El Madrid aplaza su clasificaci¨®n
El CSKA mantiene sus aspiraciones tras su ajustado triunfo en Mosc¨²
El Real Madrid no pudo sentenciar su clasificaci¨®n, su pase matem¨¢tico para los cuartos de final. El triunfo en la cancha del conjunto moscovita hubiera sido la r¨²brica para tranquilizar el futuro m¨¢s inmediato del equipo madridista. El Real Madrid fragu¨® su derrota en la segunda parte. El resultado del primer tiempo fue elocuente. El conjunto espa?ol lleg¨® al descanso con la ventaja de 40-49. La derrota hubiera descolgado definitivamente al CSKA de la siguiente ronda.Consciente de esa importancia, el equipo local aprovech¨® el desacierto de sus rivales en el segundo per¨ªodo para dar la vuelta al partido. La victoria permite al CSKA mantener sus aspiraciones y esperanzas en conseguir una de las plazas que dan el acceso a la siguiente ronda de la competici¨®n.
El Madrid comenz¨® la cita con alta nota, al igual que hizo en sus ¨²ltimos compromisos de la Liga europea. Busc¨® el triunfo para consumar la clasificaci¨®n, pero al final se ha visto obligado a aplazar una semana la resoluci¨®n definitiva. La derrota condiciona su ubicaci¨®n final en la tabla. Sus posibilidades de acabar primero o segundo quedan a merced del Panatinaikos griego o del Scavolini italiano. El equipo madridista visita el pr¨®ximo jueves un c¨®modo rival como es el Benfica de Lisboa, recibe una semana despu¨¦s al PAOK de Sal¨®nica, para cerrar la competici¨®n con otro equipo griego, el ya citado Panathinaikos.
Sabonis, una vez m¨¢s, fue decisivo mientras permaneci¨® en la cancha. Adem¨¢s de anotar trece puntos en la primera parte, impuso su dominio y control en este periodo , en el que sus rivales se encontraron con un muro en su camino hacia la canasta deenbdida por el Madrid. El jugador lituano fue todo un respiro y una garant¨ªa para su equipo, que se acentu¨® con la colaboraci¨®n sobre todo de Arlauckas. La presencia y el juego de estos dos hombres permiti¨® ensombrecer las carencias del equipo madridista en la primera parte.
Pero fue el segundo periodo donde el Madrid recibi¨® la amargura de la derrota. Su principal error fue no encontrar el sistema adecuado para frenar a los lanzadores del CSKA. En esos momentos se not¨® la ausencia de Sabonis, al que las faltas personales obligaron a sentarse en el banquillo m¨¢s tiempo de lo que dese¨® el equipo que entrena Zeljo Obradovic.
A los 25 minutos lleg¨® la tercera falta personal para Sabonis. A¨²n quedaba demasiado tiempo. De poco sirvi¨® el acierto de Biriukov cuando se decidi¨® por los lanzamientos tripes. La fiesta rusa estaba organizada con Sabonis como invitado en el banquiilo, situaci¨®n que se complic¨® cuando Arlauckas sigui¨® el mismo camino apenas dos minutos despu¨¦s.
A los 30 minutos lleg¨® la. igualada rusa (64-64). La senda se hab¨ªa torcido para el conjunto. madridista. Apareci¨® la esperanza para el CSKA y supo aprovecharla. La relajaci¨®n con la que el equipo ruso se present¨® en los ¨²ltimos compases permiti¨® al Madrid acercarse en el marcador. A falta de un minuto se puso con tan s¨®lo, cuatro puntos de desventaja, (82-78). No hubo tiempo m¨¢s, que para acortar la diferencia, que qued¨® reducida a dos puntos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.