Un injusticia
?No es injusto tachar de "visceral" tan s¨®lo el juicio de valor derogatorio? ?Acaso no ser¨ªan viscerales muchos juicios de valor aprobatorios? ?Por qu¨¦ la apolog¨ªa nunca es tachada de visceralidad? ?O no ser¨ªa visceral, por ejemplo, la casi obscena incondicionalidad de nuestro siempre querido, benem¨¦rito, ilustrado, huecograbado, grapado y encuadernado diario mon¨¢rquico de la ma?ana con el no menos benem¨¦rito instituto de la. Guardia Civil? Aunque este caso tal vez merezca el atenuante o eximente de que, desde aquella inmemorial y memorable portada de "Tambi¨¦n los guardias civiles tienen madre", tal incondicionalidad haya venido a formar parte de las inalienables notas ontol¨®gicas del diario, a ser un casi cong¨¦nito ingrediente de su pr¨ªstina solera, del m¨¢s genuino, inimitable, almibarado elixir de abece¨ªna.(Racionalizaci¨®n) Cortaron los campos a escuadra, con lindes rectil¨ªneas, a fin de que cuadrasen con los cuadrados folios de sus propias escrituras en el Registro de la propiedad.
(Anti-Beccaria: proporzionalit¨¤) El agravio en la sentencia, la alameda en el catastro, cosas redondas metidas en recipientes cuadrados.
(Ante el retrato de Juan de Pareja) Tal vez Te alegrar¨ªa si me enterase de que quena a su criado y lo trataba con respeto y con dulzura, pero, con todo, me conformo con ver hasta qu¨¦ punto la incorruptible lealtad de sus. pinceles no supo negarse a emanciparlo de toda servidumbre imaginable, reconociendo y fijando para siempre, en esa levitante inteligencia y seriedad de la mirada, el aura de la m¨¢s alta condici¨®n humana.
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