"La energ¨ªa ps¨ªquica me hab¨ªa desorbitado"
C¨®rdoba, 4 de mayo de 1971Mi querido Carlos Barral:
Le escribo muy agradecido por su carta tan franca como favorablemente intencionada hacia m¨ª y mis asuntos. ?sta misma semana le despachar¨¦, si no se me tuerce, los textos de Motivos de esperanza, a fin de que pueda echarles un vistazo y decidir si procederla mandarlos a la imprenta.
En cuanto al Guernica, estoy persuadido de que hasta que no se modifique el estado actual no ser¨¢ posible publicarlo en Espa?a, no obstante la importancia que tendr¨ªa. Deduzco de lo que me dice que ¨¦ste es un libro que no debe encajar en sus esquemas editoriales. La norteamericana fue una edici¨®n relativamente de lujo en cuanto, a su formato y n¨²mero de l¨¢minas, aunque de ¨¦stas Podr¨ªa suprimirse un buen n¨²mero (...).
Comprendo muy bien sus reticencias sobre Al amor de Vallejo. En estas cuestiones se tropieza con el inconveniente de la viuda del poeta, seriamente perturbada, que impide cualquier difusi¨®n de las obras de su marido que no sea la que ella pueda manejar en provecho de sus falsos intereses y caprichos. De los tres libros en verso de Vallejo, dos son del dominio p¨²blico. Pero el tercero, el p¨®stumo y m¨¢s importante en que se incluye "Espa?a, aparta de m¨ª, este c¨¢liz", le pertenece a ella en propiedad, lo que entorpece por el momento la difusi¨®n de lo que Vallejo es y significa. Que si no, lo primero ser¨ªa editar estas sus obras en Espa?a.
A m¨ª me interesa Vallejo profundamente. Cuanto m¨¢s lo trabajo, m¨¢s a fondo estoy convencido de que ha sido un personaje po¨¦tico verdaderamente fuera de lo acostumbrado, una aut¨¦ntica encarnaci¨®n cultural, mediante la que se ha proyectado hacia afuera el trasconsciente gen¨¦rico y que, por lo mismo, est¨¢ llamada a adquirir con los anos una gran resonancia en el mundo, sobre todo en nuestro idioma. Ya, en el Per¨² goza un poco de ella y por aqu¨ª no es infrecuente leer que ha sido el Poeta m¨¢s importante del siglo
Le confesar¨¦ un poco a estos prop¨®sitos que si por mi parte dej¨¦ de expresarme en verso a partir de 1932, fue porque la energ¨ªa ps¨ªquica que me impulsaba me hab¨ªa desorbitado, transfiri¨¦ndome de la poes¨ªa literaria de ultra dimensi¨®n, a la poes¨ªa Vida en otra potencia. Se trata, en efecto, de otra potencia imaginativa de lo real que justifica las tentativas de los movimientos literarios m¨¢s avanzados y en especial la del surrealismo. ?ste la ha presentido e intentado conquistarla al abordaje, dando as¨ª testimonio de su existencia a la vez que de la imposibilidad de alcanzarla, mientras no se le logre redimir el pecado original de su planteo individualista. Es la dimensi¨®n nueva, en el dominio de la ontogenia cultural, equivalente y complementaria a la que se nos ha descubierto en el campo cuantitativo de la f¨ªsica matem¨¢tica, dimensi¨®n indispensable para la constituci¨®n de la Cultura nueva y universal que se viene vislumbrando de tantos modos tangenciales y en la que la tragedia espa?ola ha desempe?ado un papel hist¨®rico-po¨¦tico decisivo. Le cuento est¨¢s mis. convicciones para que no ignore la clase de valores en que estoy comprometido.
Vallejo est¨¢ en lo mismo, aunque de otro modo. Fue un arquetipo viviente que muri¨® dando testimonio de la validez de la tragedia espa?ola -en cuya trascendencia pocos, si alguno, creen por el momento y cuya poes¨ªa posee un trasfondo que se siente pero que no se comprende hasta que se descubren las claves de sus centros ps¨ªquicos (...)
Puesto que me lo indica, le enviar¨¦ en cuanto pueda el texto de Al amor de Vallejo. Adem¨¢s de su extensi¨®n posee este libro para popularizarse el inconveniente de no ser un texto eslabonado discursivamente, sino compuesto por una serie de trabajos que, aunque sobre el mismo tema, son horizontalmerite inconexos entre s¨ª, como lo son las v¨¦rtebras. Claro que a causa de ¨¦sta su estructura podr¨ªa interrumpirse por donde mejor conviniera, descartando, por ejemplo, el ¨²ltimo y extenso trabajo C¨¦sar Vallejo frente a Andr¨¦ Breton, que se publicar¨ªa m¨¢s tarde en compa?¨ªa de otros textos pos teriores. Lo que s¨ª le ruego encarecidamente es que, de no interesarle para su publica ci¨®n, corri¨® quisiera no esperar, tenga la amabilidad de devolv¨¦rmelo sin tardanza.
Ya le he entretenido demasiado. Espero sus noticias para cuando buenamente pueda. Insisto en abrazarle del modo m¨¢s cordial.
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