Norte y Sur, enfrentados por la renovaci¨®n del TNP
Resistencia de los pa¨ªses No Alineados a prorrogar indefinidamente el Tratado de No Proliferaci¨®n Nuclear
Faltan tres meses y 26 votos. Empieza a parecer poco probable que Estados Unidos, las otras cuatro potencias nucleares -Reino Unido, Francia, China y Rusia- y el conjunto de los occidentales logren en mayo una pr¨®rroga indefinida del Tratado de No Proliferaci¨®n nuclear (TNP) que, tras 25 a?os de vigencia, expira ahora. ?Desaparecer¨¢n entonces los obst¨¢culos legales para la proliferaci¨®n nuclear que el TNP prohib¨ªa?Entre los 170 pa¨ªses firmantes del TNP -todos los miembros de la ONU, excepto 15- que se reunir¨¢n en Nueva York desde finales de abril hasta principios de mayo para renovarlo, hay consenso sobre la necesidad de prorrogar el tratado, pero, tras cuatro conferencias preparatorias, subsisten fuertes discrepancias sobre su duraci¨®n y sus nuevos contenidos.
Por un lado, unos sesenta pa¨ªses, capitaneados por Washington, preconizan una pr¨®rroga indefinida. Para la Administraci¨®n norteamericana, el final de la guerra fr¨ªa ha supuesto un alivio, con la desaparici¨®n de la otra superpotencia, y una nueva preocupaci¨®n, con la merma del orden y de la seguridad en el Tercer Mundo. De ah¨ª que haya que apuntalarlos con un TNP reforzado.
Enfrente, un grupo de pa¨ªses que se siguen llamando "no alineados", encabezados por Indonesia, Ir¨¢n, Egipto y M¨¦xico, se niegan a firmar un nuevo tratado v¨¢lido eternamente. Argumentan que ser¨ªa perpetuar un desequilibrio inaceptable entre Estados nucleares y no nucleares y que, en contra del compromiso adquirido hace 25 a?os, las potencias at¨®micas no han hecho esfuerzos para desarmarse ni han prohibido las pruebas nucleares.
Varios pa¨ªses del Tercer Mundo reivindican garant¨ªas positivas de seguridad por parte de las potencias nucleares. Estas se comprometer¨ªan a defender el territorio de los Estados que hayan renunciado a poseer esas armas si son atacados por alguno de los cinco miembros del club nuclear. Washington adquiri¨® esta obligaci¨®n en 1993 con Ucrania, Bielorrusia y Kazajst¨¢n cuando aceptaron ser despose¨ªdos de sus arsenales at¨®micos -una operaci¨®n casi concluida en los dos ¨²ltimos casos-, y se sintieron m¨¢s vulnerables ante Rusia.
Entre los recalcitrantes a la firma no hay una posici¨®n un¨¢nime. La mayor¨ªa aboga por una pr¨®rroga limitada del TNP
-M¨¦xico sugiere 10 a?os y Venezuela 25-, para poder as¨ª, dentro de un tiempo, arrancar nuevas concesiones a los cinco Estados nucleares. Algunos m¨¢s radicales, como Ir¨¢n, pretenden alargar su vigencia en tan s¨®lo dos a?os y hacer entonces depender su renovaci¨®n de la entrada en vigor de un tratado que proh¨ªba indefinidamente los ensayos nucleares.
Este tratado (Comprehensive Test Ban Treaty), negociado actualmente en Ginebra, no estar¨¢ listo, en el mejor de los casos,, hasta mediados de 1996. Francia y China, cuya tecnolog¨ªa nuclear no es tan sofisticada como la norteamericana, no tienen excesivas prisas por concluirlo. No les basta con hacer ensayos nucleares simulados en laboratorio para comprobar la eficacia de sus bombas.
En una aut¨¦ntica carrera contrarreloj, las diplomacias norteamericana y europea se est¨¢n movilizando ahora para persuadir a todos los Estados reacios a suscribir un tratado sin. l¨ªmite temporal. "Nos faltan menos de tres meses y no se puede decir que el objetivo de Estados Unidos haya sido alcanzado", se lamentaba John Holum, director de la Agencia de Control y Desarme norteamericana.
La campa?a diplom¨¢tica en curso mezcla concesiones y promesas de ayudas. No en balde el consejero de Seguridad Nacional del presidente Bill Clinton, Anthony Lake, anunci¨® el lunes que Estados Unidos prolongaba un a?o m¨¢s, hasta septiembre de 1996, su moratoria sobre ensayos nucleares. Paralelamente, en c¨ªrculos diplom¨¢ticos se especula con que el enorme cr¨¦dito que Clinton acaba de, otorgar a M¨¦xico comporta algunas contrapartidas no econ¨®micas.
La ofensiva diplom¨¢tica doblegar¨¢, probablemente, a pa¨ªses muy dependientes de Estados Unidos, como es el caso de M¨¦xico, pero, aunque Washington logre en mayo la mayor¨ªa simple de 86 votos necesaria para aprobar la pr¨®rroga indefinida, algunos de sus aliados se preguntan ahora si bastar¨¢ para otorgar al TNP la suficiente legitimidad.
"Si el tratado renovado debe servir de acicate para atraer a ¨¦l a pa¨ªses que no lo han suscrito, ser¨ªa conveniente que ahora fuese aprobado por una amplia mayor¨ªa", asegura un diplom¨¢tico espa?ol. "Cuantos m¨¢s seamos, m¨¢s autoridad tendremos para hacerlo respetar entre los firmantes y los no firmantes", a?ade.
En esta ¨²ltima categor¨ªa figuran Argentina, Chile y Brasil, que parecen dispuestos a sumarse a ¨¦l; Cuba, que se sigue resistiendo, pero no supone ninguna amenaza, y otros pa¨ªses con manifiesta capacidad nuclear y, probablemente, con bombas at¨®micas, como Pakist¨¢n, India e Israel. Los otros no firmantes son ex rep¨²blicas yugoslavas y sovi¨¦ticas que no representan ning¨²n peligro para la seguridad mundial.
Los Estados no nucleares adheridos al TNP adquieren la obligaci¨®n de suscribir en el plazo de 180 d¨ªas un acuerdo con el Organismo Internacional para la Energ¨ªa At¨®mica con sede en Viena. En ¨¦l se comprometen a comunicarle la lista exhaustiva de sus instalaciones nucleares y a establecer un r¨¦gimen de inspecci¨®n y verificaci¨®n peri¨®dica.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.