con triangulaciones r¨¢pidas y se lanz¨® a la aventura al contragolpe. Y con mucho sentido: llegaba en tres toques ante Diego, no sin antes enredar sobre s¨ª misma a la defensa rojiblanca. Avis¨® dos veces (sendos remates al larguero de Luis Fern¨¢ndez y Villabona) y clav¨® la navaja a la tercera.
Al Atl¨¦tico le cost¨® reponerse de la pu?alada. Tras el gol c¨¢ntabro, vivi¨® sus peores momentos. Se dobl¨® por todos los lados. Sobre todo por su derecha, la calle izquierda del Racing, donde un tipo llamado Luis Fern¨¢ndez dio un discurso de c¨®mo acaparar una banda: seguro para cerrar osado para subir y t¨¦cnico para recortar y centrar. Asom¨® por el "Calder¨®n un lateral estupendo.
La guerra del centro del campo la perdi¨® pronto el Atl¨¦tico. Y en parte, por una concesi¨®n propia: jug¨® con diez futbolistas y mitad de cuarto de otro. Caminero salt¨® al c¨¦sped lesionado. Descarademente lesionado. Con unos problemas musculares en su pierna derecha que minimizaron su rendimiento. Y adem¨¢s, derramando miedo en todas sus acciones. Simeone tampoco encontr¨® la forma de llevar la cita a su terreno. No supo c¨®mo multiplicar las revoluciones del juego, ni c¨®mo convertirlo en un ejercicio de casta y entrega. El ritmo lo marc¨® siempre el Racing.Perdido el choque por lo civil, el Atl¨¦tico busc¨® otra v¨ªa. Apret¨® el acelerador y quit¨® las manos del volante. Arrincon¨® al Racing por el principio de autoridad y le lanz¨® andanadas sin mucho criterio. Todo acab¨® en una lluvia de ocasiones forzadas, poco naturales: disparos lejanos, barullos en el ¨¢rea, cabezazos en escorzo ... En suma, un argumento poco convincente para corregir un resultado que instala de nuevo al Atl¨¦tico en la zona marr¨®n de la tabla.
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