Gente limpia

Yo voy aseado y limpio a todas partes para que no se note que soy un poco sucio; a nadie le importa, pero tambi¨¦n porque se trata de una recomendaci¨®n que me dio mi madre en su lecho de muerte: "Ve siempre aseado y limpio a todas partes", me dijo. Y yo he seguido su consejo, o su orden, no s¨¦, con un poco de mala conciencia, la verdad, pues siempre he sabido que los que se asean mucho ocultan algo feo debajo de tanta perfecci¨®n. F¨ªjense en Mario Conde, por ejemplo, que m¨¢s que asearse se esculp¨ªa; iba al banco esculpido, hecho un figur¨ªn, y ya ven la cantidad de presunciones que ocultaba debajo de toda esa gomina encerada. Ahora est¨¢ bajo fianza, le han pillado. Estos d¨ªas me pregunto a menudo si la madre de Conde era una de esas mujeres que se pasan la vida grit¨¢ndole a sus hijos aquello de "acabar¨¢s en la c¨¢rbel". La m¨ªa, s¨ª; por eso me aseo, por miedo a que descubran que en el fondo soy un delincuente y me metan en Alcal¨¢-Meco con toda esa basca: los temores m¨¢s ancestrales de las madres acaban convirti¨¦ndose tambi¨¦n en ¨®rdenes. De manera que s¨¦ lo que digo cuando digo que la gente aseada, como yo, no es de fiar.Viene todo esto a cuento de Antonio Guti¨¦rrez, que va siempre muy limpio. A m¨ª me ca¨ªa bien por eso, por limpio. Pero no he de negar que tanta pulcritud me produc¨ªa al mismo tiempo alguna incomodidad. Ahora s¨¦ por qu¨¦: Marcelino Camacho lo ha comparado el otro d¨ªa con Curiel, otro chico muy aseado que se pas¨® al PSOE porque ten¨ªan la casa com¨²n que daba gloria verla. El PSOE se ha caracterizado siempre por su aseo: cien a?os de aseo para ser exactos, y ya ven lo que hab¨ªa detr¨¢s de toda esa lej¨ªa con olor a pino. No se f¨ªen, pues, de la gente limpia: algo muy sucio esconden. No se f¨ªen de m¨ª. No te f¨ªes de m¨ª, hip¨®crita lector, mi semejante, mi hermano.