Droga en alta mar
CON LA arribada al puerto de Las Palmas de Gran Canaria del barco Archangelos, abordado hace algunos d¨ªas por agentes del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) en pleno Atl¨¢ntico, concluye la fase policial de la llamada Operaci¨®n Matorral, una de las m¨¢s espectaculares y eficaces jam¨¢s realizadas en Espa?a contra el narcotr¨¢fico. Ahora empieza la fase estrictamente judicial de la operaci¨®n con la comparecencia ante el juez Bueren de los tripulantes y de los miembros del clan gallego presuntamente destinatario de los casi 3.000 kilos de coca¨ªna decomisados.El ¨¦xito de la operaci¨®n, llevada a. cabo por la polic¨ªa espa?ola bajo la direcci¨®n del juez Carlos Bueren y del fiscal antidroga, no es producto del azar. En la lucha contra la delincuencia, y m¨¢s si es organizada, como el narcotr¨¢fico, el ¨¦xito s¨®lo sobreviene -y no siempre- tras una paciente y minuciosa labor de investigaci¨®n, el seguimiento de pistas generalmente arriesgadas, y no siempre certeras, y la coordinaci¨®n y ayuda de otros Gobiernos.
Todos estos elementos parecen haber confluido en el feliz desenlace de la previsora y contundente actuaci¨®n de los agentes adscritos al Servicio de Vigilancia Aduanera que abordaron y capturaron al petrolero Archangelos, fletado por los narcos, en mitad del Atl¨¢ntico, en una zona todav¨ªa muy alejada de su punto de arribada en las cercan¨ªas de las r¨ªas gallegas. El hecho de que esta operaci¨®n policial haya sido dirigida de cerca por el juez Carlos Bueren y cuente con la participaci¨®n directa de la fiscal¨ªa antidroga parece garantizar una instrucci¨®n adecuada del caso.
La satisfacci¨®n de hoy no puede tornarse en frustraci¨®n ma?ana, como ha sucedido, otras veces, cuando la justicia tenga que pronunciar su veredicto, de acuerdo con las pruebas legalmente obtenidas, sobre hechos y personas que merecen la m¨¢s firme repulsa social. Nadie, ni siquiera un narcotraficante, puede ser condenado de antemano, pero la justicia queda burlada si el castigo se elude por causa de los errores o del malhacer de quienes la sirven.
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