Estudiantes maltrata al Andorra

Estudiantes es un equipo vers¨¢til, el¨¦ctrico, diab¨®lico. Con estos atributos resulta una bomba para cualquier rival. Si adem¨¢s imprime una dosis de temple puede ser demoledor, justamente la respuesta que se encontr¨® ayer el Andorra. Fiel a sus entra?as, la victoria colegial estuvo edulcorada con un racimo de jugadas espectaculares: mates, gorros, triples ... La fiesta tuvo dos invitados de gala: Williams y Spencer, una pareja explosiva. Dos contribuyentes decisivos al viraje estudiantil. Su juego destila de nuevo frescura, el mejor capital del equipo madrile?o.La quinta victoria colegial consecutiva en la liga se gest¨® desde el primer salto. Estudiantes, con Mijailov de guardi¨¢n en los dos tableros, siempre jug¨® a m¨¢s velocidad que su rival. Un ritmo excesivo para el ex madridista Brown y el ex New York Knicks Anderson, los postes andorranos. A los ocho minutos, los locales ya. hab¨ªan fracturado el marcador (20-9). Tambi¨¦n hab¨ªan desquiciado al Andorra, que a esa hora contabilizaba siete p¨¦rdidas de bal¨®n.

Los dos norteamericanos de Estudiantes escarbaron una y otra vez en las m¨²ltiples heridas andorranas y abrieron con aparente facilidad todo tipo de autopistas hacia el aro. Williams jam¨¢s pag¨® el peaje de Zapata, su marcador, y dej¨® una tarjeta de visita inmaculada: 20 puntos, nueve rebotes y tres tapones.

S¨®lo la mu?eca de Comer Henry mantuvo al Andorra al filo de los 20 puntos de diferencia. Para capear la tormenta, Edu Torres, t¨¦cnico andorrano, plant¨® una defensa mixta con cuatro en zona y un placaje sobre Herreros, la mejor mano del baloncesto nacional.

El ¨²nico efecto positivo fue dejar al estudiantil a dos puntos de su media anotadora, que ronda los 21 puntos. Alberto Herreros ha crecido c¨®mo l¨ªder del colectivo. Su aplomo en todas las suertes del juego es incontestable. Parece haber tomado el pulso de 1a regularidad y ahora tiene dos compa?eros de viaje con se?as estadounidenses. Un c¨®ctel que ha emborrachado a todo el equipo, que ya navega con el rumbo acertado, tras un par¨¦ntesis tortuoso.