No me escriban, por favor

Perm¨ªtame que. informe a mis posibles corresponsales de que no se les ocurra, ni en tiempo de m¨¢xima locura, enviarme carta alguna a trav¨¦s del servicio de Correos, pese a la subida del precio de los sellos y los abusivos impuestos generales pagados a un Estado que tan poco se ocupa de mis necesidades. El cartero adscrito a mi servicio aparece ante mi buz¨®n los d¨ªas que bien le cuadran. Lo encontr¨¦ la semana pasada en la calle y me comunic¨® que en los s¨®tanos de la administraci¨®n de mi c¨®digo postal, la 28223, de Pozuelo de Alarc¨®n, Madrid, se guardaban varios montones de cartas sin repartir desde hace meses (unas 5.000 calcul¨® ¨¦l). Yo suelo recibir mi correspondencia con cuatro o cinco semanas de retraso, pierdo incluso aquella por la que el remitente ha pagado sellos de urgencia, con lo que llego tarde a todo; es decir, no llego a nada. Mand¨¦ una educada protesta al jefe de dicha administraci¨®n hace un mes, pero no me ha respondido. Sin duda no habr¨¢ recibido todav¨ªa mi carta. Pero quiz¨¢ me quejo de vicio, pues, al fin y al cabo, alguna carta s¨ª que recibo. Anteayer apareci¨® en mi buz¨®n una con matasellos de Gaithersburg (EE UU). Claro que dirigida a un se?or que vive en la calle de Raval de Dins, 26, Sabadell, 08202 Barcelona. ?No es una maravilla? Posdata: le remito por fax estas noticias para evitar que le lleguen. despu¨¦s del 2050.-