El pesimismo planea sobre la apertura de la cumbre mundial de la pobreza en Copenhague

"No quiero ser pesimista, pero se requiere tiempo, mucho tiempo, para mentalizar a los Estados sobre la cuesti¨®n del desarrollo". El secretario general de la ONU, Butros Butros-Gali, que abri¨® ayer oficialmente en Copenhague la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social, se emple¨® a fondo para desalojar el pesimismo que se cern¨ªa sobre la primera jornada de la reuni¨®n. De la cumbre alternativa de ONG, que comenz¨® el pasado viernes, salieron cr¨ªticas sobre la inutilidad de una cumbre m¨¢s y sobre el desacuerdo en los asuntos financieros m¨¢s importantes.

Butros-Gali que consider¨® "imperiosa la obligaci¨®n de un nuevo contrato social" para que los habitantes del mundo puedan tener una "nueva raz¨®n para la esperanza", tambi¨¦n subray¨® que a¨²n no hay decisiones tomadas y que esta cumbre, como las dem¨¢s, sirven para mucho: para mantener la atenci¨®n sobre los graves problemas de la humanidad y lograr que los Estados se involucren. E insisti¨® en que el desarrollo es una lucha a largo plazo.La rueda de prensa de Butros-Gali se convirti¨® en una llamada al optimismo y la solidaridad. Pero su discurso estuvo plagado de contradicciones. En un principio esboz¨® una imagen de Naciones Unidas como un organismo que se encuentra en dificultades para afrontar los problemas b¨¢sicos del desarrollo, un organismo colapsado financieramente por las intervenciones en conflictos armados -17 en estos momentos- y, acto seguido, aseguro que el 90% del presupuesto de la ONU se destina a desarrollo.

Butros-Gali rest¨® importancia a la ausencia de jefes de Estados tan importantes como Bill Clinton, Bor¨ªs Yeltsin y John Major, para decir a continuaci¨®n que la importancia de la cumbre la demuestran los jefes de Estado y de Gobierno con su presencia.

Seg¨²n los ¨²ltimos datos de la ONU, la cumbre de Copenhague contar¨¢ con la asistencia, el pr¨®ximo fin de semana, de 110 jefes de Estado y de Gobierno. Entre ellos, adem¨¢s de Felipe Gonz¨¢lez, estar¨¢n Nelson Mandela (Sur¨¢frica), Fran?ois Mitterrand (Francia) y Helmut Kohl (Alemania). Ser¨¢ la reuni¨®n m¨¢s amplia de l¨ªderes pol¨ªticos que ha habido nunca.

"Su presencia demuestra que las naciones creen en el papel de la ONU", dijo Butros-Gali, "porque ¨¦ste es el ¨²nico foro, el ¨²nico, que puede realizar una reflexi¨®n colectiva sobre un problema de tanta envergadura como el del desarrollo".

"Momento esencial"

"La cumbre" dijo Butros-Gali, "es un momento esencial de la lucha contra la injusticia social, la exclusi¨®n y la pobreza", y a?adi¨®: "Tenemos la imperiosa obligaci¨®n de reflexionar sobre un nuevo proyecto de vida colectiva. Debemos afirmar solemnemente la necesidad de inscribir el desarrollo social entre las prioridades absolutas de la comunidad internacional. Debemos proteger al individuo, favorecer la integraci¨®n social y asegurar la paz social".

A falta todav¨ªa de acuerdos concretos, Butros-Gali pidi¨® paciencia. "La finalidad de esta cumbre, como la de R¨ªo, la de Viena o la pr¨®xima de Pek¨ªn, es la de mantener el ¨ªmpetu, la de conseguir nuevos apoyos. No quiero ser pesimista, pero se requiere tiempo. Y al igual que uno sabe que para hacer una carrera hay que estudiar cinco a?os, deber¨ªamos tener presente que para solucionar problemas, tan grandes como el de la pobreza, el desarrollo m¨¢s equitativo o el desarme no son suficientes unos cuantos meses".

Butros-Gali apel¨® a la necesidad de "crear un mundo m¨¢s justo". Butros-Gali intent¨® involucrar en esa batalla no s¨®lo a los gobiernos, sino tambi¨¦n al conjunto de la sociedad civil, a la que hizo un llamamiento.

En esta cumbre se calcula que hay representadas m¨¢s de 3.000 Organizaciones No Gubernamentales (ONG). De ellas ha partido la cr¨ªtica de que la cumbre est¨¢ llena de palabras hueras. "No acepto esa cr¨ªtica", dijo Butros-Gali. "Las conferencias sirven para debatir cuestiones y mantener a los Estados involucrados, aunque. ellos prefieren ocuparse de asuntos internos. Es, de todas formas, la ¨²nica forma posibles que tenemos de hacer las cosas". La lac¨®nica intervenci¨®n de Simone Veil, ministra de Asuntos Sociales de Francia y portavoz de la UE, no ayud¨® a despejar el pesimismo. Veil se mantuvo en una general declaraci¨®n de principios, precisamente, dijo, por su calidad de portavoz europea. Se limit¨® a hablar de "igualdad" de la mujer frente al concepto de "equidad" y a expresar la postura de la UE de que los pa¨ªses en desarrollo reduzcan su gasto en armamento. "La UE considera que garantizar el acceso a la sanidad de todos, hombres y mujeres, debe ser una prioridad de las pol¨ªticas p¨²blicas en todos los pa¨ªses", a?adi¨®.

Por la tarde la UE segu¨ªa debatiendo el tema de la deuda y los recursos, aunque estaba previsto que ya hubiera un acuerdo sobre todos los extremos tratados.

La UE es una parte muy importante de esta cumbre, porque abarca a pa¨ªses fundamentalmente ricos que aportan, ayudas al desarrollo. Su punto de vista sobre el Acuerdo 20/20 es, pues, fundamental. Dicho acuerdo consiste en destinar a la educaci¨®n o sanidad el 20% de las ayudas a la cooperaci¨®n enviadas a terceros, a cambio de que ¨¦stos destinen el 20% de sus presupuestos a los mismos fines.

El aliento de Butros-Gali se mantuvo hasta el final. Un periodista le espet¨® si el gasto de la cumbre no era excesivo para los resultados que se esperan de ella. El secretario general de la ONU contest¨®: "Costar¨¢ menos que diez tanques de combate". En cualquier caso, los 4 millones de d¨®lares que cuesta el evento los pondr¨¢ el erario p¨²blico dan¨¦s.

Y el Vaticano, que boicote¨® la pasada cumbre sobre Poblaci¨®n y Desarrollo de El Cairo, ya ha dicho, en esta ocasi¨®n, que no tiene objeciones a la declaraci¨®n oficial que saldr¨¢ de la Cumbre.