?Preparados, listos ya...!
Comienza anticipadamente la carrera por la presidencia de EE UU
Los candidatos desfilan ininterrumpidamente por New Hampshire, escenario de las primeras elecciones primarias. Las cenas de recaudaci¨®n de fondos se multiplican por todo el pa¨ªs. Las encuestas revelan los nombres de los favoritos. El presidente recorre la naci¨®n con la promesa de corregir errores .La agenda parlamentaria est¨¢ sometida a los intereses pol¨ªticos personales. La prensa especula sobre las posibilidades de cada cual... ?Estamos en 1.996? No. El calendario se?ala acertadamente 1995, pero en Estados Unidos ha empezado ya la campa?a electoral, y probablemente. la m¨¢s intensa e ideologizada de los ¨²ltimos a?os."Todos los que quieren este puesto est¨¢n cada d¨ªa haciendo declaraciones o movimientos para situarse en primera l¨ªnea. Quiero que todo el mundo se relaje, respire profundo y vuelva al trabajo. Tenemos un a?o por delante para hacer algo por el pueblo norteamericano, y despu¨¦s celebraremos elecciones", dijo la pasada semana el presidente Bill Clinton ante la prensa.
La verdad es que sus palabras tuvieron poco eco. Tres pol¨ªticos republicanos han anunciado ya formalmente sus candidaturas y otros cinco han dejado claras sus intenciones de competir tambi¨¦n por la denominaci¨®n. En el bando dem¨®crata, para acallar los rumores sobre posibles contrincantes dentro de sus filas, el propio Bill Clinton ha tenido que dejar ver anticipadamente sus intenciones de reelecci¨®n. "Creo que ser¨ªa un grave error del Partido Dem¨®crata" poner otro candidato en liza, ha advertido el presidente. Los asesores de Clinton est¨¢n ya intensamente dedicados a organizar el equipo electoral, que, seguramente ser¨¢ anunciado el mes pr¨®ximo y al que probablemente se sumar¨¢ m¨¢s adelante el actual jefe de gabinete' Leon Panetta.
Otros nombres conocidos pueden probar fortuna como pendientes. Los que m¨¢s suenan hasta el momento son los de Ross Perot y Jesse Jackson, aunque est¨¦ ¨²ltimo puede renunciar si Clinton conserva el apoyo de la izquierda liberal. Las intenciones de Colin Powell, ex jefe del Estado Mayor, siguen siendo una inc¨®gnita.
El cambio de era que pareci¨® advertirse con la victoria rep¨²blicana en las elecciones legislativas de noviembre de 1994 precipit¨® a las principales figuras de ese par tido a tomar posiciones. Fue como una se?al anticipada de que el fin de Clinton estaba pr¨®ximo, y varios republicanos se mostraron listos para tomar el relevo. Phil Gramm, Lamar Alexander y Richard Lugar han anunciado sus candidaturas. Robert Dole, aspirante de hecho, ha adelantado que har¨¢ el anuncio formal el mes pr¨®ximo. Pat Buchanan, Alan Specter y Robert Dornan, entre otros, exploran el terreno.Y un peso pesado cuya concurrencia podr¨ªa modificar el panorama republicano, el gobernador de California, Pete Wilson, deshoja en estos momentos la margarita de su futuro.
En el caso de Robert Dole, sin duda el hombre con m¨¢s posibilidades hoy por hoy, su pronta entrada en la carrera electoral era obligada para evitar que Newt Gingrich y su Contrato con Am¨¦rica le robaran protagonismo y condujeran a posiciones excesivamente a la derecha.
La necesidad de los candidatos de recolectar dinero se ha hecho especialmente urgente con vistas a 1996. Con el adelanto de algunas de las principales primarias, la denominaci¨®n est¨¢ en juego esta vez en los 44 d¨ªas comprendidos entre el caucus (votaciones primarias) de lowa (12 de febrero) y las primarias de California (26 de marzo). "Todo se va a decidir en un plazo de un mes o seis semanas, sin apenas posibilidades de recuperaci¨®n despu¨¦s. Por eso, los candidatos van a tener que gastarse antes mucho dinero en publici dad y todo lo dem¨¢s" afirma Charles Jones, de Brookings Institution.
Los candidatos tienen desde ahora hasta finales de a?o para reunir los 20 millones de d¨®lares (unos 2.500 millones de pesetas) que se requieren como m¨ªnimo para afrontar un campa?a electoral con ciertas posibilidades. Eso significa que tendr¨¢n que buscar recursos a un ritmo de casi l00.000 d¨®lares por d¨ªa. Gramm es por ahora el candidato con m¨¢s dinero en sus fondos: m¨¢s de tres millones de d¨®lares. Clinton tiene previsto reunir 30 millones de d¨®lares. El dinero ser¨¢ fundamental para sobrevivir en una campa?a que se espera especialmente ¨¢spera e ideol¨®gica. En octubre de 1991, cuando Clinton anunci¨® su candidatura a la presidencia, las prioridades de entonces se resum¨ªan en aquella famosa frase de su campa?a: "Es la econom¨ªa, est¨²pido`. Ahora no es la econom¨ªa. Ahora lo que se decide es la consumaci¨®n o la defunci¨®n de la revoluci¨®n con servadora. "Esta atm¨®sfera recuerda a 1980 y la reaganomic. Los dem¨®cratas est¨¢n donde siempre han estado, pero el Partido Republicano est¨¢ mucho m¨¢s a la de recha de lo que ha b¨ªa estado ¨²ltima mente% opina Allan Lictman, gran analista de te mas electorales. Clinton tratar¨¢ de esgrimir sus m¨¦ritos econ¨®micos -si ¨¦stos se consuman en la l¨ªnea actual: crecimiento sin inflaci¨®n, creaci¨®n r¨¦cord de puestos de trabajo, reducci¨®n del d¨¦ficit e incremento del comercio-, pero el debate est¨¢ centrado esta vez en temas como liberalismo o estatismo, progreso o retroceso, competencia o proteccionismo, aislacionismo o intervencionismo. Welfare (beneficencia p¨²blica), seguridad social, affirmative action (la discriminaci¨®n positiva para negros y mujeres), reforma sanitaria, impuestos, crimen o aborto se presentan como los asuntos de m¨¢s impacto. Clinton ha empezado ya a perfilar la Imagen del candidato que defiende a los pobres, los trabajadores, los ni?os sin recursos, las madres solteras, sin renunciar a escalonadas reformas en los programas sociales tradicionales. Los republicanos se presentan como la fuerza del cambio y la modernizaci¨®n, que entrega todo el protagonismo a la iniciativa privada.
Los republicanos tienen la iniciativa. La mayor¨ªa de las encuestas dan venta a a Dole sobre Clinton, aunque por un margen nunca superior a los cinco puntos. Clinton es preferido, seg¨²n los sondeos, a cualquier otro candidato dem¨®crata, mientras que Dole corre con ventaja sobre los dem¨¢s aspirantes republicanos, excepto cuando se incluye a Powell, quien, aparentemente, es el ¨²nico que no tendr¨ªa rival.
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