"Aunque est¨¢ muy sucia, en Madrid me siento como pez en el agua"
A sus 69 a?os, Carmen Mart¨ªn Gaite sigue Esperando al porvenir. As¨ª se llama su ¨²ltimo libro, un homenaje al excelente amigo y narrador. Ignacio Aldecoa, en el 25? aniversario de su muerte. En sus p¨¢ginas, una transcripci¨®n de tres conferencias pronunciadas, en la Fundaci¨®n Juan March, la escritora salmantina recrea, seg¨²n afirma, el Madrid "que tanto nos inspir¨® a esa generaci¨®n de escritores provincianos entre los que me incluyo". Un Madrid que, a finales de los a?os cuarenta, ensanchaba sus l¨ªmites repartiendo, bienvenidas, una ciudad dif¨ªcil donde, casi 10 a?os despu¨¦s, su primera novela, El balneario, ser¨ªa premio Caf¨¦ Gij¨®n. Una especie de eterna juventud, incluso de apariencia, la convierte en joven escritora, entre los lectores menos informados, hecho que la rejuvenece a¨²n m¨¢s. La primera mujer que consigui¨® el Premio Nacional de Literatura considera a Madrid su ciudad de estancia.
Pregunta. Caperucita en Manhattan, su popular novela, ?podr¨ªa haber sido Caperucita en Madrid?
Respuesta. No. Creo que es uno de mis libros m¨¢s condicionados por la geograf¨ªa. Una historia absolutamente pegada a su propio decorado.
P. ?C¨®mo es ese Madrid de Esperando ... ?
R. Es el de finales de los a?os cuarenta. Un Madrid dif¨ªcil, sobre el que empezamos a tomar apuntes muchos escritores y pintores de provincias, como el propio Aldecoa, que era de Vitoria. Yo llegu¨¦ con 22 a?os. Nos gustaba mucho esta ciudad. A pesar de los muchos inconvenientes que plantea con vivir.
P. ?Por ejemplo?
R. Sobre todo, la suciedad, algo normal en las ciudades que se usan. Hay otras mucho m¨¢s limpias que me inspiran menos confianza.
P. Quiz¨¢ le moleste recordar que una vez, en Madrid, sufri¨® un altercado.
R. No ?que va! De lo malo, como de, lo bueno, nunca hay que olvidarse. No quiere decir que no salga a la calle. Porque si, adem¨¢s de pegarme y de robarme, logran que me quede en casa, se salen demasiado con la suya.
P. Usted defiende una soledad provechosa. ?La encuentra en Madrid?
R. La soledad m¨¢s bien se adquiere o se conquista dentro de las propias casas, haciendo habitables los lugares. Pero tambi¨¦n puede lograrse en un caf¨¦ lleno de ruido y de gente, si uno est¨¢ embebido en un pensamiento o inmerso en la lectura.
P. ?Usted se considera una cuentista?
R. Yo me considero una persona a la que le encanta o¨ªr historias. M¨¢s que charlatana, soy escuchatana. Alg¨²n d¨ªa tengo que pasarme por alguno de esos caf¨¦s de Madrid donde se cuentan cuentos, aunque creo que las historias tienen que surgir, sin someterse a un lugar ni a un horario.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.