Pinceles para el apetito
El hospital del Ni?o Jes¨²s organiza clases de pintura para chicos anorexicos
Los pinceles les sacan de su mundo de b¨¢sculas y supuestos kilos de m¨¢s. Y les distraen de la obsesi¨®n por adelgazar sus cuerpos, ya en el pellejo, pero a sus ojos a¨²n obesos. El hospital del Ni?o Jes¨²s organiza, desde hace un a?o, un taller de pintura para los chavales que sufren de anorexia.Las clases comenzaron a petici¨®n de Susana, de 15 a?os. El hospital ya organizaba actividades manuales para mejorar la estancia en el centro de los ni?os ingresados. Se trata de talleres que adem¨¢s tienen efectos terap¨¦uticos, seg¨²n los psic¨®logos del hospital. Susana asist¨ªa a los talleres, pero el gusanillo de la pintura ya empezaba a picarle. As¨ª que hace, un a?o propuso las clases y ¨¦stas comenzaron sin m¨¢s.
La cita es los viernes. Y acuden entre cinco y diez ni?os por recomendaci¨®n de los m¨¦dicos que los tratan. En una sala aireada del centro les espera Mar¨ªa Fernanda Delgado, la pintora que adem¨¢s decora el hospital. No se habla una palabra de la anorexia, enfermedad que los ni?os sufren a edades cada vez m¨¢s tempranas, como los nueve o diez a?os, seg¨²n apuntan respons2ibles del hospital.
Susana es la veterana del grupo que asiste a las clases de pintura. Llega aferrada a sus pinceles. Es t¨ªmida y se enfrasca en el lienzo que llena de colores. Se queda como hipnotizada contemplando su obra y susurra: "?Qu¨¦ bonito!". Eso, y poco m¨¢s porque por lo general no dice palabra. La pintura, actividad a la que se quiere dedicar de mayor, le hace salir de su torre de marfil.
Los chavales pintan cuadros llenos de colorido. Mar¨ªa Fernanda lo explica: "En su expresi¨®n sobre el lienzo no se nota que son enfermos". Est¨¢n centrados en aprender la t¨¦cnica de bodeg¨®n y escuchan atentamente las ex plicaciones de la profesora. Son muy exigentes con ellos mismos de ah¨ª su obsesi¨®n por perfecc¨ªonar su cuerpo-, y depuran la t¨¦cnica al m¨¢ximo.
Mar¨ªa Fernanda pens¨® al comenzar las clases que los chavales tender¨ªan a estilizar las formas, pero ocurri¨® casi al contrario.. "Para mi sorpresa vi que ninguno se dedicaba a hacer giaconiettis " cuenta la pintora, en alusi¨®n al escultor italiano que creaba figuras
Muy delgadas en que el
La profesora insiste hospital y las clases de pintura son universos diferentes. El taller hace que los ni?os olviden las obsesiones por adelgazar y seg¨²n Delgado. les puede ayudar a sentirse ¨²tiles y recobrar la autoestima. Los chavales no van tan lejos. Ellos se lo pasan bien, y algunos, como Susana, han descubierto con las clases que de mayores quieren dedicarse a pintar.
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