El Valencia impone su clase y huele a optimismo

La tarde ol¨ªa a f¨²tbol. Se vio desde el inicio. Dos equipos entregados al espect¨¢culo. Uno impuso su clase, el Valencia, el otro, un hambre infinita por seguir invicto, la Real. Venci¨® la calidad y tambi¨¦n el f¨²tbol. El Valencia ha encontrado ese punto de equilibrio que le permite encarar el resto del campeonato con un gran optimismo.Valencia y Real Sociedad ofrecieron lo mejor que se ha visto en la presente Liga en Valencia. El conjunto de Parreira cuaj¨® una primera parte clamorosa que dej¨® en los aficionados un poso desatisfacci¨®n.

El equipo de Parreira encontr¨® un aliado inesperado: la defensa adelantada de cuatro de la Real. El tipo de terreno deseado por Mijatovic para acometer sus diabluras. El Valencia franque¨® esta l¨ªnea con facilidad a trav¨¦s de lanzamientos largos. Roberto, readaptado a central tras la ausencia de Giner, lo hizo con frecuencia. Tras lo visto ayer, el futuro de este centrocampista de 32 a?os parece estar en la retaguardia.

Y, sin embargo, cuando el Valencia jugaba con tiral¨ªneas, el gol lleg¨® a bal¨®n parado. Uno de los misterios inextricables del f¨²tbol. Poyatos, un futbolista metido en 1.000 batallas en cada choque, hall¨® ayer la recompesa a su trabajo: dos goles casi id¨¦nticos, propios de un especialista. El mecanismo siempre es el mismo: se hace el despistado en el ¨¢rea, espera el toque de su compa?ero desde el c¨®rner y sale disparado para atrapar ¨¦l cuero al primer palo. Dos veces.

Lleg¨® el momento de los estetas, los jugadores que sue?an con descubrirle nuevos trucos a este juego. Fue el caso de Romero (cada d¨ªa m¨¢s consistente), Fernando y, c¨®mo no, Mijatovic. Fernando sac¨® el comp¨¢s y se puso a tirar pases, a cual m¨¢s preciso. La Real abri¨® sus l¨ªneas y naci¨® un partido intenso. Puro f¨²tbol. Mijatovic, Fernando y Salenko acechaban a Alberto. Kodro, Karpin y Luis P¨¦rez hac¨ªan lo propio con Zubizarreta. El gol pod¨ªa caer en cualquier porter¨ªa. Zubi salv¨® un disparo envenedado de Karpin y a continuaci¨®n Poyatos volv¨ªa a batir a Alberto.

El choque parec¨ªa as¨ª aparentemente sentenciado. El Valencia abri¨® la segunda parte regocij¨¢ndose. La Real respiraba y el Valencia se recre¨® demasiado y estuvo a punto de pagarlo.