Un pa¨ªs por el agua y contra el agua
La comparaci¨®n de los mapas de Holanda dibujados en el siglo XVI por Jacob van Deventer, uno de sus cart¨®grafos m¨¢s famosos, con las im¨¢genes transmitidas por los sat¨¦lites ilustra los cambios operados por el hombre en un pa¨ªs donde casi el tercio de su superficie aparece bajo el nivel del mar. Sin la protecci¨®n de diques y dunas, las galernas o las crecidas de los r¨ªos inundar¨ªan m¨¢s de la mitad del territorio. Aunque la lucha contra las mareas ha hecho famosos a los holandeses, la amenaza fluvial no es menor, como se ha visto estos d¨ªas.Holanda es en realidad un delta donde confluyen los r¨ªos Mosa, Escalda y Rin, adem¨¢s del Valon, principal afluente de este ¨²ltimo. Obligados a contener todas las aguas, sus habitantes empezaron a levantar barreras hacia el a?o 500 antes de Cristo. Eran unas elevaciones de terreno, denominadas terpen, que les permit¨ªan. establecerse por encima de la l¨ªnea superior de agua. Las cat¨¢strofes provocadas por el Mar del Norte (10.000 muertos en 1421 y casi 2.000 en 1953) obligaron a mejorar las defensas costeras. Hoy los diques mar¨ªtimos y fluviales suman 2.500 kil¨®metros y el suelo firme abarca 42.000 kil¨®metros cuadrados.
Los primeros diques debieron de ser grupos de terpen ordena dos unos junto a otros. La tierra original utilizada en su construcci¨®n dilo paso a una mezcla de arcilla, arena y pasto. Con el tiempo, los expertos descubrieron que una pared inclinada frente al mar era m¨¢s, resistente que otra vertical. Alrededor del siglo XIII, los diques ten¨ªan ya uno o dos metros de altura. Al cerrar brazos de mar y calas, favorecieron la, aparici¨®n de ciudades como Amsterdam y Rotterdam. Las presas y compuertas construidas, en los r¨ªos Amstel y Rotte les dieron adem¨¢s su nombre.
Ofensiva de ingenier¨ªa
En el siglo XVII, los avances t¨¦cnicos modificaron el car¨¢cter defensivo de la lucha contra las aguas. Los ingenieros pasaron a la ofensiva para desecar terrenos cenagosos en el interior. Gracias a los dise?os de uno de ellos, Jan Adriaanse, los molinos de drenaje s¨¦ dispusieron escalonados y en hileras. Ello permiti¨® el transporte (le l¨ªquido a niveles superiores.
La tierra ganada al mar (p¨®lder) favoreci¨® el aumento de la poblaci¨®n, que desec¨® tambi¨¦n los lagos para obtener suelo f¨¦rtil. En 1672 apareci¨® el primer plan para recuperar el mar interior, Zuyderzee, que dota al pa¨ªs de s u caracter¨ªstico perfil. La obra no se pudo afrontar hasta finales del siglo XIX, en que Cornelis Lely construy¨® un dique de contenci¨®n de 30 kil¨®metros. Convertido en un lago de agua dulce llamado ahora Ijsselmeer, incluye tres p¨®lderes y 145.800 hect¨¢reas de tierra.
Los r¨ªos tambi¨¦n debieron ser tratados de otro modo. De ellos depende el abastecimiento de agua potable y la navegaci¨®n comercial. El Rin dispone de presas que aseguran su calado durante todo el a?o. Tambi¨¦n regulan el caudal del ljsselmeer. Si los diques se rompieran, el agua inundar¨ªa p¨®lderes, anegando poblaciones y terreno cultivable. En el Mosa hay diques a partir de la ciudad de Nimega porque el terreno es m¨¢s elevado. Los ¨²ltimos c¨¢lculos oficiales cifran en cerca de 800 todos los diques que deben reforzarse. El coste total de dicha operaci¨®n ronda los 3.000 millones de florines (216.000 millones de pesetas). Otra cosa es la preservaci¨®n del entorno esgrimida por grupos ecologistas. Ante ello la m¨¢xima de La Haya es: "La seguridad es lo priniero". De todos modos, el reparto de la responsabilidad estatal, regional y local sigue retrasando las obras.
Las actuales inundaciones han oscurecido quiz¨¢ el logro mas monumental: el Plan Delta. Destinado a proteger el suroeste del pa¨ªs (Zelanda, Holanda del Sur y Brabante del Norte), ha supuesto 30 a?os de trabajos. Finalizado en 1987, incluye seis presas y dos barreras contra las tormentas a lo largo de la costa. En sus trabajos se han invertido 780.000 millones de pesetas. Uno de sus frenos m¨¢s complejos, en Oosterschelde, tiene ocho kil¨®metros y suma 65 pilares de hormig¨®n enterrados en el fondo del agua y que se elevan 50 metros por encima de la superficie. Hay adem¨¢s seis millones de toneladas de piedras que refuerzan los cimientos. Unos cinco kil¨®metros cuadrados de lecho marino est¨¢n cubiertos de hormig¨®n y colchones de acero.
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