La vida humana
es r¨¢pida y fugaz; Dios nos la da y ¨¦l, tan s¨®lo, nos la puede quitar. Nadie m¨¢s sobre la tierra debe convertirse en verdugo de su propio hermano. Hecho luctuoso el acaecido hace unos d¨ªas en las calles de la capital de Espa?a. Dos profesionales del volante -dos taxistas- fueron asesinados cuando ejerc¨ªan funciones propias de su profesi¨®n.
Todos nos unimos ante el dolor de sus respectivas familias, que han sufrido, una vez m¨¢s, el embate de la agresi¨®n -en la calle- en sus propias carnes con resultado final de muerte.
El presunto autor de los homicidios, de nacionalidad marroqu¨ª, hab¨ªa sido detenido en 17 ocasiones por miembros de la Polic¨ªa Nacional, por cometer distintos delitos dentro de la geograf¨ªa espa?ola. Ten¨ªa abierto expediente de expulsi¨®n del territorio nacional -conducta delictiva y entrada ilegal en Espa?a-, tramitado dicho expediente por la autoridad gubernativa.
Su expulsi¨®n estaba pendiente de la decisi¨®n que adoptara la autoridad judicial, que habr¨ªa de juzgarlo y sentenciarlo por los delitos cometidos.
A mi entender, el Gobierno espa?ol deber¨ªa haber habilitado los medios necesarios para que la coordinaci¨®n -que ya existe- entre las autoridades judiciales y gubernativas siguiese un tr¨¢mite m¨¢s r¨¢pido; de esta manera, todo extranjero residente en Espa?a, tras cometer un delito, ser¨ªa devuelto a su pa¨ªs de procedencia a la mayor brevedad posible.
Ni xenofobia ni racismo: tratar de aplicar la justicia cuanto antes mejor. Lo mismo que se aplica a cualquier ciudadano espa?ol.
A todo delito cometido le corresponde en todo momento una pena impuesta por la autoridad judicial mediante la sentencia correspondiente.
La pena tiene como misi¨®n salvaguardar el orden p¨²blico dentro de una sociedad, a fin de que se viva dentro de ella en paz y con tranquilidad; otra finalidad que la pena tiene tambi¨¦n es la de ingresar en el centro penitenciario adecuado al transgresor de la ley para su rehabilitaci¨®n y enmienda.
De esta forma, toda persona ingresada en un centro de privaci¨®n de libertad puede volver en el tiempo minimo indispensable a la sociedad de la que proced¨ªa. Hermanos entre hermanos: la ley para ambos.-
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