Los nuevos textos escolares introducen timidas reformas para evitar el sexismo
Muchos libros persisten en fijar los papeles tradicionales o en ignorar a la mujer
"Muyde ma?anita, sale mi p¨¢pito, para trabajar. Mi linda mamita, la tarea comienza: barrer y lavar", dec¨ªa un texto de lo de EGB en los a?os 70. Los libros que hoy estudianlos ni?os introducen peque?as reformas, con mujeres ejecutivas o que cambian el aceite del coche, pero muchos otros persisten en los apeles tradicionales. La reciente iniciativa ministerial de nuevos materiales no sexistasplantea el contrapunto: "?Qu¨¦ hace tu padre que tu abuelo no hac¨ªa porque consideraba que eran cosas de mujeres? ?Qu¨¦ hace tu madre que tu abuela no hac¨ªa porque consideraba que eran cosas de hombres?".
En los reci¨¦n estrenados materiales, repartidos ya en 700 centros de ense?anza p¨²blica, aparecen escenas que son una novedad en los textos educativos: ni?as, ni?os, mujeres y hombres desnudos para aprender c¨®mo es el cuerpo de, cada uno, dos hombres doblando una s¨¢bana o pasando la aspiradora o una mujer conduciendo un coche. Escenas todas ellas habituales en la sociedad de hoy que, sin embargo, no suelen aparecer en los libros de texto; ni siquiera en los reci¨¦n salidos al mercado los ¨²ltimos a?os para la ense?anza de la LOGSE.Los libros de texto de utilizan hoy los ni?os de 50 a 80 de EGB han cambiado algunos dibujos, han introducido m¨¢s ni?as en las ilustraciones o incluido un mayor n¨²mero de profesiones ejercidas por mujeres, pero a¨²n queda camino por recorrer porque en estos textos los hombres -los que m¨¢s aparecen- son ingenieros, curas, m¨¦dicos o fil¨®sofos, mientras que las mujeres son vendedoras, maestras, secretarias o enfermeras.
Las diferencias de tareas se plasman incluso en los libros de matem¨¢ticas. En el del reci¨¦n desaparecido curso de 4? de EGB de la editorial Edeb¨¦ se recogen estos ejercicios: "La mam¨¢ de Juan ha cargado en su cesta de la compra cuatro kilos de naranjas...", "Una se?ora compr¨® cuatro kilos de patatas que les costaron 180 pesetas...". "Los alba?iles que arreglan la cocina de Ana han cargado la carretilla...", "Mam¨¢ ha gastado en el mes de abril en comida..." o "Rosa ha comprado 12 botellas de leche por 1.440 pesetas...".
Para los hombres y ni?os, hay otros contextos: "El padre de David quiere cambiar de coche por uno que vale...", "En el campo de f¨²tbol hay 300 espectadores chillando..." (todos en la ilustraci¨®n son hombres), "13 ni?os re¨²nen dinero para comprar un bal¨®n de f¨²tbol..." o "Para vestir a siete jugadores de balonmano de mi clase se han gastado 5.705 pesetas...".
Los libros de Lengua de 30 y 4o de EGB de la editorial Anaya, ya hay cambios claros que pretenden evitar el sexismo. "Mi padre est¨¢ cambiando los pa?ales al ni?o"... "Mi amiga Ana cambi¨® el aceite del motor de su coche", dicen algunos textos. Sin embargo, se cuelan viejos esquemas. De los 25 relatos recogidos, 13 cuentan historias de chicos y 7, de animales. En el resto -s¨®lo cinco-, las ni?as son princesas o portan peluches o se asustan de los ratones.
Las mujeres no aparecen en los libros de historia; s¨®lo de vez en cuando a alguna reina. Y as¨ª, siguiendo el libro de sociedad de 50 de EGB de la editorial Santillana se aprende c¨®mo era la vida del guerrero, del campesino, del monje, en el castillo, en la ciudad o la cultura y el arte en un mundo antiguo que parece fue s¨®lo masculino. De la Edad Moderna s¨®lo se da cuenta de Santa Teresa. En otro texto sobre Madrid de la misma editorial no se menciona a una sola madrile?a entre artistas o escritores.
"Algunas editoriales se han puesto en alerta en los ¨²ltimos a?os, desde que se empez¨® a ha blar de coeducaci¨®n con la LOGSE, y han rectifificado algunos aspectos, pero s¨®lo los externos como incluir m¨¢s mujeres o utilizar m¨¢s el neutro", cuenta Montserrat Moreno, una de las auto ras de los nuevos materiales. "Se han atenuado las discrimaciones, pero no ha cambiado la metodolog¨ªa. Algunos libros siguen con contenidos escandalosamente sexistas y ver c¨®mo se imparten en las clases es terrible".
Ni?os y ni?as
Los textos de los cuatro primeros cursos de primaria son los primeros que hacen referencia a las ni?as y a los ni?os por separado. En las acciones intervienen por igual ni?os y ni?as, como por ejemplo en las ilustraciones que aparecen a lo largo del libro de Conocimiento del Medio que edita Anaya para 30 de Primaria: "Estos son los compa?eros y compa?eras de Carmen", "estos ni?os y ni?as practican ciclismo para estar en f¨®rnia", "Manuel y Paloma, como agricultores, cultivan la tierra", "?Cuantos ni?os y ni?as prefieren una mu?eca como regalo?". Tanto unos como otros ejercen las mismas profesiones y ambos tienen, expl¨ªcitamente, los mismos derechos, como aparece en el libro de Lengua para 3? de primaria, tambi¨¦n de Anaya: "El derecho a la igualdad, a recibir una educaci¨®n adecuada, a ser protegidos contra el abandono, a un nombre y una nacionalidad...".
Con estos nuevos textos conviven los catecismos editados por la Conferencia Episcopal Espa?ola, que est¨¢n en el extremo opuesto. En estos catecismos escolares no aparece ni una sola referencia a la mujer -menos a la Virgen- y los mensajes siempre est¨¢n dirigidos al hombre.
. Los textos reformados de, 3o de Primaria siguen sin referirse a mujeres y ni?as, aunque hay alguna ni?a o enfermera en las ilustraciones.
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