Marsillach actualiza y estrena 'Yo me bajo en la pr¨®xima, ?y usted?'

Rold¨¢n, la crisis del PSOE, y otros temas de la vida espa?ola han tenido que ser incorporados por Adolfo Marsillach, como autor, a la nueva versi¨®n que esta noche estrena en Madrid de Yo me bajo en la pr¨®xima, ?y usted?, uno de los grandes ¨¦xitos teatrales de la pasada d¨¦cada. Sus personajes, una pareja que inventa juegos crueles, hacen continuas referencias a la actualidad. No obstante, Marsillach, que tambi¨¦n asume la direccion como en las versiones anteriores, ha dejado intacta la estiructura de la comedia. "Se sit¨²a en el d¨ªa de hoy, sin destruir las cosas que vertebraban la anterior versi¨®n... Han pasado tantas cosas en estos a?os que obviarlas parec¨ªa insensato y, aunque hay citas que alguien puede pensar que son oportunistas, no olvidemos que una cosa es ser oportunista y otra oportuno", dice. Gerard¨® Malla y Mar¨ªa Fernanda D'Ocon, una de las m¨²ltiples parejas que interpretaron esta obra, son los actores que la estrenar¨¢n hoy en el Teatro Bellas Artes. Tambi¨¦n repiten los esc¨¦nografos Montse Amen¨®s e Isidro Prun¨¦s, pero no el pianista, que ahora es Antonio Galindo.La productora Pentaci¨®n y el empresario del teatro, Jos¨¦ TamaYo, animaron a Marsil1ach. "Me pareci¨® un disparate, pero me dur¨® poco la sorpresa..., La rele¨ª y no me pareci¨® tan desatinado".

Los personajes de ahora ya no son ni?os de la posguerra espa?ola, sino de los a?os cincuenta, y los actores tambi¨¦n delatan el paso del tiempo. Gerardo Malla, con humor, pero revelando algo real, lleg¨® a afirmar que Marsillach ha sido cruel con ¨¦l en los ensayos: "Con Mar¨ªa Fernanda no ha habido problemas, porque ella es eterna, pero yo he envejecido 13 a?os y Adolfo, tan sabio para todo, no ha podido ver que mis huesos y mis m¨²sculos ya no son los mismos... Ha sido inmisericorde al no tener en cuenta este dato", dice Malla.

El estreno de Marsillach coincide con la aparici¨®n de su ¨²ltimo libro, Carta a un amigo frecuentemente disgustado por los tiempos que nos ha tocado vivir.