Los due?os de la Canciller dicen que hay una "persecuci¨®n" municipal

La sala Canciller, antiguo templo de la m¨²sica heavy sito en el n¨²mero 15 de1a calle del Alcalde L¨®pez Casero (Ciudad Lineal), lleva dos semanas abriendo de jueves a domingo tras a?o y medio de cierre. Pero los due?os no respiran tranquilos. Denuncian que el concejal del distrito, Jorge Barbadillo (PP), les tiene sometidos a un acoso en toda regla, motivado por intenciones electoralistas y prejuicios personales.

Ayer mismo recibieron la visita de cuatro funcionarios municipales. "Barbadillo est¨¢ empe?ado en cerramos y no acepta siquiera la opini¨®n de los jueces", comentaba, indignado, S¨®crates P¨¦rez, gerente y propietario del local. Hac¨ªa referencia a la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid que permiti¨® el derribo de? muro que, por orden municipal, clausur¨® la entrada de la sala durante 18 meses. "A ¨¦l y a dos o tres vecinos caciques no les gustan los pelos largos ni las camisetas de los clientes, pero son personas tan dignas como cualquier otra", concluye. "Si aqu¨ª actuase la Pantoja, otro gallo nos cantar¨ªa", concluye.El edil no estaba ayer localizable. Pero en declaraciones a este peri¨®dico del 28 de febrero pasado argumentaba que inspectores de Protecci¨®n Civil han detectado varias deficiencias de seguridad, entre las que enumeraba la falta de un sistema de extinci¨®n autom¨¢tica de incendios y de puertas de salida debidamente compartimentadas.

30 millones

El local -de unos 2.000 metros cuadrados- posee adem¨¢s, seg¨²n ¨¦l, desniveles con menos de tres escalones, y una pista situada a casi ocho metros de profundidad (un tercer s¨®tano), cuando no puede tener m¨¢s de cuatro. Sin embargo, el cierre, en palabras del mun¨ªcipe, se produjo por la existencia de elementos distintos a los autorizados en la licencia".

A ello responde P¨¦rez: "Se aprovechan de informes de Protecci¨®n Civil para salas nuevas, mientras que ¨¦sta es de 1964 y en sus planos aparece un local as¨ª". Esgrime adem¨¢s una comunicaci¨®n municipal del 16 de septiembre de 1993, en el que se afirma que la inspecci¨®n de Protecci¨®n Civil del 8 de agosto de ese mismo a?o consideraba subsanadas las deficiencias observadas en una visita del mes de marzo anterior. "Para ello nos gastamos 30 millones de pesetas en unas obras de acondicionamiento que incluyeron la instalaci¨®n de detectores de incendios, la ampliaci¨®n de las mangueras, el compartimentar puertas y la construcci¨®n de una salida directa a la calle desde la planta segunda", asegura.

El caso es que, para el edil, el local cumpl¨ªa la normativa antigua sobre incendios, pero una vez que los due?os solicitaron hacer obras, fue necesario exigir el cumplimiento de la actual, m¨¢s dura. A eso se oponen ellos, y en pleitos est¨¢n. "Estamos dispuestos a llegar hasta el final", dice P¨¦rez.