El p¨²blico vuelve a la sala Canciller, tras a?o y medio de cierre, entre protestas de los vecinos
Una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha permitido que el pasado jueves se reabriera al p¨²blico la sala Canciller, tras haber pasado los ¨²ltimos 18 meses con un muro tapando su entrada. El Ayuntamiento aleg¨® la posible peligrosidad del local para ordenar su clausura. De momento no hay recitales, pero sus propietarios est¨¢n dispuestos a que empiecen a finales de marzo, "si Dios quiere". Piensan que el Ayuntamiento intentar¨¢ cerrarla otra vez. Por su parte, los vecinos tambi¨¦n piensan poner todo de su parte para "conservar su calidad de vida".
Dicen que la m¨²sica, los ruidos y los j¨®venes que acuden a la Canciller (en la calle del Alcalde L¨®pez Casero, distrito de Ciudad Lineal) no les permiten conciliar el sue?o ni vivir tranquilos. "Presionaremos como haga falta", comentaba uno de ellos ayer.S¨®crates P¨¦rez, gerente de la sala, no sab¨ªa ayer qu¨¦ grupo tocar¨¢ en el concierto de inauguraci¨®n de la sala Canciller, ni cu¨¢ndo se celebrar¨¢. Se decidir¨¢ esta semana. En este templo del heavy metal han actuado algunos de los grandes de ese estilo musical como Iron Maiden, Def Leppard, Asfalto o Barricada.
Lo que s¨ª afirm¨® es que van a seguir con el mismo tipo de m¨²sica. "Eso no lo vamos a variar, aunque al concejal no le guste", comentaba ayer en alusi¨®n a Jorge Barbadillo, presidente de la Junta de Ciudad Lineal.
En estos meses en que la sala ha permanecido cerrada no se ha hecho ninguna reforma ni se ha modificado nada. "Era imposible con ella clausurada", dice el propietario. Seg¨²n Barbadillo, la sala cumpl¨ªa la normativa antigua contra incendios, pero una vez que solicitaron hacer obras en el local, fue necesario exigir el cumplimiento de la actual, m¨¢s dura.
Deficiencias de seguridad
Entre las deficiencias detecta das por los inspectores de Protecci¨®n Civil constan, seg¨²n Barbadillo, la falta de un sistema autom¨¢tico de extinci¨®n de incendios y de puertas de salida debidamente compartimentadas.Adem¨¢s existen desniveles, con menos de tres escalones, y la pista se encuentra a casi ocho metros de profundidad (un tercer s¨®tano) cuando no puede tener m¨¢s de cuatro metros. Sin embargo, el cierre de la Canciller se produjo por la "existencia de elementos distintos a los autorizados en la licencia".
P¨¦rez reconoce que a nadie le gusta tener una discoteca debajo de su casa, ni siquiera a ¨¦l.
"Pero ese edificio se construy¨® en el a?o 1964, y en sus planos aparece un local as¨ª", dijo. La sala, de unos dos mil metros cuadrados, cuesta 1.400.000 pesetas de alquiler mensuales a sus propietarios.
"Es m¨¢s el aspecto del p¨²blico de la Canciller [pelos largos, cazadoras de cuero] lo que no gusta a los vecinos". Y a?ade: "En definitiva, tenemos a los j¨®venes entretenidos y no en la calle".
Estos d¨ªas, la sala funciona como discoteca o, sitio para tomar copas. El fin de semana pasado no acudi¨® demasiada gente, seg¨²n afirmaban sus due?os. "Antes, se llenaba. Los viernes, s¨¢bados y domingos pasaban por all¨ª unas mil quinientas personas", se?al¨® el gerente. La mayor¨ªa de los clientes de este local tienen de 16 a 20 a?os.
Los vecinos ya han levantado el hacha de guerra, que puede traducirse, seg¨²n sus amenazas, en cortes de tr¨¢fico. Incluso en no pagar el impuesto municipal, tal y como han hecho saber al Ayuntamiento. De momento han solicitado una medici¨®n de sonido, que los t¨¦cnicos municipales efectuaron la semana pasada: 70 decibelios, seg¨²n aseguraba un vecino, que pide no ser identificado.
"Muy quemadas"
"Las dos comunidades de propietarios [las de los n¨²meros 13 y 15 de la calle del Alcalde L¨®pez Casero] y la parroquia estamos muy sensibilizadas. Y muy quemadas", dec¨ªa. Las quejas de los vecinos aluden a las gamberradas que cometen los j¨®venes de la Canciller: "Tocan los timbres de las casas, orinan o dejan la calle llena, de botellas y te los encuentras tirados en el portal", cita el vecino. Adem¨¢s protestan tambi¨¦n porque oyen la m¨²sica procedente de la sala cuando est¨¢n en la cama.P¨¦rez es tajante respecto a su p¨²blico: "Nunca hemos tenido un altercado con esta gente. Si se portan bien o mal en la calle no es asunto nuestro. Esa gente no da problemas", afirma. Y a?ade que el informe de Protecci¨®n Civil que se realiz¨® antes del cierre de la sala no detect¨® "nada que pudiera impedir el buen funcionamiento, del local". Barbadillo anunci¨® hace dos semanas una inspecci¨®n del local para comprobarlo.
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