Guinea Ecuatorial: una democracia singular
Hace a?os que vengo leyendo en las p¨¢ginas de los diarios, oyendo en las emisoras de radio y viendo en la televisi¨®n la realidad de muchos pa¨ªses sometidos por dictadores a sus ideas personales. Sin embargo, me llama poderosamente la atenci¨®n que un pa¨ªs como Guinea Ecuatorial no sea un polo de atracci¨®n informativa. All¨ª tambi¨¦n impera un r¨¦gimen dictatorial. Es cierto que el pasado a?o su presidente, Obiang Nguema, se sac¨® de la manga unas elecciones ama?adas para dar credibilidad internacional al r¨¦gimen, pero me extra?a que los Gobiernos y los medios de comunicaci¨®n hayan ca¨ªdo en la trampa.Esta pasada Navidad pude comprobar en persona la realidad de Guinea Ecuatorial. Pude ver c¨®mo muchas familias consideran un regalo de lujo una simple lata de sardinas. Vi c¨®mo se amenaza con dispersar a las personas con la polic¨ªa si se re¨²nen m¨¢s de cinco. Comprob¨¦ que el pa¨ªs retrocede y, mientras tanto, se impiden las alternativas pol¨ªticas. Y muchas otras cosas.
Espero que sirva de ejemplo mi odisea particular. Viaj¨¦ para pasar las fiestas con mis padres. No les veo desde 1985. Hace 30 a?os que no paso la Navidad en mi pueblo natal. Pero me encontr¨¦ con una situaci¨®n que ya presupon¨ªa.
Fui expulsado. La raz¨®n oficial es que soy ciudadano espa?ol y me estaba inmiscuyendo en pol¨ªtica guineana. La raz¨®n real es que soy hermano de Severo Moto Ns¨¢, presidente del Partido del Progreso y l¨ªder de la oposici¨®n a Obiang Nguema. Me retuvieron el pasaporte nada m¨¢s bajar del avi¨®n; me impidieron ir a mi pueblo con la amenaza de una intervenci¨®n policial para impedir concentraciones de m¨¢s de cinco personas (en mi familia somos 10 hermanos); me aislaron en una comisar¨ªa de Malabo, y me introdujeron en el avi¨®n de vuelta a Espa?a sin ninguna explicaci¨®n. ?sta es la realidad, que contrasta con los mensajes de democratizaci¨®n que intenta transmitir el r¨¦gimen de Nguema. Finalmente, quisiera manifestar mi malestar por la actitud del embajador espa?ol. Durante una semana de inseguridad, y a pesar de la situaci¨®n, a¨²n no le conozco. Ni siquiera recib¨ª una Ramada suya para interesarse por mi situaci¨®n. ?Es as¨ª como se protege a algunos ciudadanos espa?oles en Guinea Ecuatorial?-
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