Evoluci¨®n
Hay personas que abrenla boca para hablar y expulsan un rebuzno. En Las aventuras de Pinocho, Carlo Collodi relata este proceso de animalizaci¨®n padecido por unos ni?os que no quieren ir al colegio. Despu¨¦s de los rebuznos, vienen las orejas y el rabo de burro, de manera que enseguida quedan atrapados dentro del cuerpo de ese pobre animal que hemos elegido para simbolizar la estupidez.A los chicos de ETA les pasa algo parecido, s¨®lo que m¨¢s grave, porque cuando hablan, en lugar de rebuznos, les salen disparos. Seguramente, se metieron en esto por diversi¨®n, como los ni?os traviesos de Pinocho: desde luego, era m¨¢s divertido pintar esquelas en las paredes que acudir al colegio. Adem¨¢s, de ese modo no hac¨ªan da?o a nadie, las palabras no matan. "Gregorio, hijo de puta, est¨¢s muerto", escrib¨ªan con un spray negro sobre la tapia del cementerio en que han convertido su pa¨ªs, y se mor¨ªan de la risa. Lo que pasa es que de tanto morirse de la risa y de no ir al colegio fueron animaliz¨¢ndose sin darse cuenta, as¨ª que lleg¨® un momento en que abr¨ªan la boca para hablar y, en lugar de una frase, les sal¨ªa un disparo. Para ellos, esto es puro di¨¢logo. Ya no conocen otra cosa. A lo mejor, el que se acerc¨® el otro d¨ªa a Gregorio Ord¨®?ez en un restaurante s¨®lo quer¨ªa desearle buen provecho, as¨ª que se inclin¨® hacia ¨¦l, abri¨® las fauces para decir buen provecho, por la espalda, como un patriota, y en lugar de un grupo de fonemas escupi¨® una bala perfectamente articulada. Les gusta hablar a la nuca.
De nanera que cuando ustedes oigan a uno de estos chicos rebuznar en un mitin, al¨¦jense de ¨¦l sin darle la espalda: el paso siguiente de este raro proceso evolutivo no son las orejas de burro, sino el disparo en la nuca, que para ellos representa el grado m¨¢s alto en la evoluci¨®n del pensamiento.
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