Un espacio ¨²nico para el pr¨®ximo milenio
El transbordador 'Discovery' solt¨® ayer un sat¨¦lite astron¨®mico tras su cita con la estaci¨®n 'Mir'
Pasadas la tensi¨®n y la euforia de la cita espacial del lunes entre el transbordador estadounidense Discovery y la estaci¨®n rusa Mir, ambas tripulaciones volvieron ayer a sus tareas rutinarias, separados ya por centenares de kil¨®metros y en ¨®rbitas distintas. La m¨¢xima aproximaci¨®n entre las naves hab¨ªa sido de 11,2 metros. Durante 10 minutos, los tripulantes se saludaron con la mano, se hicieron se?as con espejos y linternas y hablaron por radio. Ayer, ambas agencias espaciales subrayaron la buena coordinaci¨®n que hubo durante toda la operaci¨®n entre los equipos t¨¦cnicos de ambos pa¨ªses, puesta a prueba por el peque?o escape de combustible que sufre un motor de cola del Discovery.
"Somos uno"
"Sonios uno, somos hu¨ªnanos", les dijo Alexander Viktorenko, comandante ruso de la estaci¨®n espacial Mir, de 103 toneladas, a sus compa?eros del transbordador Discovery, de casi igual peso, cuando ¨¦ste aparc¨® en la tarde del lunes a s¨®lo 12 metros de la estaci¨®n. Este encuentro cercano a casi 400 kil¨®metros de altura sobre el oc¨¦ano Pac¨ªfico fue el cl¨ªmax de un d¨ªa de grandes emociones para los equipos espaciales de Rusia y Estados Unidos, en ¨®rbita y en tierra, mientras resolv¨ªan problemas t¨¦cnicos, llegaban a un acuerdo sobre la coreograf¨ªa de su primera cita desde 1976 y finalmente se abandonaban a expresiones de asombro, alivio y alegr¨ªa.
Las tripulaciones se saludaron una a otra con la mano, con se?ales luminosas a trav¨¦s de las ventanas de ambos artefactos espaciales y se tomaron mutuamente im¨¢genes al tiempo que intercambiaban bromas y piropos en los dos idiomas. En el transbordador van seis tripulantes, entre ellos dos mujeres y un astronauta ruso. En la Mir viven tres astronautas, dos hombres y una mujer.
El comandante del Discovery, James Wetherbee, envi¨® a las 20.20, hora peninsular espa?ola, del lunes un comunicado formal por radio. Primero en ingl¨¦s y luego en un ruso ligeramente macarr¨®nico, el veterano piloto de la marina dijo: "Mir, Discovery. A medida que aproximamos nuestras naves espaciales tambi¨¦n aproximamos nuestros pa¨ªses. La pr¨®xima vez que nos acerquemos, estrecharemos su mano y. juntos introduciremos nuestro mundo en el pr¨®ximo milenio".
La ¨²ltima parte de la maniobra de m¨¢xima aproximaci¨®n se hizo manualmente, a una velocidad relativa de 0,03 metros por segundo, mientras las dos naves orbitaban la Tierra a 28.000 kil¨®metros por hora.
La Mir, con sus alas de color azul verdoso y su esbelta forma, parec¨ªa una lib¨¦lula espacial. Wetherbee, al pasar bajo ella, dijo que la nave es "la cosa m¨¢s bonita que he visto en el espacio".
Maniobras de precisi¨®n
Las maniobras de precisi¨®n no son nuevas en el espacio, pero era la primera vez que se hac¨ªa algo as¨ª con veh¨ªculos tan masivos. El encuentro cercano y el sobrevuelo de la Mir por el Discovery para fotografiarla desde todos los ¨¢ngulos transcurri¨® sin problemas durante las tres horas previstas. Al final, el Discovery recibi¨® una llamada de felicitaci¨®n del presidente Clinton. Despu¨¦s, el transbordador se alej¨® de la estaci¨®n y pas¨® a otra ¨®rbita. Ayer inici¨® la segunda parte de su misi¨®n, con la suelta en el espacio de un peque?o telescopio de ultravioleta, que recoger¨¢ ma?ana al tiempo que dos de sus tripulantes efect¨²an un paseo espacial de varias horas.
Ayer tambi¨¦n se supo que Rusia ser¨¢ la encargada de construir el m¨®dulo de carga de la futura estaci¨®n orbital internacional Alpha, seg¨²n un contrato de 27.000 millones de pesetas entre la empresa Lockheed, en nombre de la NASA, y el centro espacial de construcci¨®n de Khrounitchev.
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