Sin ropa, sin pijama y sin cepillo de dientes
Ricardo Garc¨ªa Damborenea entr¨® sobre las 23.15 de ayer en la prisi¨®n de Alcal¨¢-Meco con aspecto derrotado. Ten¨ªa pocas ganas de hablar. Durante los engorrosos tr¨¢mites carcelarios -toma de huellas dactilares y apertura de la, correspondiente ficha- se mantuvo pr¨¢cticamente en silencio. S¨®lo pronunci¨® unas pocas frases: "Espero que esto se aclare", "esto no ten¨ªa que haber pasado", "he venido sin nada".El ex secretario general de los socialistas vizca¨ªnos, confuso y desconcertado, casi pidi¨® disculpas por no llevar nada. No llevaba ni ropa, ni pijama, ni cepillo de dientes. Pero, claro, ¨¦l no se esperaba que su paso por la Audiencia Nacional desembocara en un m¨®dulo carcelario. "No se preocupe usted por eso", le tranquiliz¨® Jes¨²s Calvo, el director del penal. Y a continuaci¨®n se le hizo entrega de s¨¢banas, toallas, pijama y dem¨¢s artilugios de aseo personal.
Garc¨ªa Damborenea qued¨® alojado provisionalmente en una celda del m¨®dulo seis. Pero hoy mismo ser¨¢ trasladado a otro pabell¨®n del ¨¢rea de la escuela, donde convivir¨¢ con otros 15 internos de confianza. "Buena gente", como dicen los funcionarios. Gente que realiza diversos trabajos en la c¨¢rcel o bien que est¨¢ reponi¨¦ndose de alguna enfermedad.
El juez Baltasar Garz¨®n permiti¨® que Garc¨ªa Damborenea pudiese ser instalado en el mismo m¨®dulo que Juan de Justo, ex secretario personal de Rafael Vera. Sin embargo, los responsables del centro penitenciario decidieron no ponerlos juntos porque el m¨®dulo de ingresos donde reside De Justo est¨¢ a rebosar: all¨ª purgan penas un total de 70 personas.
Los funcionarios de la prisi¨®n alcala¨ªna se est¨¢n viendo obligados a hacer verdaderas filigranas mentales para encontrar una habitaci¨®n adecuada a las circunstancias que exigen los ¨²ltimos reclusos: garantizarles su seguridad y, a la vez, impedir que se comuniquen entre s¨ª.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.