TVE estrena 'Sea Quest', la nueva serie de Spielberg
"Vamos a necesitar un barco m¨¢s grande". Lo dec¨ªa Roy Scheider en una de las angustiosas escenas de Tibur¨®n. Pues bien: ya lo tiene. Es una nave de propulsi¨®n at¨®mica, sumergible, que es al mismo tiempo un complejo militar-cient¨ªfico. Se llama Sea Quest -hoy, a las 19.15, en TVE-1- y tambi¨¦n lo ha botado Steven Spielberg. Estamos en el a?o 2018, y los escualos son maleantes del siglo XXI que polucionan los oc¨¦anos de un planeta superpoblado. Una serie para la generaci¨®n del videojuego, que se cuenta entre las m¨¢s caras de su g¨¦nero: 3.000 millones de pesetas la primera entrega. Aunque no figure entre las m¨¢s celebradas.
Nemno, Darwin y la amenaza de la superpoblaci¨®n: de todo esto hay un poco en el ¨²ltimo ingenio salido de la f¨¢brica Spielberg. El nuevo capit¨¢n Nemo es Roy Scheider, al mando de un submarino futurista. "Un nuevo Cousteau con algo de Popeye el marino", como gusta desmitificarse el actor. Su Nautilus es una nave que act¨²a en nombre de la UEO, una ONU del 2018. En esa fecha, las naciones han comenzado a colonizar y explotar los oc¨¦anos, y los fondos marinos andan tan revueltos como la superficie. La nave es estudiosa y pacificadora. Como los adolescentes son el puerto natural de esta serie, hay en la tripulaci¨®n, adem¨¢s de expertos y cient¨ªficos, un jovencito que hace virguer¨ªas con el ordenador (Jonathan Brandle) y mucho juguete high tech. Una mujer con mando: Stephanie Beachman (Dinast¨ªa), y un delfin -lo m¨¢s popular de la serie- que se llama Darwin y se comunica con la tripulaci¨®n a trav¨¦s de un descodificador digital.El propio Spielberg dice que Sea Quest es el resultado de su flechazo adolescente, con el h¨¦roe de Julio Verne, su Nautilus y la literatura submarina en general. Y de las tesis de Robert Ballard, el cient¨ªfico asesor de la serie. "Llegar¨¢ el d¨ªa" dice Ballard, "en que no habr¨¢ espacio para todos: la nueva frontera de la humanidad ser¨¢ el oc¨¦ano, que ser¨¢ colonizado antes que el espacio".
Sea Quest empez¨® siendo futurismo realista, extrapolaciones de las tecnolog¨ªas dentro de lo "cient¨ªficamente posible".
Terminada la primera temporada (se estren¨® en septiembre de 1994, en la NBC), y como la cr¨ªtica no fue muy ben¨¦vola ni la audiencia excesiva, se decidi¨® girar hacia territorios m¨¢s fant¨¢sticos y agradecidos, incluido el de la ingenier¨ªa gen¨¦tica y sus productos m¨¢s perversos. Sea Quest ha entrado finalmente en lo que sus creadores llaman "la edad oscura de la gen¨¦tica", un futuro en el que, criaturas salidas del tubo de ensayo, los daggers, se han convertido en los nuevos apestados de la Tierra.
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