Maldito Sigfrido
Es El lago de los cisnes el mejor reclamo del ballet acad¨¦mico, aunque err¨®neamente y de com¨²n se le sit¨²a como la piedra angular del g¨¦nero. La versi¨®n de los ucranios es muy interesante en este aspecto, ya que respeta zonas musicales y cor¨¦uticas olvidadas por las actuales puestas en escena. El aire moscovita que se ve en el estilo de la protagonista (abierta en los acentos, expansiva, de salto potente) tambi¨¦n est¨¢ en el todo: unos toques en los dise?os (trajes preciosa y artesanalmente hechos) que recuerdan a Simon Virtsalatze y el concepto din¨¢mico de Grigor¨®vich, pero sin sus instintos asesinos, m¨¢s en el arcaizante realismo del Bourmeister de 1953 en el teatro Stanislavski.No se pudo ver el esplendor de este Lago, que se intuye, ya que en el magro espacio del Monumental, donde ni siquiera se pudo colgar la escenograf¨ªa, las escenas de conjunto debieron ser reducidas -con habilidad del an¨®nimo maitre de la compa?¨ªa- para meter con calzador un concepto imperial, de pieza sinf¨®nica en un proscenio de siete metros de fondo. A pesar de la carencia de una programaci¨®n org¨¢nica y continuada de ballet en Madrid, justifica atender el paso fugaz de los b¨¢lticos. En este caso, la estupenda orquesta no ten¨ªa ni foso, y es otra pena; VIad¨ªmir Vasiliev (Volgodaa, 1935) la dirigi¨® con tino, atendiendo a los bailarines y respetando esa esencia rom¨¢ntica que atraviesa los m¨¢s felices fragmentos de la partitura; una menci¨®n a los metales: sensibles y pr¨ªstinos, sin chirriar.
Ballet de la ?pera Estatal de Odesa
El lago de los cisnes: Petipa-lvanov / Chaikovski. Direcci¨®n musical: Vlad¨ªmir Vasiliev. Teatro Monumental. Madrid, 5 de marzo.
Elcaterina Rodi¨®nova es una brillante Odile (cisne negro), papel donde tuvo m¨¢s concentraci¨®n y acierto que en su Odette (cisne blanco), a pesar de que luch¨® toda la noche con un pr¨ªncipe Sigfrido que m¨¢s parec¨ªa su enemigo que su amante. Vitali Vidinieyev, que no escatim¨® recursos en dejar caer al cisne, es un bailar¨ªn mediocre, pero a¨²n peor se comporta como partenaire.
Volviendo a lo positivo, es de notar el concepto de las danzas de car¨¢cter del tercer acto (napolitanos, czarda, espa?ola), concebidas m¨¢s en ballet sobre las puntas que en su lenguaje natural demi-car¨¢cter. La presencia de cisnes negros como recurso de transici¨®n, el final con la ruptura del encantamiento y de una Rodi¨®nova con un tut¨² mitad negro, mitad blanco, chocan con el gusto occidental, pero no carecen de l¨®gica dramat¨²rgica dentro de lo que queda de la escuela sovi¨¦tica.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.