La mala conservaci¨®n del aire acondicionado aumenta las alergias y dolencias respiratorias
El 10% de las neumon¨ªas est¨¢ relacionado con el sistema de refrigeraci¨®n
No es el cambio clim¨¢tico el responsable de que cientos de miles e ciudadanos pasen calor en invierno y fr¨ªo en verano. Y tamoco es el culpable de que muchos de esos ciudadanos sufran amigdalitis y catarros en agosto, se pasen el invierno en mangas de camisa pero con el moquillo asomando a su nariz y los ojos llorosos. Es el aire acondicionado. Mejor dijo, la mala regulaci¨®n y conservaci¨®n del aire condicionado. El incremento de las alergias, los problemas respiratorios y las rinitis y amigdalitis recurrentes observado en Espa?a en los ¨²ltimos a?os puede considerarse un efecto adverso del progreso, una reacci¨®n del organismo frente a la agresi¨®n que representa la mala calidad del aire interior de los edificios modernos, donde muchas personas pasan m¨¢s de ocho horas diarias. No deja de ser una paradoja que estos da?os procedan de un sistema costos¨ªsimo cuyo objetivo es precisa mente el confort. "Qu¨¦ raro, una epidemia de gripe en verano", pens¨® el jefe de personal de una sucursal bancaria de Barcelona. Varios empleados sufrieron en poco tiempo un cuadro de fiebre y mal estado general que en algunos casos se acompa?aba de tos, tirantez en el pecho y dificultades respiratorias. Efectivamente, no ten¨ªan gripe. Sufr¨ªan la fiebre del humidificador, que provoca trastornos similares a la gripe.
Agua estancada
"El aire acondicionado tiene un sistema para humidificar el ambiente, que es el origen de la mayor parte de los problemas, porque tiene un reservorio de agua que, en cuanto le estanca; se contamina y el aire dispersa luego en el ambiente los g¨¦rmenes pat¨®genos. Para evitarlo hay que limpiar el, agua con mucha frecuencia y mantener adecuadamente las conduciones de aire", explica Ferr¨¢n Morell, jefe del servicio de neumolog¨ªa del hospital general de Vall d'Hebr¨®n.
Un humidificador mal conservado se convierte en un vivero de hongos, actinomicetos, bacterias y protozoos, que provocan la mayor parte de las molestias de los llamados edificios enfermos. "Tambi¨¦n habr¨ªa que cambiar con cierta frecuencia los filtros de salida del aire, pero no se hace", a?ade Ferr¨¢n Morell.
A la presencia de agentes pat¨®genos en el ambiente hay que a?adir una mayor vulnerabilidad del organismo provocada tambi¨¦n por la tiran¨ªa de un sistema de refrigeraci¨®n mal regulado. Sucede con frecuencia que los empleados se enzarzan en discusiones sobre la temperatura del ambiente. Y con frecuencia, todas las partes tienen raz¨®n, porque lo que: ocurre es que mientras en la tercera planta se asan, en la primera tienen que andar con bufanda. La discusi¨®n se zanja casi siempre con una explicaci¨®n peregrina del t¨¦cnico de mantenimiento: "No se puede regular mejor". Falso. "Claro que se puede regular", indica Emilio Castej¨®n, director del Centro Nacional de Condiciones del Trabajo. "El problema de los sistemas de aire acondicionado es que son cada vez m¨¢s complejos, y los t¨¦cnicos de mantenimiento no est¨¢n suficientemente cualificados. para hacerlos funcionar correctamente".
Tanto si en invierno hay demasiado calor en el interior, como si en verano el aire est¨¢ demasiado fr¨ªo, al salir al exterior se produce lo que los especialistas denominan un shoc t¨¦rmico, que produce una ca¨ªda brusca de las defensas del organismo. Estas defensas son las que normalmente bloquean la acci¨®n de los g¨¦rmenes que provocan las amigdalitis, los catarros o las afecciones respiratorias, unos g¨¦rmenes que en el caso de los edificios enfermos, est¨¢n adem¨¢s, presentes en mayor cantidad de lo habitual.
"No se conoce el mecanismo por el cual las mucosas se hacen m¨¢s vulnerables y permiten la penetraci¨®n de los g¨¦rmenes que se activan con el fr¨ªo, pero la reacci¨®n est¨¢ demostrada, y a veces conduce a procesos m¨¢s graves que un simple catarro. Por ejemplo, entre un 5% y 10% de las neumon¨ªas est¨¢n relacionadas con el aire acondicionado", advierte Ferran Morell.
"Los problemas del humidificador pueden provocar adem¨¢s asma bronquial, alveolitis al¨¦rgica o la llamada -enfermedad del legionario", a?ade. Se le llama del Iegionario porque varios soldados que hab¨ªan participado en una reuni¨®n de veteranos de Vietnam fallecieron en Estados Unidos de una dolencia pulmonar que result¨® ser una infecci¨®n por legionela, un germen que crece en la humedad y se propag¨® por el conducto de refrigeraci¨®n. Conforme aumenta en Espa?a el parque de edificios dotados de aire acondicionado, crecen tambi¨¦n las consultas m¨¦dicas derivadas de su mala utilizaci¨®n y conservaci¨®n. "Algo habr¨ªa que hacer para corregir esta situaci¨®n", opina Ferran Morell.
"En realidad no hay ninguna normativa sobre el mantenimiento del aire artificial. Lo ¨²nico que hay son unas instrucciones t¨¦cnicas del Ministerio de Industria sobre la temperatura que debe mantenerse, pero son medidas pensadas ¨²nicamente para ahorrar energ¨ªa, no para proteger la salud de los empleados", concluye Emilio Castej¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.