32 chabolistas, alojados en barracones usados en un p¨¢ramo de Cuatro Vientos

El ¨²ltimo poblado construido para chabolistas, junto al aer¨®dromo de Cuatro Vientos (Latina), es el m¨¢s aislado de la ciudad. No hay nada alrededor. Ni casas, ni comercios, ni escuelas, ni paradas de autob¨²s. S¨®lo campo, y ahora, tambi¨¦n 32 barracones de segunda mano. El Consorcio para el Realojamiento de la Poblaci¨®n Marginada ha trasladado all¨ª a familias que viv¨ªan en Carabanchel, en la barriada de los Caprichos (11) y en el Camino Alto de San Isidro (21). Los acuerdos pol¨ªticos de no crear nuevos guetos han quedado en el caj¨®n.

Al nuevo asentamiento, construido por el Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima), de la Comunidad, en terrenos municipales, s¨®lo se accede por un camino vecinal que, partiendo del helipuerto de Cuatro Vientos, transcurre entre sembrados.Las casas son prefabricados o sankis utilizados ya en la remodelaci¨®n del barrio de la Ventilla (Tetu¨¢n). El Ivima ha tenido que urbanizar el terreno, realizar las acometidas de agua y luz y pintar y acondicionar los barracones. Quedan diez sankis por arreglar, que se destinaran a familias del Cerro Mica (Latina). Falta tambi¨¦n habilitar un centro de atenci¨®n social.

Los pobladores se quejan de lo apartado del lugar y de la basura acumulada en sus alrededores. "Al menos pod¨ªan haber retirado toda esta proquer¨ªa antes de traernos", protestan. En las calles, junto a veh¨ªculos y furgonetas corrientes, se ven coches de potente cilindrada.

"Soy consciente de que estamos quitando un problema del presente y llev¨¢ndolo al futuro", asegura el gerente del Consorcio, Julio Fern¨¢ndez Mato. "Pero al menos estas 32 familias tendr¨¢n una casa, aunque prefabricada, en vez de una chabola", a?ade. "El nuevo campamento est¨¢ en una zona aislada y, sin embargo" ya nos han llegado quejas de vecinos del barrio de La Fortuna, en Legan¨¦s", concluye.

Con este realojamiento, el Camino Alto de San Isidro, donde hab¨ªa medio centenar de chamizos, 21 legales y 28 ilegales (no incluidos en el censo de chabolistas), ha quedado libre de favelas. A las primeras se les ha trasladado a Cuatro Vientos. A las segundas se les ha derribado la caseta.

Curiosamente, las 21 consideradas legales no estaban incluidas en el censo elaborado en 1986 por el Consorcio, organismo dependiente del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid. Pero en 1991, a trav¨¦s de la asociaci¨®n gitana Camelamos Parrugar, consiguieron que las instituciones les colaran en el censo.

Las ¨²nicas protestas por los derribos de estos d¨ªas se originaron al desmantelar un chamizo acondicionado para el culto de la Iglesia Evang¨¦lica de Filadelfia. Los fieles; apoyados por la asociaci¨®n de vecinos de Carabanchel Bajo, se negaron a que se tirase su iglesia sin orden judicial.