En busca del inter¨¦s perdido

La F-1 sigue a la b¨²squeda del revulsivo que cambie la inclinaci¨®n de su pendiente, algo que le devuelva el esplendor perdido. El secreto es exclusivamente uno: la F-1 necesita inter¨¦s, lucha, competencia en la pista. Y cualquier f¨®rmula para lograrlo es buena si el resultado es el esperado.El a?o pasado buscaron el equilibrio entre los coches reduciendo el grado de tecnolog¨ªa. No funcion¨® y las consecuencias fueron fatales. Esta vez no hay revoluci¨®n reglamentaria, la soluci¨®n viene de otra parte, es casi accidental. El remedio para recuperar el inter¨¦s parece ser el cambio m¨²ltiple de parejas.

Se explica de la siguiente manera: la mayor¨ªa de los equipos importantes han cambiado su proveedor de motores. Hay muchas uniones nuevas, casi todas. Y eso provoca una indudable incertidumbre y la esperanza de que esta vez s¨ª puedan ofrecerse grandes premios igualados, con adelantamientos, con inter¨¦s.Es de suponer que todo es fruto de la casualidad, pero parece que las escuder¨ªas se han puesto de acuerdo para favorecer una revoluci¨®n. Al mismo tiempo han cambiado de pareja Benetton, McLaren, Sauber, Jordan y Ligier. Entre las m¨¢s importantes, s¨®lo Williams y Ferrari no se lanzan a una nueva aventura.Un caso extra?o es Benetton, cuyo piloto Michael Schumacher alcanz¨® el t¨ªtulo de 1994 en un monoplaza con motor Ford. Pero en 1995 han roto la combinaci¨®n vencedora y se han pasado a Renault. Incluir¨¢n el mismo propulsor que los Williams, sus rivales la temporada pasada y campeones de constructores.Los pron¨®sticos apuntan a un nuevo duelo entre el campe¨®n alem¨¢n y el n¨²mero uno de Williams, el brit¨¢nico Damon Hill. Todo lo dem¨¢s son interrogantes. McLaren estrena combinaci¨®n con Mercedes, Sauber dispone ahora de Ford y Jordan utilizar¨¢ motores Peugeot.Nadie es capaz de definir por d¨®nde circular¨¢ el campeonato que arranca el domingo en Brasil. Como siempre , la mayor inc¨®gnita la presenta Ferrari. La famosa escuder¨ªa italiana estrena coche y mantiene como pilotos al franc¨¦s Jean Alesi y al austriaco Gerhard Berger.Este ¨²ltimo representa, junto con el brit¨¢nico Nigel Mansell, la resistencia de los veteranos a la nueva generaci¨®n que lidera el alem¨¢n Schumacher y que incluye a otras figuras para el futuro, como el brasile?o Rubens Barrichello (Jordan) y el escoc¨¦s David, Coulthard (Williams).

En este momento Schumacher y Mansellson las ¨²nicas ver daderas estrellas de un espect¨¢culo hu¨¦rfano de cracks desde la desaparici¨®n de Alain Prost y Ayrton Senna. El futuro de Mansell no obstante, es incierto. De entrada ya ha aplazado su deb¨² con McLaren hasta el tercer gran premio. La razon es que no cabe con comodidad dentro de su monoplaza.

No se trata s¨®lo de una medida de comodidad, tambi¨¦n manda la seguridad, que contin¨²a siendo la preocupaci¨®n de la F-1. Las modificaciones del reglamento reflejan prudencia: se ha reducido la altura m¨¢xima del aler¨®n pos terior, se ha eliminado el efecto suelo, se ha- aumentado el peso m¨ªnimo y el habit¨¢culo del piloto estar¨¢ m¨¢s protegido. En el aspecto mec¨¢nico, la cilindrada de los motores se ha reducido de 3.500 a 3.000 cent¨ªmetros c¨²bicos, con lo que pierden unos 100 caballos de potencia.

En total, participan 14 equipos y 28 pilotos en el Mundial de F-1. Un a?o m¨¢s no hay representaci¨®n espa?ola, y la ¨²nica, novedad es la escuder¨ªa italiana Forti. El calendario incluye 16 carreras. El Gran Premio de Espa?a se disputar¨¢ el 14 de mayo en Montmel¨®.