Un tribunal condena a diez parejas a llevar a sus hijos al colegio

El Tribunal de Menores de Zaragoza sent¨® ayer en el banquillo a 10 matrimonios a los que el fiscal acusaba de incumplir el precepto constitucional de proporcionar a sus hijos la educaci¨®n obligatoria. El juez impuso, para los casos m¨¢s graves, una condena de siete d¨ªas de arresto, sustituy¨¦ndola por la obligatoriedad de presentar mensualmente un certificado de escolaridad de sus hijos en los pr¨®ximos dos a?os.

Todas las familias acusadas residen en una zona casi marginal en el barrio de La Paz (cercano al penal de Torrero), uno de los barrios antes perif¨¦ricos y ahora incorporado al resto de la capital aragonesa. Tambi¨¦n entre los padres algunos admit¨ªan, con verg¨¹enza y prop¨®sito de enmienda, el que no se hab¨ªan preocupado por los novillos cont¨ªnuos de sus chavales, quince en total. Otros, con dificultad de expresi¨®n, trataban de excusarse en enfermedades y situaciones de precariedad familiar. Pero tambi¨¦n alguno. asegur¨® que ¨¦l necesitaba a los chavales para que le ayudaran en su trabajo.El proceso se inici¨® con la denuncia puesta ante la fiscal¨ªa del Tribunal, de Menores por la directora del colegio Ram¨®n S¨¢inz de Baranda. Bego?a Mart¨ªnez, preocupada por el absentismo, quiso dar un paso ejemplarizante. "Algunos muchachos estaban escolarizados desde los tres a?os", dijo ayer. "Ahora est¨¢n en primero o segundo grado de primaria y los habremos visto por el colegio s¨®lo un total de 15 ¨® 20 d¨ªas por curso".

Apoyada por el representante del ministerio p¨²blico, se busc¨® la f¨®rmula de que el caso sirviera de "aldabonazo", en palabras del propio fiscal. El absentismo escolar, s¨®lo Zaragoza, puede afectar a m¨¢s de medio millar de ni?os en edad de ense?anza b¨¢sica.

"Es una tonter¨ªa"

La mayor parte de los padres -citados hace un mes- acudieron en la ma?ana de ayer a la sede judicial muy asustados. Una madre se justificaba diciendo que hab¨ªa tenido un parto complicado ¨²ltimamente y eso le hab¨ªa obligado a permanecer en casa, por lo que su otro var¨®n no hab¨ªa podido ser acompa?ado hasta el colegio. Otro padre argumentaba que ¨¦l ten¨ªa que salir muy temprano a trabajar y s¨®lo su esposa pod¨ªa ocuparse del chico, pero la precariedad en la salud de ¨¦sta tampoco le permit¨ªa salir a la calle.

M¨¢s desafiante, respaldado por su mujer, un comerciante ocasional aseguraba que "eso de la escuela es una tonter¨ªa" y a?ad¨ªa: "Lo que tienen que aprender lo har¨¢n con nosotros. Yo los necesito para trabajar conmigo y si se tienen que quedar en casa lo har¨¢n. Lo diga quien lo diga". Para sus dos chicos, al igual que en los otros casos m¨¢s graves, el tribunal, adem¨¢s de la amonestaci¨®n generalizada, ha puesto a los muchachos, durante cinco meses, bajo tutela del Gobierno regional sin retirarles la competencia a los padres, por el momento.

Desde las instancias encargadas de la protecci¨®n del menor se aprovech¨® el juicio para animar a los ciudadanos a que denuncien aquellas situaciones de abandono de menores que conozcan, incluyendo a quienes se vea vagar por la calle en las horas lectivas".