Escepticismo brit¨¢nico ante la propuesta de Adams de discutir un desarme del IRA .

Las relaciones entre Londres y Washington pasan por momentos tensos. Pese a la frialdad con la que el Gobierno brit¨¢nico parece haber aceptado desde el principio las aportaciones de la Casa Blanca al proceso d¨¦ paz en Irlanda del Norte, esta vez la, liberalidad de Bill Clinton, autorizando al l¨ªder del Sinn Fein (rama pol¨ªtica del IRA), Gerry Adams, a recaudar abiertamente fondos para la causa republicana irl¨¢ndesa en ese pa¨ªs, ha sido interpretada como un aut¨¦ntico desaire por el Gobierno de Londres, que no cree en las propuestas de ?dams de negociar el desarme del IRA.

Con un delicado debate todav¨ªa entre manos sobre el c¨®mo y el cu¨¢ndo del decomiso de las armas del IRA, Downing Street ha interpretado el gesto de Clinton como una humillaci¨®n. Para los pol¨ªticos brit¨¢nicos, el difuso compromiso expresado por Gerry Adams el jueves, en Belfast, de que el Sinn Fein est¨¢ dispuesto a discutir los t¨¦rminos de esta entrega en el contexto de las negociaciones de paz, no significa gran cosa en t¨¦rminos de avance de posturas, ya que consideran que el IRA a¨²n sigue comprando armas. Sin embargo, le ha abierto a Adams las puertas de la Casa Blanca.La reacci¨®n de los pol¨ªticos unionistas no se ha hecho esperar. Tanto lan Paisley, l¨ªder del Partido Democr¨¢tico Unionista, como Reg Empey, secretario honorario de los Unionistas del Ulster, han se?alado con amargura la falta de ecuanimidad de Washington en su apreciaci¨®n de los problemas de Irlanda del Norte. Lo cierto es que la Casa Blanca parece haber tomado partido hace tiempo por la causa nacionalista, seg¨²n la mayor¨ªa de los analistas, debido a la fuerte presi¨®n del lobby irland¨¦s en ese pa¨ªs, donde cerca de 40 millones de personas tienen ascendencia irlandesa.

Puede que lo que m¨¢s perturbe a la clase pol¨ªtica brit¨¢nica y al Gobierno conservador sea la inevitable perspectiva de ver a Clinton estrechando la mano del que ha sido durante casi 25 a?os el enemigo p¨²blico n¨²mero uno.

1 Las escuetas declaraciones de Adams aceptando que el decomiso de armas figure en la agenda negociadora han sido suficientes para tranquilizar a Estados Unidos. En realidad, el Sinn Fein nunca se ha negado a abordar los pormenores del desarme del IRA, siempre y cuando formen parte de un amplio compromiso general de desmilitarizaci¨®n y desarme.