Los nuevos due?os de la sala Caracol convierten el local flamenco en pop
El recinto estar¨¢ cerrado hasta febrero por obras de reforma

Martirio, Menese o Morente -por citar algunos nombres- tienen un sitio menos donde actuar en Madrid. Al menos por ahora. Los nuevos propietarios de la sala Caracol -antiguo templo del flamenco y de la m¨²sica ¨¦tnicapretenden convertir el recinto en un nuevo Rock-Ola -m¨ªtico ¨¢gora de la movida madrile?a-, orientado preferentemente hacia el pop y el rock. Para ello han iniciado obras de insonorizaci¨®n y ampliaci¨®n de aforo. Eso mantendr¨¢ el local cerrado hasta finales de febrero.
"Queremos convertir la sala en un recinto multiuso, con exposiciones y pases de modelos, y en un lugar de encuentro para el mundillo de la rn¨²sica", asegura el reci¨¦n estrenado gerente -y uno de los propietarios de nuevo cu?o-, Mario Larrode. "Lloro cuando pienso que la Caracol va a perder su saborcillo, ¨²nico en Madrid y fruto de tres a?os de trabajo", se lamenta por su parte Mariola Orellana, una de las ex due?as y antigua responsable de programaci¨®n. "Que no se la carguen convirti¨¦ndola en una, sala rockera m¨¢s", suplica.El cambio de manos -que se verific¨® el pasado lunes, fecha en que empezaron tambi¨¦n los trabajos de reforma- ha puesto punto final a siete meses de negociaci¨®n. U n consorcio de personas relacionadas con la m¨²sica y la hosteler¨ªa ha entrado a saco en el accionariado, aunque las tres anteriores propietarias -Orellana y las hermanas Piedad y Roc¨ªo Aguirre- mantienen una peque?a participaci¨®n (el 15%). No se han dado m¨¢s detalles.
La raz¨®n del movimiento es espec¨ªficamente monetaria, seg¨²n Orellana, de 31 a?os. "Francamente, nos asfixiaban las deudas", aclara. "Por un lado, el aforo era peque?o -300 personas-, y la gente, en general, se resist¨ªa a pagar entrada; por otro, en el ambiente flamenco los artistas van mayoritariamente a cach¨¦ y no a porcentaje, y en este ¨²ltimo caso se llevan el 60% o el 70% de la recaudaci¨®n", prosigue. "As¨ª no se hace dinero, aunque nosotras nos metimos en esto por amor al arte, y no por negocio", concluye.
Larrode, por su parte, rebosa optimismo: "La Caracol siempre ser¨¢ la Caracol. Queremos ofrecer buena m¨²sica de cualquier parte del planeta". Para ello asegura que tiene "tres o cuatro trallazos" -que no especifica- preparados para la reinauguraci¨®n de la sala, que ser¨¢ a finales de febrero. Pese a sus palabras, la futura programaci¨®n de la sala dedicar¨¢ dos d¨ªas al pop, dos al rock, uno al jazz; y uno al flamenco. "Las otras m¨²sicas llegar¨¢n m¨¢s adelante", promete.
Con 43 a?os y m¨¢s de veinte dedicados -a la fotograf¨ªa -es el autor de m¨¢s de, trescientas carpetas de discos- y a las relaciones p¨²blicas, Larrode afirma contar con "un gran equipo" de colaboradores. Tambi¨¦n es su deseo que las. tres anteriores due?as se ocupen de todo lo referente al cante jondo. "Nosotras estamos dispuestas, pero todo depende de en qu¨¦ condiciones", puntualiza Orellana.
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