Par¨ªs dedica a Brancusi la exposici¨®n del a?o
El Centro Pompidou exhibir¨¢ la mejor obra del padre de la escultura abstracta
Ser¨¢ la principal exposici¨®n del a?o en Francia y, seg¨²n los responsables del Centro Pompidou, una de las grandes resurrecciones art¨ªsticas de fin de siglo: el escultor franco-rumano Constantin Brancusi (1876-1957), tan oscuro como genial e influyente, ser¨¢ objeto de una complet¨ªsima retrospectiva entre el 14 de abril y el 21 de agosto. La exposici¨®n, que se complementar¨¢ con libros y obras teatrales en tomo a Brancusi, estar¨¢ rodeada de las medidas de seguridad m¨¢s sofisticadas que haya conocido el Centro Pompidou. De Par¨ªs se trasladar¨¢ al Museo de Arte de Filadelfia.
En el terreno de las artes pl¨¢sticas se considera que el siglo XX es el siglo de Pablo Picasso, un creador individualista y existencialista. Yo creo", dijo ayer Margit Rowell, conserva dora del Museo de Arte Moderno de Nueva York y Comisaria de la exposici¨®n, "que el tr¨¢nsito al siglo XXI estar¨¢ marcado por la despersonalizaci¨®n y la metaf¨ªsica que encarnan dos creadores gigantescos: Pieter Mondrian y Constantin Brancusi".La biograf¨ªa de Brancusi es una mezcla de haza?as y de sombras. Naci¨® el 19 de febrero de 1876 en Hobitza, una aldea al pie d¨¦ los C¨¢rpatos rumanos, en una, familia de campesinos acomodados. Aprendi¨® dise?o industrial y matem¨¢ticas en Craiovay Bellas Artes en Bucarest, y en 1904, a los 28 a?os, emprendi¨® un extraordinario viaje a pie hacia Par¨ªs a trav¨¦s de Hungr¨ªa, Austria, Alemania y Suiza. En 1906 su trabajo fue admitido en el prestigioso Sal¨®n de Oto?o y al a?o siguiente fue empleado por Auguste Rodin. S¨®lo dur¨® un mes como ayudante de Rodin: se despidi¨® ¨¦l mismo porque, dijo, "no crece nada bajo los grandes ¨¢rboles". A partir de entonces se erigi¨® en un pionero del arte moderno y mantuvo amistad con Matisse, Modigliani, Duchamp (que le introdujo en Estados Unidos), Tzara, Cocteau, Man Ray y otros.
EI 'p¨¢jaro'
Durante un proceso que le en frentaba a las aduanas neoyorquinas, pronuncio una de las frases m¨¢s utilizadas luego en la defensa del arte abstracto: "?Dir¨ªa usted que eso que ha hecho Usted representa un p¨¢jaro??", le pregunt¨® el tribunal. "No, se?or. Eso", respondi¨®, "representa la idea de un p¨¢jaro en vuelo". Pese a su ¨¦xito internacional, su historia personal permanece relativamente oscura. Muri¨® en 1957 y un conflicto . testamentario ha impedido el acceso a sus archivos. Seg¨²n Margit Rowell, "mucho de lo que creemos saber sobre Brancusi carece de documentaci¨®n y acaso sea falso". El propio Brancusi pareci¨® preferir que su obra fuera ef¨ªmera. Hizo que el pedestal (o los pedestales superpuestos) se integraran en sus esculturas, a veces compuestas de distintas piezas, sin elementos de fijaci¨®n: todo se sosten¨ªa por un prodigio de, equilibrio. Los propios materiales (m¨¢rmol, piedra, madera, metal), siempre enfermizamente pulidos, siempre luminosos, eran trabajados de forma que su fragilidad fuera extrema. Varias de sus 400 obras catalogadas se han roto o perdido. La reuni¨®n en Par¨ªs de 103 esculturas, 38 dibujos y 55 fotograf¨ªas originales del artista se har¨¢ con un cuidado exquisito. Para la exposici¨®n, el arquitecto Lorenzo Piqueras ha dise?ado grandes c¨ªrculos de hormig¨®n que proteger¨¢n obra de las vibraciones del edificio y del roce de los visitantes. El sistema de alarma ser¨¢ "lo m¨¢s sofisticado que permite la tecnolog¨ªa moderna", seg¨²n Pierre Rarr¨¦, director del Centro Pompidou.
Cuando no fue ¨¦l, fueron la naturaleza o la casualidad quienes conspiraron contra el trabajo de Brancusi. Su taller del callej¨®n Ronsin (en Montparnasse, donde se encuentra ahora el Hospital Necker) se consider¨® como el mejor museo del artista, con la aglomeraci¨®n sincr¨®nica de estilos, materiales y ¨¦pocas que Brancusi consideraba id¨®nea para la contemplaci¨®n de su obra, y fue legado al Estado franc¨¦s tras su muerte.
Testamento
La restauraci¨®n que exig¨ªa el artista en su testamento se consider¨® imposible y en 1962 se recre¨® una r¨¦plica en el Museo Nacional de Arte Moderno. En 19771 con motivo de la inauguraci¨®n del Centro Pompidou, se construy¨® una segunda r¨¦plica junto a la nueva catedral del arte moderno. Pero las inundaciones de 1990 lo destruyeron parcialmente y hubo que cerrarlo. La exposici¨®n de este verano ser¨¢ un pr¨®logo de la inauguraci¨®n del cuarto Taller Brancusi, que construye el arquitecto Renzo Piano y se abrir¨¢ al p¨²blico en 1997, para celebrar el vig¨¦simo aniversario del Centro Pompidou.
La fragilidad de las esculturas de Brancusi hace que la de este a?o sea "probablemente, la ¨²ltima gran retrospectiva que podr¨¢ verse" del artista, seg¨²n Margit RoweIl. En cuanto se cierre la exposici¨®n del Centro Georges Pompidou, las piezas ser¨¢n embaladas y trasladadas a Filadelfia, donde el Museo de Arte, coorganizador de la muestra junto a la empresa de comunicaci¨®n Havas, albergar¨¢ la retrospectiva hasta la primavera.
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