Muchos trastornos del beb¨¦ proceden de su relaci¨®n con la madre
Psiquiatras infantiles estudian a los ni?os que no quieren comer o se despiertan de noche
![Milagros P¨¦rez Oliva](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F97a0c94b-ac81-47d8-9bfb-3446e6cd7b4f.png?auth=5dc3de42d2bc819f90a3b4d0577320f27f1bc02bffdb8dd14dbc977a9970ff03&width=100&height=100&smart=true)
El ni?o com¨ªa bien y de repente, parece haberle cogido fobia a la comida. O mejor, a la mano que le da la comida, porque en cuanto la cuchara se acerca a su boca, gira la cara. Este ni?o sufre lo que el psiquiatra suizo Bertrand Cramer denomina anorexia grave del beb¨¦. Se trata de un trastorno relativamente frecuente que, como otros que afectan a la alimentaci¨®n y al. sue?o de los ni?os de corta edad, puede tener su origen en. la relaci¨®n que el ni?o establece con la madre o la persona que le cuida, seg¨²n Bertrand Cramer.Cramer es es uno de los padres de la psiquiatr¨ªa del beb¨¦, junto al norteamericano Brazelton y el franc¨¦s Kreister. Catedr¨¢tico y resposable del servicio de Psiquiatria Infantil de la Cl¨ªnica Universitaria de Ginerbra, Bertrand Cramer ha asistido esta semana pasada a unas jornadas sobre el desarrollo infantil, organizadas por la Fundaci¨®n Anne de Barcelona.
"Los trastornos de la alimentaci¨®n son un motivo muy frecuente de consulta pedi¨¢trica. En algunos casos son severos y entonces hay que determinar en primer lugar cu¨¢l es su causa", precisa Caterina Munar, psic¨®loga de la Cl¨ªnica Dexeus y responsable del Psicolog¨ªa de la fundaci¨®n. "Lo primero que hay que descartar es que no se deba a un trastorno f¨ªsico. Hay algunas anorexias del beb¨¦ que son secuela de una enfermedad. En estos casos, se puede establecer f¨¢cilmente una relaci¨®n entre el comienzo del trastorno y la enfermedad y normalmente se resuel ve f¨¢cilmente. Pero cuando no existe una relaci¨®n clara de causa efecto, hay que pensar en un trastorno de relaci¨®n o bien en una depresi¨®n infantil", indica Munar.
Cuando el trastorno se debe a una depresi¨®n infantil, el ni?o, adem¨¢s de no comer, est¨¢ ap¨¢tico, pasivo, y no expresa deseo de vivir. En estos casos, poco frecuentes, se requiere una: intervenci¨®n lo m¨¢s temprana posible del psiquiatra infantil.Exceso de control
Lo m¨¢s frecuente, sin embargo, es que la negativa del ni?o a comer sea un trastorno de tipo reactivo. "Se denominan anorexias de oposici¨®n y vienen a ser una respuesta del beb¨¦ a lo que percibe como un deseo excesivode control por parte de la madre", indica el profesor Cramer.
"Acostumbra a darse durante el segundo a?o de vida y es la ex presi¨®n de un conflicto en relaci¨®n al control y la iniciativa. El ni?o percibe que la madre quiere ejercer sobre ¨¦l un control absoluto, y se rebela. El ni?o tiene un sustrato biol¨®gico que regula las sensaciones de hambre y de saciedad. Pero a veces, es la madre la que toma el control del hambre de su hijo. Y muchas veces, este deseo de control de la madre obedece a un temor inconsciente que la lleva a creer que si no alimenta bien a su hijo, puede morir por su culpa", a?ade. El profesor Cramer recuerda a estas madres que ning¨²n ni?o se muere de hambre por esta causa y que lo mejor es seguir los indica dores biol¨®gicos. Los ni?os acostumbran a mostrar sus necesidades de alimentaci¨®n.
Otras veces, las madres proyectan sobre sus beb¨¦s sus propios temores y obsesiones relacionadas con la alimentaci¨®n. Por ejemplo, las madres que tienen terror a la obsidad y ya someten al beb¨¦ a restricciones alimentarias para evitar que en el futuro sufran sobrepeso. En el lado opuesto estar¨ªan los ni?os sobrealimentados por la angustia de la madre a no saber satisfacer adecuadamente sus necesidades biol¨®gicas y que, como consecuencia de ello, el ni?o pueda crecer d¨¦bil o enfermar. Sue?o inquieto
Otro trastorno de tipo relacional es que el afecta al sue?o. Presenta formas diferentes, pero en casi todos los casos se trata de un conflicto de separaci¨®n. "A menudo se produce un c¨ªrculo vicioso entre el deseo del ni?o de controlar a los padres y la angustia de la madre ante el temor inconsciente de que el ni?o pudiera sufrir o incluso morir durante la noche",explica Cramer. Es la madre la que siente temor a serpararse del ni?o, y proyecta sobre ¨¦l esta angustia. Piensa que el ni?o se sentir¨¢ s¨®lo y desamparado en la oscuridad de la noche, y le enciende una lamparita o acude a su cuna al m¨¢s m¨ªnimo movimiento. Una madre explic¨® al psiquiatra que ella dorm¨ªa como un tronco antes de tener el ni?o., "Ahora, mi sue?o es tan ligero, que oigo como deposita sus piececitos sobre la moqueta a pesar de que la habitaci¨®n del ni?o est¨¢ en el otro extremo del pasillo".
"Hay una fase del sue?o, el denominado sue?o parad¨®gico, en el que ni?o emite sonidos y se mueve. La madre reacciona con temor y lo interpreta como una llamada del ni?o. Con su intervenci¨®n, termina por despertalo. El ni?o percibe entonces su angustia y piensa que tal vez no est¨¦ seguro. Eso le llevar¨¢ a despertarse con frecuencia y reclamar la presencia de la madre. Ambos se instalan en un c¨ªrculo viciosos del que a veces tardan a?os en salir", explica Cramer.
Algunos ni?os corren a media noche a refugiarse a la cama de la madre y si no se quedan en, ella, son incapaces de dormirse. Se trata de una variante de lo anterior, pero en este caso, se produce adem¨¢s una resistencia de la madre a que su hijo se separe de ella. Tiene miedo a no ser ya imprescindible. Este es un sentimiento que muchas madres han experimetado con claridad, por ejemplo, al dar el primer biberon o la primera papilla al ni?o, despu¨¦s de que este se alimentara ¨²nicamente de su pecho. Este hecho provoca en ella un sentimiento de p¨¦rdida, de duelo, que ha de saber elaborar en lugar de resistirse a lo que constituye una fase m¨¢s del crecimiento de su hijo. En todos estos casos, la clave est¨¢ en analizar los temores de la madre. Una vez clarificados, es m¨¢s f¨¢cil reconducir al ni?o hacia una relaci¨®n normal con el sue?o y la comida.
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