La bomba judicial que guarda Garz¨®n

El secuestro de Segundo Marey, que ha puesto entre rejas a los antiguos responsables del Ministerio del Interior, es un delito menor comparado con la matanza del caf¨¦ Monbar, el crimen m¨¢s grave en la historia de la guerra sucia contra ETA. Incluso Coalici¨®n Popular, predecesora del PP, calific¨® de "horroroso atentado" el perpetrado el 25 de septiembre de 1985 en Bayona (Francia) por la "banda criminal" GAL, seg¨²n la calific¨® aquel d¨ªa el ministro Jos¨¦ Barrionuevo.Jos¨¦ Mar¨ªa Etxaniz, Potro; l?aki Astiasuinzarra, Beltza; Jos¨¦ Mar¨ªa Irazusta, Legra, y Xabin Etxaide, cuatro presuntos miembros de ETA, murieron acribillados en el caf¨¦ Monbar por las balas de dos pistoleros que disparo indiscriminadamente contra el interior del local, lleno de vascoespa?oles que segu¨ªan por televisi¨®n el partido de f¨²tbol Espa?a-lsland¨ªa. La estrechez de las calles del casco viejo de Bayona dificult¨® la huida de los asesinos, Pierre Frugoli y Lucien Mattei, dos hampones marselleses que fueron capturados por los dem¨¢s clientes del bar.Hasta el 14 de marzo de 1989, la investigaci¨®n de la matanza del Monbar formaba parte del sumario instruido por Baltasar Garz¨®n contra los ex-polic¨ªas Amedo y Dom¨ªnguez. Ese d¨ªa, sin embargo, la Audiencia Nacional , a petici¨®n del propio juez, decidi¨® desglosar, este crimen, al igual que el secuestro de Segundo Marey, del sumario principal y abrir procedimiento independiente. Hoy, el caso Monbar est¨¢ en el juzgado de Garz¨®n, que en cualquier momento podr¨ªa reactivarlo; por ejemplo, tomando declaraci¨®n a Amedo y Dom¨ªnguez, que no han sido todav¨ªa interrogados sobre la matanza, aunque hace dos meses que recuperaron la memoria respecto a su participaci¨®n en las andanzas de los GAL.

Cuando Garz¨®n abri¨® causa aparte para el atentado del Monbar contaba ya con algunos indicios que apuntaban a Amedo y Dom¨ªnguez. Seg¨²n consta en el sumario, Mattei y Frugoli, condenados en Francia por este hecho, estuvieron hospedados entre el 23 y el 26 de septiembre de 1985 en el hotel Orly de San Sebasti¨¢n, desde donde se desplazaron a Hendaya para cometer el crimen, junto a otras dos personas que no ha sido identificadas. En esas mismas fechas, Amedo y Dom¨ªnguez estaban tambi¨¦n en San Sebasti¨¢n; pero no figuran registrados en ning¨²n hotel.El 18 de enero de 1990, Jos¨¦ Ram¨®n Garmendia, guardia de seguridad del casino Kursaal de San Sebasti¨¢n, declar¨® ante Garz¨®n que era frecuente ver por all¨ª a Amedo y Dom¨ªnguez, "d¨ªas antes o despu¨¦s de los atentados reivindicados por Los GAL, comentando siempre los compa?eros al verlos que ya ocurrir¨ªa algo". Al menos en dos ocasiones, vio a Mattei con los dos polic¨ªas, "con los cuales observ¨® que hablaba discretamente junto a la barra".El juez tom¨® declaraci¨®n tambi¨¦n a Agust¨ªn Irastorza, camarero del hotel Londres, donde est¨¢ ubicado el casino, quien dijo haber visto a Mattei "en fechas pr¨®ximas al atentado de Monbar", y recuerda que, el d¨ªa del crimen, "los se?ores Amedo y Dom¨ªnguez estuvieron cenando en la cafeter¨ªa, recibiendo una llamada de tel¨¦fono para el se?or Thomas y habi¨¦ndose levantado uno de los dos a recibir la llamada".

Garz¨®n mand¨® una comisi¨®n rogatoria a Francia para preguntar a los mercenarios presos si fueron Amedo y Dom¨ªnguez quienes les contrataron. Frugoli no quiso responder, mientras que Mattei asegur¨® no conocerlos, lo que resultaba l¨®gico con su l¨ªnea de defensa, consistente en negar toda participaci¨®n en el atentado. M¨¢s a¨²n en aquella fecha, mayo de 1988, cuando su condena todav¨ªa no era firme.

Sin embargo, durante el juicio celebrado en Pau,en diciembre de 1987, Frugoli encontr¨® un "enorme parecido" entre la fotograf¨ªa de Amedo que le fue mostrada y la persona que les contrat¨®. Seg¨²n la sentencia, Mattei y Frugoli fueron contactados en un bar de Marsella por alguien que se hac¨ªa llamar Francis, con quien se encontraron en el hotel Orly de San Sebasti¨¢n un d¨ªa antes del ataque al Monbar. Francis les ofreci¨® 100.000 francos. (unos dos millones de pesetas) y 5.0.000 m¨¢s por cada muerto, les acompa?¨® a Bayona, les dio las armas y les se?al¨® los obj¨¦tivosSi Amedo y Dom¨ªnguez fuesen condenados por el atentado del Monbar perder¨ªan, con toda probabilidad, los beneficios que est¨¢n disfrutando por su condici¨®n de arrepentidos. El art¨ªculo 57 bis a) del C¨®digo Penal prev¨¦ incluso la remisi¨®n total de la pena para el reo de delitos de terrorismo cuya conducta "hubiere tenido una particular trascendencia para identificar a los delincuentes", pero condiciona esta generosidad a que "no se imputen al mismo en concepto de autor acciones que hubieren producido la muerte de alguna persona".

Amedo y Dom¨ªnguez, en sus confesiones, tan espectaculares como parciales, han tenido el cuidado de evitar toda alusi¨®n a la matanza del Monbar, el mayor crimen de los GAL.