La Universidad pretende formar al m¨¦dico de familia, pese a haberlo ignorado hasta ahora
Los especialistas consideran inviable un posgrado marginal al del sistema MIR
Los estudiantes de medicina ti?eron con el color blanco de sus batas el paisaje de las, principales ciudades del pa¨ªs durante las ¨²ltimas semanas del pasado a?o. Reivindicaban ante las administraciones sanitaria y de educaci¨®n garant¨ªas suficientes para que, al terminar la licenciatura universitaria, puedan completar su formaci¨®n con al menos dos a?os de ense?anza de posgrado en la especialidad de medicina general. Sin esa condicion, por imperativo de una directiva de la Uni¨®n Europea que entra en vigor a partir de este mes de enero, su t¨ªtulo de licenciados ser¨ªa papel mojado, puesto que no se les permitir¨¢ ejercer la profesi¨®n en el sistema sanitario p¨²blico. Junto a los estudiantes, aunque no en la calle, han estado en primera fila de esta batalla, que posiblemente llegue a un final fe liz en los, pr¨®ximos d¨ªas, los pro fesionales de la medicina familiar y comunitaria. A lo largo de esta semana, los alumnos estudiar¨¢n si aceptan la f¨®rmula de consenso alcanzada el pasado d¨ªa 5 para salir del conflicto. Una f¨®rmula que, mediante un aumento sus tancial de las plazas de Medicina de Familia del sistema MIR, garantizar¨ªa a quienes expl¨ªcita mente opten por esa especialidad antes de examinarse para el acceso al MIR que `podr¨¢n cursarla ese mismo a?o o al siguiente si consiguen aprobar el examen.
Jos¨¦ Mar¨ªa Lobos Bejarano, presidente de la Sociedad Madrile?a de Medicina de Familia y Comunitaria, explica por qu¨¦ este colectivo profesional se ha sentido tan directa y especialmente concernido por el conflicto: "Desde que en 1986 la Comunidad Europea aprobara la citada directiva, la propia Administraci¨®n, espa?ola ha venido identificando esa especializaci¨®n en Medicina general que exige la UE con la de Medicina de Familia y Comunitaria, incorporada por Espa?a a la formaci¨®n de posgrado de todas las especialidades m¨¦dicas del sistema MIR".
Aparente contradicci¨®n
Por eso le sorprende la "aparente contradicci¨®n que. supone el que Espa?a se adelantara a otros pa¨ªses de su entorno en la r¨¢pida percepci¨®n de la importancia de una formaci¨®n espec¨ªfica en el ¨¢mbito de la medicina de aten ci¨®nprimaria mientras el sistema universitario permanecia ajeno a la misma".
Esta misma perplejidad es compartida por el doctor Eduardo Calvo, m¨¦dico de familia en el Centro de Salud de la localidad madrile?a de Pozuelo. El doctor Calvo considera que ha habido un "claro desinter¨¦s y tal vez hasta un desprecio de la estructura acad¨¦mica espa?ola hacia la medicina farniliar". "Sorprende que, a¨²n ahora, las facultades se est¨¦n planteando la duda sobre si es o no una especialidad. Fue precisamente Estados Unidos, el pa¨ªs de la superespecializaci¨®n, el primero en incorporar la medicina general, con el nombre de medicina familiar, al ¨¢mbito de las especialidades m¨¦dicas. En las 256 escuelas m¨¦dicas estadounidenses existe un departamento de esa especialidadad, lo que contrasta con el hecho, de que en Espa?a no haya ni uno solo". ?nicamente en la facultad de la Universidad Aut¨®noma de Madrid (UAM), ha empezado a funcionar una unidad interdepartamental de Medicina Familiar. La de Sevilla ha incorporado a su plan de estudios una asignatura de esta especialidad, y s¨®lo esas dos facultades m¨¢s las de Alicante y las dos de Barcelona tienen asociados centros de salud acreditados para la docencia de posgrado en la especialidad.
El doctor Lobos Bejarano dice que este panorama explica la sorpresa que produjo a su colectivo el que el Ministerio de Sanidad considerara en alg¨²n momento ofrecer a los licenciados una v¨ªa de formaci¨®n de posgrado en la especialidad de medicina general distinta a la del sistema MIR, previsiblemente tutelada por las facultades. "?Con que mimbres podr¨ªa hacerse esto?", se ptegunta.
Desconocimiento
Esta ausencia de la especialidad en el ¨¢mbito acad¨¦mico explica, en opini¨®n, de Lobos y Calvo, el desconocimiento que los estudiantes de medicina han tenido hasta ahora de la misma. "Ya es significative", apunta Calvo, "el que haya sido a partir del momento en que la Universidad Aut¨®noma de Madrid creara la citada unidad interdepartamental cuando han empezado a escoger esta especialidad cada vez mayor n¨²mero de los licenciados que obtienen buenas puntuaciones en el examen de acceso al sistema MIR".
Uno de esos licenciados es Jos¨¦ Mar¨ªa Molero, que comienza ahora el segundo a?o como residente en esta especialidad. La eligi¨® con el n¨²mero 1.500 sobre los 4.500 MIR, de su promoci¨®n. Y no se arrepiente. Su primer a?o de residente ha sido para ¨¦l una "experiencia fundamental".
Tres a?os intensos
La formaci¨®n del m¨¦dico famliar en el sistema MIR se desarrolla durante tres intensos anos, siempre al lado de un especialista que tutela, vigila, corrige, orienta y eval¨²a su trabajo. Durante el primer a?o recorre, en un hospital, los ¨¢mbitos de la medicina interna, reumatolog¨ªa, digestivo, dermatolog¨ªa, endocrinolog¨ªa y cardiolog¨ªa. De igual modo, y siempre tutelado por los profesores especialistas y por los propios residentes de los cursos avanzados, en el segundo a?o, dedica seis meses a la cirug¨ªa, menor, traumatolog¨ªa, oftalmolog¨ªa y otorrino; cuatro a pediatr¨ªa y obtestricicia-ginecolog¨ªa y dos a salud mental. El orden de rotaci¨®n por dichas especialidades puede alterarse en funci¨®n de la de los residentes de las restantes especialidades. El tercer a?o se desarrolla ¨ªntegramente en un Centro de Salud Docente. All¨ª, al lado de un m¨¦dico tutor, comienza a desarrollar plenamente su especialidad.
"El usuario de la sanidad p¨²blica", explica el doctor Lobos Bejarano, "percibe enseguida, cuando acude a un Centro de Salud, que est¨¢ siendo atendido por un m¨¦dico de familia: es cuando observa que el facultativo no acude a las primeras de cambio a su recetario para enviarlo a la farmacia o para desviarlo hacia otros espcialistas". Seg¨²n Lobos, el m¨¦dico de familia, precisamente por su formaci¨®n, "est¨¢ en condiciones de ofrecer respuestas v¨¢lidas para el 80% de las situaciones de enfermedad".
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