Cristino de Vera: "El arte es una defensa del miedo y de la muerte"
Abierta en Madrid una antol¨®gica del pintor canario
"Fue una carambola". As¨ª explica el pintor Cristino de Vera (Tenerife, 1931) La realizaci¨®n de la exposici¨®n antol¨®gica de su obra que se inaugur¨® ayer en el Museo Nacional de Antropolog¨ªa (antiguo MEAC), de Madrid. La muestra re¨²ne 40 a?os de trabajo materializados en 90 ¨®leos y 20 dibujos. El pintor, que vive en Madrid desde que ten¨ªa 19 a?os y que ha realizado la mayor parte de su obra pict¨®rica en esta ciudad, explic¨® poco antes de la inauguraci¨®n que todav¨ªa no acaba de cre¨¦rselo: "Pens¨¦ que no lo ver¨ªa en vida. Se ha recopilado lo que se ha podido. Faltan cosas. Hay cuadros que no sabemos d¨®nde est¨¢n".
Es Cristino de Vera un hombre de frases elocuentes al que le gusta m¨¢s hablar de otros pintores que de ¨¦l mismo. "Los cuadros que quedan ya hablan de uno mismo", asegura medio disculp¨¢ndose al tiempo que se confiesa m¨¢s preocupado por la bohemia que por el ¨¦xito y el dinero.Vive tan lejos de la promoci¨®n y el autobombo que esta a punto de convertirse en un pintor oculto: "Yo he expuesto poco. Entre el modesto arte de vivir y el trabajo no he tenido tiempo para muchas m¨¢s cosas". Esta antol¨®gica, que ha pasado por Las Palmas de Gran Canaria y por Santa Cruz de Tenerife, no hubiera sido posible sin la recopilaci¨®n de la comisaria Ana V¨¢zquez de Parga.
Modigliani, Piero della Francesca, Paul Klee, Giotto, Van Gogh. Las referencias la admiraci¨®n por otros artistas son constantes. Para este isle?o, marcado por Juan Gr?s y C¨¦zanne, la llegada del pop supuso la "irrupci¨®n de la frivolidad" en la pintura. "Yo, a partir de ah¨ª ya no opino. Claro que el arte puede estar donde no se sabe. Yo, a veces, cuando oigo hablar de muertes por sobredosis y de muchachos enganchados a la droga, me pregunto si no estar¨¢n quedando en el camino los mejores". Y es que Cristino de Vera no puede separar la pintura del drama de vivir. "El arte es una defensa del miedo, de la oscuridad y de la muerte. Las personas que sufren agudizan su sensibilidad, y eso pasa en la pintura, en la poes¨ªa y en la filosof¨ªa".
Ha cumplido 63 a?os, pero confiesa que sigue amando la pintura como el primer d¨ªa. Ahora, que s¨®lo pinta dibujos, recuerda con total claridad c¨®mo se produjo su primer contacto con la pintura.
Un encuentro definitivo
"Yo iba al colegio y vi a un chico pintando un gato, aquello me produjo una tremenda inquietud; luego vi una pel¨ªcula sobre Gauguin que me impresion¨® much¨ªsimo, pero fue una tercera imagen la que me hizo pensar que aquello era lo que en realidad me gustaba. Deb¨ªa yo tener unos 11 a?os cuando encontr¨¦ a un hombre dibujando a los vendedores del mercado de frutas al estilo impresionista. Fue definitivo", afirma.
A los 19 a?os abandon¨® su isla y se vino a estudiar a Madrid. Entr¨® en el estudio de V¨¢zquez D¨ªaz como disc¨ªpulo, iba a la Escuela de Bellas Artes y pintaba en el C¨ªrculo de Bellas Artes. Todav¨ªa recuerda la primera vez que vio la Gran V¨ªa. "Me di cuenta de que estaba en una gran capital. Entonces viv¨ªa en una pensi¨®n muy fr¨ªa; com¨ªa en El Santuario, el restaurante m¨¢s barato de Europa, y dorm¨ªa la siesta en El Prado". Ignoraba que a Tenerife ya s¨®lo volver¨ªa como visitante. Ni siquiera ha podido ver realizado su sue?o de tener una casa en La Laguna.
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