Dos polic¨ªas catalanes, juzgados por detener a una mujer que denunci¨® abusos

Dos agentes de la polic¨ªa auton¨®mica catalana se sentaron ayer en el banquillo de los acusados de una sala de la Audiencia de Barcelona por un caso peculiar. A los mossos se les acusaba de haber detenido ilegalmente a una mujer, Elisenda R. U., a los dos d¨ªas de que ella acudiera a sus dependencias, en Barcelona, para denunciar un supuesto abuso sexual por un conocido que meses despu¨¦s fue condenado por vejaci¨®n. Los polic¨ªas, no la creyeron y, en lugar de v¨ªctima. de una agresi¨®n, pasaron a considerarla autora de un delito de denuncia falsa. La mujer pas¨® una noche en los calabozos.El juicio se abri¨® contra dos de los mossos que realizaron el expediente en marzo de 1993, Dom¨¨nec Faura Gasc¨®n y Luis. Claudio Jim¨¦nez Guti¨¦rrez. Los dos fueron acusados de cometer un delito de, detenci¨®n ilegal, aunque finalmente la fiscal y la acusaci¨®n particular -ejercida por la mujer perjudicada- retiraron la acusaci¨®n sobre el primero de ellos. La pena solicitada fue de un mes de suspensi¨®n.

"Yo ya les dije que estaban confundidos y que era un error. Me llevaron en un coche al cuartel, me ficharon, tambi¨¦n me esposaron y acab¨¦ pasando una noche en los calabozos", relat¨® la v¨ªctima, Elisenda R. U. La mujer acudi¨® a los Mossos d'Esquadra el 2 de marzo de 1993 para denunciar a Daniel Casanovas, un hombre con el que, por una cuesti¨®n de trabajo, tuvo una discusi¨®n que concluy¨® con un manoseo por parte de ¨¦l sobre los pechos y nalgas de ella. As¨ª lo cont¨®, pero los polic¨ªas, al hacer la investigaci¨®n, llegaron a la conclusi¨®n de que la versi¨®n de la mujer era falsa. "Lo ten¨ªamos clar¨ªsimo", dijo una cabo de cuerpo que declar¨® como testigo. Los dos acusados y otros testigos, tambi¨¦n mossos, se?alaron que conoc¨ªan "perfectamente" el art¨ªculo del C¨®digo Penal, que precisa que s¨®lo un tribunal puede. proceder contra alguien por denuncia falsa y cuando exista una sentencia o un auto firme que demuestre la falsedad de lo denunciado.

Tanto los acusados como los testigos -en el citado expediente participaron un m¨ªnimo de seis agentes- lo sab¨ªan, y por ello consultaron con uno de los jueces de guardia. La consulta fue telef¨®nica, con un oficial, y el juzgado no tuvo conocimiento certero del asunto del que se trataba. Pese a ello, la mujer fue arrestada, lo que, seg¨²n la fiscal, constituye un delito de detenci¨®n ilegal. Cuando la mujer pas¨® a disposici¨®n judicial, el juez de guardia se qued¨® perplejo ante lo ocurrido. Orden¨® la inmediata libertad de la inicial denunciante y tom¨® dos decisiones. La primera, investigar la denuncia de la mujer contra el agresor, que concluy¨®, en junio de 1993, con una condena de tres d¨ªas de arresto por una falta de vejaciones injustas -fallo que fue ratificado posteriormente por la Audiencia-. La segunda, abrir una investigaci¨®n por el proceder de los mossos. Eso es lo que ayer qued¨® visto para sentencia en la Audiencia de Barcelona.