?El ejercicio f¨ªsico protege nuestro corazon?
La muerte de un atleta durante la pr¨¢ctica deportiva conmociona a la sociedad y levanta la pol¨¦mica que coloca al deporte en el ojo del hurac¨¢n. La recomendaci¨®n m¨¦dica es clara; se han demostrado los beneficios que reporta el ejercicio y los perjuicios derivados del sedentarismo. As¨ª, se puede deducir que los m¨¦dicos hemos tenido una buena cuota de culpa en una epidemia del deporte del correr que ha alcanzado tales proporciones que sin duda ha de tener repercusiones sobre la salud de la poblaci¨®n. Parece probada una serie de beneficios de la pr¨¢ctica deportiva:Cardiovasculares. Disminuyen la tensi¨®n arterial y la frecuencia cardiaca en reposo, con aumento de la capacidad de utilizaci¨®n del. ox¨ªgeno.
Metab¨®licos. Cambios favorables en el perfil de los l¨ªpidos (grasas) sangu¨ªneos, lo que reduce el riesgo vascular.
P¨¦rdida de peso. Reducci¨®n que se produce a expensas de grasa, no de m¨²sculo, acompa?ada de una elevaci¨®n del nivel que regula el consumo de energ¨ªa.
Psicol¨®gicos. El deporte reduce el estr¨¦s, eleva el nivel de autoestima y produce una sensaci¨®n de bienestar derivada de la secreci¨®n de endorfinas (morfina natural), lo que explica el s¨ªndrome de abstinencia que algunos tienen el d¨ªa que no se entrenan. Adem¨¢s, los atletas hacen mejor su traba o cotidiano y frecuentan menos las consultas de psiquiatr¨ªa.
Conciencia de salud. Es raro que un atleta fume o trasnoche.
Freno al envejecimiento. Se calcula que la capacidad f¨ªsica disminuye en un 9% por d¨¦cada a partir de los 25 a?os si se hace vida sedentaria, y en un 4% en aquellos que hacen ejercicio f¨ªsico regularmente.
A pesar de todas estas ventajas, la muerte s¨²bita en relaci¨®n con el ejercicio es una realidad, aunque afortunadamente de muy baja incidencia: una muerte por 50.000 horas / jugador de rugby; una por 390.000 horas / practicante de jogging, una por 20.000 deportistas / a?o, y a¨²n menos si se trata de personas con un elevado nivel de entrenamiento.
?C¨®mo suceden? El 94% de muertes se produce en varones y en todos los deportes, si bien son m¨¢s frecuentes en marcha atl¨¦tica, squash, jogging y f¨²tbol. El 90% de fallecimientos tiene una causa cardiaca; de ellos que m¨¢s del 95% presentaba una cardiopat¨ªa previa. Es decir, que se precisa una alteraci¨®n estructural o un sustrato anat¨®mico vulnerable para que se desarrollen arritmias malignas responsables ¨²ltimas de la muerte s¨²bita. La miocardiopat¨ªa hipertr¨®fica se da predominantemente en los m¨¢s j¨®venes y la cardiopat¨ªa derivada de problemas de riego coronario (infarto y angina), a partir de la mediana edad (m¨¢s de 35 a?os).
Nadie est¨¢ libre de estos accidentes, per o hay que pensar que el coraz¨®n es particularmente propenso a latir de forma estable aunque puede ocurrir un paro cardiaco despu¨¦s de tres billones de latidos. Siendo razonables no hay motivo para que el ejercicio f¨ªsico se viva como amenaza. Corramos, pues, razonablemente hacia la vida aunque en esa carrera pueda. encontrarse la muerte.
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