El maestro Mateo visita la catedral compostelana

El maestro Mateo, escultor y arquitecto del P¨®rtico de la Gloria de la catedral de Santiago de Compostela, realiz¨®, tambi¨¦n con su taller, un coro de piedra en la nave mayor. Su construcci¨®n se inici¨® tras la colocaci¨®n de dinteles del P¨®rtico (1188) y se termin¨® para la consagraci¨®n de la bas¨ªlica en 1211. El coro fue demolido en 1603 al preferir el arzobispo san Clemente un coro renacentista, que tambi¨¦n desapareci¨®. Desde entonces se re cuerda el "crimen art¨ªstico" a trav¨¦s de testimonios de historia dores, desde Castell¨¢ Ferrer ("el m¨¢s lindo coro antiguo de Espa?a", 1605) hasta Filgueira Valverde ("una de las obras m¨¢s importantes del arte europeo de la baja Edad Media", hoy).De la reconstrucci¨®n ideal del coro del maestro Mateo, realizada por los investigadores Ram¨®n Otero y Ram¨®n Yzquierdo, se ha pasado a su reconstrucci¨®n real -bajo la direcci¨®n de los dos historiadores-, a partir de las piezas dispersas en la misma catedral, almacenadas, durante siglos o descubiertas en otros lugares. Las utilizadas en la Puerta Santa no se tocar¨¢n. La Fundaci¨®n Pedro Barri¨¦ de la Maza, conde de Fenosa, firm¨® el pasado mes de enero un convenio con la catedral para restaurar y reconstruir el coro, y esta semana han empezado las obras. Con un presupuesto inicial de 80 millones de pesetas, se pretende que est¨¦ terminado a finales de 1998, con vistas al Xacobeo 99.

La pol¨¦mica entre expertos ha acompa?ado los estudios y proyectos de reconstruir el coro, que ahora se va a situar en la zona conocida como la bucher¨ªa, un almac¨¦n con numerosas piezas de la obra destruida, con un tratamiento de pieza de museo. El coro ten¨ªa 72 asientos, organizados en dos siller¨ªas, alta y baja, desde un sencillo banco a suntuosas sillas p¨¦treas cubiertas por un dosel y rematadas por crester¨ªa, seg¨²n el rango de los can¨®nigos. Sobre el banco de piedra se elevaban unas columnas para sostener los plafones y la crester¨ªa, con una decoraci¨®n de motivos vegetales, aunque el conjunto de sirenas, centauros, dragones y otros bestiarios representaban los vicios humanos.

La reconstrucci¨®n recoger¨¢ una parte de las fachadas exteriores, sillas del interior, bancos, brazales, crester¨ªa y capiteles, aunque ser¨¢n nuevas las columnas y sus bases, con una diferencia visual sobre las piezas originales. Ram¨®n Yzquierdo -cuyo trabajo El coro del maestro Mateo, con Ram¨®n Otero, se ha publicado en libro por la Fundaci¨®n Barri¨¨ de la Maza- declara que es ut¨®pico reconstruir el coro en la nave central, pero s¨ª como "pieza museable y excepcional" en lugar del "s¨®rdido almac¨¦n" de la bucher¨ªa. "Es m¨¢s escandaloso que las piezas del maestro Mateo est¨¦n tiradas en un almac¨¦n". Una vez identificadas las piezas se limpiar¨¢n y en algunas se fijar¨¢ la policrom¨ªa, Yzquierdo se?ala que va a quedar con claridad la obra original y la a?adida, como la reconstrucci¨®n de 16 sillas y la crester¨ªa y los nuevos bancos y columnas.

Un ensayo de reconstrucci¨®n del coro se realiz¨® en 1985 con los tres sitiales que fueron expuestos en Gante con motivo de Europalia, a partir de los estudios de Jos¨¦ Manuel Pita Andrade. Este conjunto no se pudo ver en Galicia, con motivo del centenario del P¨®rtico de la Gloria o del Xacobeo, por enfrentamientos entre los expertos, que no se ponen de acuerdo sobre la viabilidad del proyecto.

Pita Andrade reconoce que es un tema conflictivo, pero ayer manifest¨® que es partidario aunque queden puntos oscuros sin resolver. Otro historiador, Joaqu¨ªn Yarza, medievalista, compara la reconstrucci¨®n a "la detestable destrucci¨®n del teatro romano de Sagunto" y prefiere los estudios sobre papel y no el "despilfarro" cuando aumentan las necesidades del patrimonio. "No hay una raz¨®n cient¨ªfica para hacerlo".

La Fundaci¨®n Barri¨¨ de la Maza aport¨® 96 millones para que se tocara con los instrumentos de piedra del P¨®rtico de la Gloria. Del proyecto se acaban de publicar dos vol¨²menes, y una colecci¨®n de los mismos se expondr¨¢ el 27 de marzo en la Casa de Galicia, en Madrid.