Espa?a cotiza a la baja en Europa
En los Quince se teme que la crisis persiga a Gonz¨¢lez todo el a?o
En v¨ªsperas de las elecciones legislativas espa?olas de junio 1993, el prestigioso semanario The Economist asegur¨® que, a pesar de su menor desarroll¨® econ¨®mico, Espa?a gozaba en Europa de un mayor peso pol¨ªtico que Italia gracias a la estabilidad de un Gobierno con ideas claras sobre la integraci¨®n comunitaria. Un a?o despu¨¦s, cuando Alemania estaba a punto de encabezar la Uni¨®n Europea (UE), el titular de Asuntos Exteriores, Javier Solana, reiter¨® hasta la saciedad que la rotaci¨®n en la presidencia comunitaria de tres grandes capitales -Bonn, Par¨ªs y Madrid- dar¨ªa un impulso al proyecto europeo. La crisis que atraviesa Espa?a ha dado al traste con esos sue?os de grandeza y progreso."Se acab¨® el espejismo", declara un diplom¨¢tico europeo acreditado en Madrid y que prefiere guardar el anonimato. "Espa?a ha quedado redimensionada a lo que es: Un pa¨ªs medio en Europa pero cuya riqueza relativa le sit¨²a m¨¢s, bien a la cola del 'club' al que pertenece", concluye.
Dos ejemplos ilustran esta afirmaci¨®n. Las devaluaciones de la peseta alejan desde 1992 a la renta per capita espa?ola de la med¨ªa comunitaria. Provocando la ca¨ªda de la moneda nacional desde finales de diciembre, los mercados dicen abiertamente lo que los pol¨ªticos y los hombres de negocios europeos sospechan desde hace tiempo: Espa?a no estar¨¢ en la avanzadilla de los Estados comunitarios que en 1997 o 1999 accedan a la tercera fase de la uni¨®n monetaria que conlleva la creaci¨®n de una moneda ¨²nica.
Alemania, en opini¨®n de buena parte de los diplom¨¢ticos que siguen los asuntos comunitarios, ejerci¨® en 1994 un liderazgo deficiente a causa de las elecciones legislativas, que interfirieron con su presidencia. A Francia le va a suceder otro tanto este semestre por culpa de los comicios presidenciales. La esperanza era Espa?a, que, en principio, no tendr¨ªa que celebrar elecciones durante su etapa al frente de la UE -de julio a diciembre- y que gozaba de un Gobierno estable dirigido por un presidente, Felipe Gonz¨¢lez, ilusionado en ahondar la construcci¨®n europea.
La crisis est¨¢ socavado la esperanza. "Haya o no elecciones, el s¨ªndrome de la inestabilidad planear¨¢ sobre el Ejecutivo durante todo el a?o si sigue en manos de los socialistas", comenta el ministroconsejero de una embajada, extranjera que tambi¨¦n prefiere no dar su nombre. De ah¨ª que sea dif¨ªcil esperar que se reproduzca el impulso pol¨ªtico que Espa?a supo dar a la UE durante su anterior presidencia, en 1989. Si, para esas fechas, el Partido Popular estuviera en el poder, "su inexperiencia la impedir¨ªa sacar partido de la presidencia", a?ade.
Sobre el papel, la agenda de la presidencia espa?ola est¨¢ cargada de asuntos importantes. Est¨¢n previstas nada menos que dos cumbres de jefes de Estado y de Gobierno, una gran conferencia mediterr¨¢nea, una docena de reuniones de un grupo encargado de preparar la reforma institucional de 1996, la firma de acuerdos de libre comercio con Mercosur y M¨¦xico y medio centenar de consejos de ministros. Durante el segundo semestre, Espa?a encabezara adem¨¢s la Uni¨®n de Europa Occidental, el pilar europeo de la defensa.
"La agenda ordinaria no habr¨¢, ning¨²n problema en sacarla adelante, porque el sector de la Administraci¨®n espa?ola que se codea con Europa est¨¢ perfectamente rodado", asegura un alto cargo de Asuntos Exteriores. "Si quieres, no obstante, ir m¨¢s lejos, aportar un granito de arena original al proyecto europeo, resultar¨¢ m¨¢s dif¨ªcil porque, primero, estar¨¢s distra¨ªdo por los asuntos internos y te faltar¨¢ adem¨¢s fuerza pol¨ªtica".
La "distracci¨®n" ya ha empezado. En sus numerosos intervenciones en los medios de comunicaci¨®n, Solana s¨®lo habla de pol¨ªtica interna y nunca de los asuntos de su cartera. Ni siquiera ha nombrado todav¨ªa al presidente del grupo encargado de preparar la conferencia de 1996 y varios Estados miembros se le han adelantado. "La demora es tanto m¨¢s incomprensible que hay que empezar ya mismo a hacer circular documentos de trabajo entre los Quince", afirma un diplom¨¢tico.
La "distracci¨®n" o el "desinter¨¦s" afecta incluso a un presidente Gonz¨¢lez anta?o apasionado por la pol¨ªtica, exterior. En la cumbre de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa, celebrada en diciembre en Budapest, se hizo un poco el remol¨®n antes de aceptar entrevistarse con algunos jefes de Gobierno no comunitarios que se lo hab¨ªan solicitado. El 24 de enero iniciar¨¢ a rega?adientes una visita oficial a Rumania que dif¨ªcilmente puede, aplazar por segunda vez.
La "distracci¨®n" ha llevado, por ¨²ltimo, a Espa?a a renunciar a dirigir durante el segundo semestre de este a?o al llamado grupo de Schengen, integrado por nueve pa¨ªses de la UE que quieren abolir sus fronteras comunes a partir de abril. "Antes hubiesemos estado dispuestos a hacerlo todo y a la vez, pero ahora debemos tener menos fuerzas" comenta otro diplom¨¢tico espa?ol.
Una presidencia significa adem¨¢s sacrificar a veces intereses propios para lograr el consenso entre los socios. Las dificultades internas conducen a los Estados miembros a mostrarse m¨¢s r¨ªgidos en las negociaciones porque la: presi¨®n de la oposici¨®n es mayor.
Antes de acceder a la direcci¨®n de la UE este fen¨®meno ya ha empezado a afectarle a Espa?a en la negociaci¨®n pesquera tendente a equiparar, a partir de 1996, los derechos de los pescadores espa?oles con los de los nuevos socios (Suecia y Finlandia). El Gobierno amenaz¨® con vetar la ampliaci¨®n a los nuevos miembros si no se cumpl¨ªa el compromiso pol¨ªtico adquirido con Espa?a, en marzo en Grecia, de "homologar" a sus pescadores antes del 31 de diciembre, aunque el acuerdo entrar¨ªa en vigor un a?o despu¨¦s. Dio este paso pese a que quedaba, por tanto, un a?o para resolver el problema.
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