Denuncia al Psiqui¨¢trico por el embarazo de su hija
Una mujer Mar¨ªa N. V., de 70 a?os ha acudido a los tribunales para que se depuren responsabilidades por el embarazo de su hija, enferma mental, ocurrido durante su internamiento en el hospital Psiqui¨¢trico de Madrid. Mar¨ªa asegura que su hija -que hoy tiene 40 a?os- se qued¨® embarazada en julio de 1990, coincidiendo con uno de sus ingresos en este centro. "Entiendo que se trata de una irresponsabilidad en la custodia de los enfermos por parte del hospital", afirma Mar¨ªa. Considera que su hija no era consciente de sus actos, por lo que lo ocurrido "pudo ser una violaci¨®n". Ram¨®n Mart¨ªn, gerente del Psiqui¨¢trico de Madrid, se?ala que la paciente ingres¨® "voluntariamente" el 9 de julio de 1990, y se le dio el alta un mes despu¨¦s. No tiene claro que el embarazo ocurriera all¨ª.
PASA A LA P?GINA 5
El gerente del Psiqui¨¢trico de Madrid advierte que la mujer era consciente de sus actos cuando fue ingresada
VIENE DE LA P?GINA 1
Seg¨²n los datos que maneja Ram¨®n Mart¨ªn, el gerente del Psiqui¨¢trico, "no est¨¢ claro" si el embarazo se produjo cuando la mujer estuvo ingresada. En cualquier caso, explic¨® el gerente, la chica era "totalmente consciente de sus actos" y no requer¨ªa una vigilancia especial; de lo contrario, el m¨¦dico de guardia que la examin¨® al ingresar "habr¨ªa adoptado las medidas oportunas".
Mar¨ªa discrepa: "Si era consciente de sus actos, ?por qu¨¦ los m¨¦dicos que la han visto dicen en sus informes que su inteligencia est¨¢ en el l¨ªmite [de lo normal] y que sufre paranoias?". Mar¨ªa ha decidido poner el caso en manos de un abogado y llevarlo a los tribunales. Considera que su hija, dado el trastorno mental que sufr¨ªa cuando se produjo el embarazo, no era responsable de sus actos, y, por tanto, entiende que lo ocurrido "pudo ser una violaci¨®n".
Fruto de aquel embarazo naci¨® una ni?a que en abril cumplir¨¢ cuatro a?os. Madre e hija viven y dependen ahora econ¨®micamente de Mar¨ªa. "De momento", explica ¨¦sta, "mi hija se encuentra bien y puede cuidar de la ni?a, pero me preocupa su futuro. Si vuelve a enfermar y yo no estoy, ?qui¨¦n cuidar¨¢ de ellas?", se pregunta.
Al cerciorarse de que su hija -cuyas iniciales son J. N.- estaba, embarazada, Mar¨ªa intent¨® soncarle d¨®nde hab¨ªa ocurrido. "Me dijo que en el patio del hospital, pero que no recordaba con qui¨¦n".
Los m¨¦dicos del Gregorio Mara?¨®n que atendieron el parto confirmaron, bas¨¢ndose en la evoluci¨®n del embarazo, que la gestaci¨®n hab¨ªa coincidido con su estancia en el psiqui¨¢trico. "No tengo inconveniente en que se sepa lo ocurrido con mi hija, para que pongan los medios y no ocurra con ning¨²n otro enfermo", razona Mar¨ªa. "El patio es muy grande y tiene muchos recovecos; lo que no entiendo es c¨®mo nadie estaba pendiente de personas as¨ª. Adem¨¢s, no s¨¦ c¨®mo la dejaron salir al patio sola y en bata".
El gerente del hospital, que alberga hoy a unos 350 enfermos, se?ala: "Cuando llega un paciente, es el m¨¦dico quien debe decidir el tipo de vigilancia y las medidas que se han de adoptar; hay casos en los que se prescribe su inmovilizaci¨®n ante el temor de que pueda autolesionarse".
Los trastornos mentales de J. N. vienen de lejos y sus ingresos en el psiqui¨¢trico eran frecuentes. Los m¨¦dicos sol¨ªan dar el alta a J. N. cuando la ve¨ªan mejor y la cre¨ªan recuperada. "La ¨²ltima vez que volvi¨® del hospital empez¨® a quejarse en casa de que se sent¨ªa mal. La llev¨¦ al ambulatorio de San Blas, el barrio donde vivimos, y le diagnosticaron un embarazo de 20 semanas. Poco antes del parto ingres¨® en el ¨¢rea de psiquiatr¨ªa del Ram¨®n y Cajal. No quer¨ªa volver al psiqui¨¢trico "porque alguien le hab¨ªa dicho que, dada su enfermedad, si llegaba a tener el beb¨¦, era probable que se lo quitaran", recuerda la madre.
El parto se produjo en el centro materno-infantil del Gregorio Mara?¨®n, donde dio a luz una ni?a que pes¨® al nacer algo m¨¢s de cuatro kilos. En el Mara?¨®n tambi¨¦n le sugirieron la posibilidad de que diese a la ni?a en adopci¨®n, "pero mi hija no quiso", afirma Mar¨ªa.
Ahora, Mar¨ªa est¨¢ muy satisfecha "de lo hermosa y bonita" que est¨¢ su nieta, pero teme por el futuro de su hija y de su nieta. "No tienen nada". "Estuve en el Defensor del Pueblo, pero me dijeron que no pod¨ªan hacer nada, en el Ministerio de Sanidad ocurri¨® algo parecido". Ahora he dejado el caso en manos de un abogado para que los jueces digan si el hospital incurri¨® en alg¨²n tipo de responsabilida". Su abogado cree que s¨ª.
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