El grupo lisboeta Madredeus reinventa la tradici¨®n musical portuguesa
El sexteto inicia hoy una gira por 19 ciudades
Nunca un grupo de Portugal hab¨ªa despertado tantas pasiones fuera de su pa¨ªs. Alrededor de 40.000 ejemplares vendidos de su ¨²ltimo ¨¢lbum, O Esp¨ªrito da Paz (editado en 40 pa¨ªses), certifican la creciente popularidad en Espa?a de este sexteto de culto nacido en Lisboa a finales de los ochenta, y que se ha convertido en estos tres ¨²ltimos a?os en estandarte de la nueva m¨²sica europea. Madredeus inicia esta noche en Barakaldo, una gira por 19 ciudades espa?olas que finalizar¨¢ el pr¨®ximo d¨ªa 27 en Murcia.
"El punto de inflexi¨®n se produjo con el disco anterior", explica Pedro Ayres. "Puede decirse que hay un antes y un despu¨¦s de Existir, porque fue cuando pasa mos de un proyecto experimental, que no sab¨ªamos si iba a te ner continuidad, a un grupo que puede caminar por todo el mun do. Ahora ya no se trata de una ficci¨®n". Madredeus surgi¨® en 1986 de unas conversaciones entre Pedro Ayres y Rodrigo Le¨¢o: "Ambos milit¨¢bamos en bandas de rock de mucho ¨¦xito en Portugal: ¨¦l, Con S¨¦tima Legi¨¢o, y yo en Her¨®is do Mar. Quisimos crear un soporte que mostrara la musicalidad del idioma portugu¨¦s. Toda nuestra m¨²sica est¨¢ en funci¨®n de la l¨ªnea mel¨®dica de la voz y la palabra".
Teresa Salgueiro, la principal voz solista del grupo, apunta que "lo que hace que pueda sonar a m¨²sica tradicional son los instrumentos que utilizamos como guitarras cl¨¢sicas, violonchelo o acorde¨®n, y el que se inspira en los temas de siempre de nuestra poes¨ªa, de manera que entronca con algo muy antiguo".
De los ensayos no cturnos en un teatro del barrio lisboeta de Madre de Dios, durante la primavera del a?o 1987, naceria Os dias da Madredeus, un ¨¢lbum doble "que grabamos en apenas tres d¨ªas y cost¨® unas 250.000 pesetas. Por eso lo public¨® la compa?¨ªa: era barato".
O Espirito da Paz, el ¨¢lbum que lo ha lanzado a nivel internacional en cambio, se grab¨® en Inglaterra y se ha editado en 40 pa¨ªses. "Es una met¨¢fora de paz en la que Teresa encarna la voz del planeta Tierra. Creemos que la naturaleza puede ayudar a nuestro equilibrio emocional. En este per¨ªodo que la humanidad est¨¢ atravesando, es importante para la libertad individual la capacidad de distanciarse de unas pasiones que nos determinan en exceso. Hoy hay m¨¢s guerras que nunca; deber¨ªamos relativizar esas pasiones que provocan la muerte del otro".
Son conscientes de haber contribuido a abrir espacios. "En Portugal hemos ayudado a establecer un circuito de salas de concierto que permite expresarse a los m¨²sicos con unas m¨ªnimas condiciones. Estamos empezando a ganar la batalla que inici¨® nuestra generaci¨®n hace 10 a?os", afirman los creadores de la banda sonora de Historia de Lisboa, pel¨ªcula de Wim Wenders. Tambi¨¦n aparecen como actores, aunque todavia no se han visto en la pantalla. "Fue estimulante", cuenta Teresa. "Tuvo su gracia lo de representarnos a nosotros mismos".
"Las estructuras de nuestra m¨²sica son sencillas", reconoce Pedro Ayres, "pero resulta dif¨ªcil hacer cosas sencillas siendo creativo, encontrando f¨®rmulas identificables".
Canciones vulgares
Para Gabriel Gomes, "se ha pro ducido cierta saturaci¨®n del mercado y alguna gente est¨¢ buscan do otras cosas"; y Ayres a?ade que "en las radios suenan de forma mayoritaria todo tipo de can ciones vulgares, cuyo ¨²nico m¨¦rito es venir de Inglaterra o Esta dos Unidos. Los programadores no saben la responsabilidad que tienen al fomentar semejante uniformidad. Y no dice nada bueno de la salud de nuestra civilizaci¨®n".
En la ra¨ªz de su trabajo est¨¢ precisamente desmarcarse de lo habitual. "Aunque nuestra m¨²sica parezca extra?a, hemos comprobado que todo el mundo laacepta: tiene algo de arquetipo. No hay en el mundo nadie como Madredeus. Somos originales y la originalidad siempre resulta interesante", aseguran sin cortarse lo m¨¢s m¨ªnimo los integrantes del grupo.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.