"Soy un hombre atrapado por un virus"
Borr¨®n y cuenta nueva a largos a?os de expedientes, demandas y pol¨¦micas para el investigador estadounidense Robert Gallo, sobre la aparente paternidad del virus del sida, compartida con el franc¨¦s Luc Montagnier. Concentrado en varios trabajos sobre el c¨¢ncer, el tema de la "paternidad" del VIH, el virus m¨¢s famoso del mundo, a Gallo le produce "hast¨ªo", confiesa. "Puede usted decir", sugiere ir¨®nicamente, "que soy un hombre atrapado por un virus".Con la misma soltura que intuye un titular de prensa, Robert Gallo se mueve por los pasillos del III Congreso Nacional del Sida que se ha celebrado durante toda la semana en La Coru?a, o atrapa la atenci¨®n del p¨²blico especializa do improvisando una conferencia, tal como hizo en el pasado martes. "Es un personaje fascinante", repiten sus colegas.
Esta personalidad florentina, exuberante, sin embargo mide mucho su encanto desde que, a mediados de los a?os ochenta, su honradez cient¨ªfica fuera puesta en la picota por el asunto del descubrimiento del virus del sida a partir de las muestras que le hab¨ªa enviado el franc¨¦s Luc Montagnier con el virus aislado por ¨¦l, a su laboratorio.
El Gobierno estadounidense ha exculpado recientemente a Robert Gallo de mala praxis, pero el hallazgo ha sido definitivamente atribuido al vir¨®logo del Instituto Pasteur de Par¨ªs. El investigador estadounidense tuvo que reconocer finalmente que el ¨²nico virus era el de Luc Montagnier, y asimismo que la variante que ¨¦l pose¨ªa no era sino una contaminaci¨®n a partir de las muestras que le fueron enviadas desde Francia.
Toda la amargura qued¨® reflejada en el libro que escribi¨® Gallo en 1990, A la caza del virus, cuya edici¨®n espa?ola. aparece estos d¨ªas a cargo de la Sociedad Espa?ola Interdisciplinaria del Sida (Seisida). "El gran escritor Miguel de Cervantes dijo que la verdad a medias era peor que la calumnia. Entonces comprend¨ª lo que quer¨ªa decir", escribe el cient¨ªfico que, adem¨¢s de fan del insigne manco alcala¨ªno, ha encontrado en la pel¨ªcula Casablanca s¨ªmiles perfectos para sus batallas virales.
Pero en estos momentos Robert Gallo se cuida muy mucho de salirse del gui¨®n. En el III Congreso Nacional sobre el Sida que se celebra en La Coru?a detalla, como un profesor al alumno, los pasos que va dando ahora en su investigaci¨®n sobre el sarcoma de Kaposi, tumor asociado al sida.
Gallo ha llegado hasta el hallazgo de los posibles efectos beneficiosos sobre este tumor de la hormona gonadotropina que se segrega durante el embarazo. ?Que c¨®mo? "Pues por casualidad", responde. "Como sucede realmente casi todo en el mundo de la ciencia".
Y esta vez todo sucedi¨® de una forma todav¨ªa "m¨¢s sucia" que el hallazgo conseguido por Fleming con sus hongos de la penicilina. Gallo cuenta que, por error, se mezclaron en su laboratorio ratones hembras y, machos afectados con sarcoma de Kaposi. Ocurri¨® que las hembras se quedaron embarazadas y que el tumor en ellas desapareci¨®. Y de esta rom¨¢ntica historia parte toda una l¨ªnea de investigaci¨®n, que seg¨²n indica Robert Gallo, se encuentra en fase cl¨ªnica en su laboratorio, B¨¦lgica y Francia.
Ni Gallo, director del laboratorio de biolog¨ªa celular del Instituto Nacional del C¨¢ncer de EE UU, ni tampoco la comunidad cient¨ªfica internacional olvidan que fue ¨¦l quien descubri¨® el primer retrovirus humano en 1980. Sin esa circunstancia hubiera resultado casi del todo impensable reconocer al del sida, tercer retrovirus humano identificado en la historia. Todo este historial le confiere un respeto intelectual que le permite seguir siendo, a tenor de la legi¨®n de sus seguidores, una autoridad siempre escuchada en el campo del sida.
Gallo insiste en desmitificar que nos encontremos sumergidos en una crisis de investigaci¨®n b¨¢sica despu¨¦s de "los a?os de intenso descubrimiento" que condujeron, en muy corto periodo de tiempo, a saberlo casi todo sobre el virus del sida.
"?Pero qu¨¦ le ha quedado de todo esto al ciudadano? Su ansiedad por tener una cura y conseguir una vacuna. Y esto es una cr¨ªtica injusta a la ciencia", afirma. Recuerda que "no existe ninguna terapia eficaz" frente a ning¨²n tipo de virus y que, en el caso del VIH, "hemos podido estudiar el Himalaya, pero no hemos conseguido subir hasta la cumbre".
Gallo no quiere desalientos. Est¨¢ convencido de qu¨¦ hay suficientes da tos que permiten ya pronosticar importantes avances terap¨¦uticos por la v¨ªa farmacol¨®gica antes que poder disponer de una vacuna, y le dan tambi¨¦n pie para afirmar que el virus del sida "ser¨¢ el l¨ªder que abrir¨¢ nuevas terapias para otras enfermedades".
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