El letargo de la adormidera
Hay a¨²n algunos lugares a los que no ha llegado el frenes¨ª desarrollista que recorre el sureste asi¨¢tico. Laos es uno de ellos. S¨®lo el ruido de los tubos de escape de las motos que tiran de unos carritos con pasajeros a bordo, los famosos tuc-tuc, perturba la tranquilidad de una capital sumida en el letargo.Con poco tr¨¢fico, apenas media docena de sem¨¢foros y grupos de ni?os que se adue?an de calles c¨¦ntricas para jugar al f¨²tbol, Vientian es un oasis apacible y pobre. No hay muchas calles asfaltadas y las que lo est¨¢n carecen de aceras. Apenas hay edificios nuevos, abundan las chabolas de madera, pero sus 250.000 habitantes son unos privilegiados comparados con la gran masa rural de laosianos.
Aunque atenuado, el vertiginoso crecimiento que experimentan Tailandia o la vecina provincia fronteriza china de Yunnan ha llegado hasta Vientian, pero no as¨ª al campo laosiano, donde impera una econom¨ªa de subsistencia. Excepto para los que cultivan la adormidera que sirve para fabricar opio, del que es el tercer productor mundial.
El r¨®tulo rimbombante de una panader¨ªa francesa, de una pasteler¨ªa escandinava o la fachada de un nuevo hotel, para acoger a los 6.000 turistas que la visitaron en 1994, son los escasos s¨ªntomas de prosperidad en la capital.
Formalmente Laos es todav¨ªa comunista y su Ej¨¦rcito combate en la provincia de Saysomboun a una guerrilla contrarevolucionaria de la etnia hmong. Sin embargo, el r¨¦gimen de partido ¨²nico puso en marcha en 1989 una liberalizaci¨®n econ¨®mica que empieza a dar sus frutos. La inversi¨®n extranjera, tailandesa en un 40%, alcanz¨® en 1994 los 150 millones de d¨®lares (19.500 millones de pesetas) y el crecimiento fue del 8,4%.
Con una: renta per c¨¢pita entre las m¨¢s bajas del mundo, apenas superior a los 200 d¨®lares (26.000 pesetas anuales), "este pa¨ªs parte de tan bajo que a pesar de su crecimiento parece a¨²n aletargado", comenta un diplom¨¢tico.
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