La NASA supedita la primera misi¨®n espacial conjunta con Rusia a la garant¨ªa de seguridad
Un transbordador se acercar¨¢ a 10 metros de la estaci¨®n 'Mir' en febrero
Los veh¨ªculos emblem¨¢ticos de los programas espaciales ruso y estadounidense, la estaci¨®n Mir y un transbordador iniciar¨¢n en febrero, con un acercamiento a corta distancia, sus relaciones, que culminar¨¢n en el acoplamiento el pr¨®ximo mes de junio. Todo ello si la NASA se convence de que la seguridad, su prioridad n¨²mero uno, est¨¢ garantizada, seg¨²n ha declarado su director, Daniel Goldin. A medida que se acerca la fecha de esta primera misi¨®n conjunta de Rusia y Estados Unidos tras el final de la guerra fr¨ªa van saliendo a la luz las dificultades para adaptar satisfactoriamente formas de entrenamiento y trabajo muy diferentes con vistas a la estaci¨®n intemacional permanente Alpha.
Dentro de poco m¨¢s de un mes, el transbordador Discovery se acercar¨¢ a s¨®lo 10 metros de la Mir, pero no llegara a unirse a ella. As¨ª se ensayar¨¢n las maniobras del primer acoplamiento definitivo, que tendr¨¢ lugar en junio. Entremedias, en marzo, un astronauta americano subir¨¢ a la Mir para permanecer all¨ª m¨¢s de tres meses y ser recogido en junio por el transbordador, justo cu¨¢ndo se cumplan 20 a?os de la hist¨®rica misi¨®n Apolo-Soyuz, que no tuvo m¨¢s efectos pr¨¢cticos que el puramente propagand¨ªstico.En este caso esta primera misi¨®n conjunta en varias fases es la preparaci¨®n de seis m¨¢s en los pr¨®ximos tres a?os y el pr¨®logo de la estaci¨®n espacial internacional Alpha, en la que Estados Unidos decidi¨® hace dos a?os dar entrada preferente a Rusia, como instrumento de acercamiento pol¨ªtico entre los dos pa¨ªses y en la que participan tambi¨¦n Europa, Jap¨®n y Canad¨¢.
300 p¨¢ginas de siglas
Desde entonces est¨¢n en contacto los organismos espaciales de ambos pa¨ªses y un astronauta ruso, Sergu¨¦i Krikaliov, ha volado ya en el transbordador. Pero los problemas -t¨¦cnicos, de adaptacion e incluso aduaneros- han sido muchos y persisten, como pusieron de manifiesto los protagonistas de este programa espacial en una reciente reuni¨®n en Houston (EE UU). Los rusos fueron especialmente cr¨ªticos. "Lo primero que me dieron cuando llegu¨¦ a la NASA", afirm¨® Krikaliov, "fueron 300 p¨¢ginas de siglas para que me las aprendiera de memoria". La man¨ªa por las siglas es tal que en la NASA nunca se habla de la base de lanzamientos Kennedy Space Center, sino del KSC. Los astronautas estadounidenses, por su parte, se quejaron de las espartanas condiciones de entrenamiento en la Ciudad de las Estrellas (Mosc¨²). Y todos reconocieron que la barrera del idioma es la peor.
El director de operaciones del centro espacial ruso, Valeri Ryumin, fue general pero tajante: "Tenemos muchos problemas, pero estamos trabajando mucho para resolverlos". Algunos de ellos se deben a la aduana rusa, "que tiene sus propias reglas", seg¨²n Ryumin, y ha impedido que puedan estar listos a tiempo parte de los equipos de investigaci¨®n m¨¦dica que pretend¨ªa utilizar Thagard en la Mir. Para conseguir que se aten¨²en estas dificultades el vicepresidente de Estados Unidos, Albert Gore, visit¨® en diciembre en Rusia al primer ministro ruso, Viktor Chernomirdin. Los responsables de ambos programas reconocieron que lo m¨¢s dif¨ªcil es resistir la tentaci¨®n de decirle al otro c¨®mo debe hacer su trabajo.
El acoplamiento es una de las preocupaciones principales de los directivos de la NASA. Las dos ¨²ltimas veces que lleg¨® un veh¨ªculo de carga a la Mir tuvo que ser acoplado a mano, algo que no importa mucho a los rusos, acostumbrados a todo tipo de reparaciones y chapuzas espaciales, pero que repugna a los americanos, cuyas misiones son preparadas minuciosamente. El Atlantis llevar¨¢ en junio en la bodega de carga un m¨®dulo port¨¢til para acoplarse a la Mir, pero en octubre de 1995, en su segunda misi¨®n, fijar¨¢ otro permanente para futuras misiones.
El mando
?Qui¨¦n mandar¨¢ en las misiones? Rusos y estadounidenses est¨¢n de acuerdo en que depender¨¢ del territorio que se pise en cada momento, si es ruso o estadounidense. Pero si surgen problemas cuando un veh¨ªculo se acerque al otro, las reglas pueden resultar poco claras. Por lo pronto, el transbordador y la Mir deber¨¢n comunicarse por una radio normal a, pilas cuando est¨¦n muy cerca porque las frecuencias a las que trabajan sus equipos en ese alcance son distintas.
El Discovery, con el veterano astronauta ruso VIadimir Titov a bordo, partir¨¢ el 2 de febrero y tres d¨ªas m¨¢s tarde se aproximar¨¢ a la Mir hasta 10 metros, distancia a la que permanecer¨¢ de cinco a 10 minutos. Luego se retirar¨¢ a 100 metros e inspeccionar¨¢ y filmar¨¢ la estaci¨®n para preparar la misi¨®n de junio. En marzo, el astronauta estadounidense Norman Thagard, que lleva m¨¢s de un a?o entren¨¢ndose en Rusia, ser¨¢ lanzado hacia la Mir con dos astronautas rusos. Y el 10 de junio, el Atlantis partir¨¢ para recoger a los tres, con la tripulaci¨®n de repuesto -dos astronautas rusos- a bordo. Cinco de los 11 d¨ªas que durar¨¢ su misi¨®n permanecer¨¢ acoplado a la Mir.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.